miércoles, 18 de mayo de 2011

De Pan y de Circo. Parte 7.-

¡Yo, como soy astuto, pude fácilmente engañaros!" Pablo de Tarso. 2 de Corintios 12:16

Las Cartas Paulinas (de Paulo), escritas antes que los Evangelios conocidos y a partir de las cuales muchos siglos después se construye el Nuevo Testamento, donde más de la mitad de su contenido se debe a la Obra de este “Santo”, son el punto de partida de los Evangelios.
Es más, como ya antes afirmamos, en realidad conforman las tres cuartas partes de todo el Nuevo Testamento, a pesar que ladinamente en ningún lugar se menciona que el Evangelio de Pablo, sus escritos, sus ideas y sus dogmas, son las propuestas principales que contiene este Testamento Nuevo que el cristianismo propone como credo religioso y que se disimulan bajo los escritos de los Evangelistas Marcos, Juan, Mateo y Lucas, que entre todos completan con sus escritos solo el último cuarto.

Ahora también es importante acotar, que a pesar de la prédica eclesiástica que obstinadamente le dijo a sus fieles en el pasado, que todas esas Cartas Paulinas eran producto de los escritos del apóstol Pablo, hoy se sabe que ello no es así, ya que los expertos coinciden que del estudio de los estilos, estructura, temas tratados y analogía de conceptos, solo reconocen que efectivamente son de Pablo algunas efectuadas hacia el año 52, pero que el resto no son obra directa suya. Vale decir, solo son aceptados como genuinos Gálatas, 1 de Tesalonicenses, 1 y 2 de Corintios, Romanos, Filemón, y Filipenses.

De los otros libros, epístolas y escritos de la Biblia que se dice son de su autoría, se establece que fueron escritos en distintas épocas posteriores
, desde luego por otros autores, con el afán de dar coherencia a esta visión del Cristo presentada por Pablo de Tarso y darle asidero a la figura mitológica del Cristo, dado que no existen en la Biblia judía ni en la mayoría de los Evangelios llamados apócrifos referencias respecto a Jesús, en especial de su niñez y juventud, más que las señaladas en las “revelaciones” de un par de estos evangelistas, o más bien de aquellas personas anónimas que “parcharon” estos escritos posteriormente, para hacernos creer que conformaban una sola unidad y antiguedad, y hacerlos coincidir con aspectos históricos o hechos de esa época para que tal historia resultase más verosímil.

Importa aquí hacer un paréntesis. En vida de Jesús estos doce Apóstoles que todo el mundo nombra así, nunca fueron llamados como dice en los mismos Evangelios sino Los Doce. Ello porque Apóstol significa enviado y estos doce acompañantes de Jesús, nunca fueron enviados de Dios a ninguna parte. Pero, cuando resucitó Jesús y luego ascendió a los cielos, según la leyenda, estos Doce se sintieron autorizados para predicar el Evangelio y por tanto enviados del Señor, por lo que se pusieron recién Apóstoles. Antes, eran solo discípulos de Jesús.

Más, se suscitó el problema tan humano, que mucha gente, otros seguidores de Jesús, se sintieron con el mismo derecho, y así fue como ex leprosos, ex ciegos, discípulos y gentes que lo habían escuchado se autodenominaron también Apóstoles de Cristo, enviados del Señor a predicar su doctrina. Esto no fue del agrado de Los Doce, porque muchos de estos nuevos Apóstoles aparecían con más méritos que ellos mismos y estaban obteniendo mucho crédito. Por tanto decidieron que no cualquiera podía ser un enviado especial de Jesús, ya que se sentían los únicos dueños de este título y de la administración “del Culto”, así que resolvieron poner dos condiciones para que alguien más, aparte de ellos Doce, pudiera ser llamado Apóstol y para desanimar a esos aventureros aspirantes de apóstoles: a) haber visto a Jesús resucitado; y b) haber recibido de Jesús la misión de predicar.

Posteriormente, siglos después en realidad, los téologos cristianos coincidieron en afirmar que según lo expuesto en la Bibilia (Nuevo Testamento), son cinco las condiciones necesarias para ser considerado Apóstol verdadero, respetando aquellas dos cláusulas enunciadas por los Doce.
- Haber conocido a Jesús.
- Haber sido escogidos y enviados por Jesús.
- Haber sido testigos de Jesucristo resucitado.
- Dar la vida por Dios y por el evangelio.
- Seguir a Jesucristo.

No cuesta mucho inferir entonces, que el inteligente Pablo, necesitaba estos requisitos para convertirse también en un predicador de nota pues de lo contrario nunca sería importante. Y por ello, su primera “revelación” fue precisamente aquella en que se le aparece Jesús y luego le ordena que predique por el mundo su Evangelio, una revelación muy conveniente, que según él recogía los dos requisitos que le permitirían ser también Apóstol.

Nadie lo nombró Apóstol, ni existe ninguna mención a que en sus visiones Jesús se lo pidiera, pero se apresuró en declararlo así a los cuatro vientos. En el Evangelio 1 Romanos 1,1, se autopresenta como: 1:1 "Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser Apóstol, apartado para el evangelio de Dios."

Es bueno recordar que en el intertanto los Doce, que ahora eran once, a falta de Judas Iscariote, que luego de vender a Jesús, de traicionarle, se suicidió, y que habían escogido por sorteo para suplir el puesto vacante a Matías, no tuvieron ninguna participación en este ungimiento o designación del nuevo Apóstol Pablo, del que se enteraron mucho tiempo después sorprendiéndose grandemente, pero a quien luego no pudieron discutir su razonamiento y hábil defensa cuando le conocieron.

Lo deja Pablo claramente expresado en 1 Corintios 9,11-12: 9:11, cuando se defiende de estas imputaciones de que su Apostolía es falsa. ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
9:2 Si para otros no soy Apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
Luego repite, para justificar su investidura realizada supuestamente por Jesús, su versión de su mentada revelación:
15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.

Y para que no quedaran dudas de su resolución de no transigir en su propósito, con gran desfachatez dice en Gálatas 2,6:
"Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron".
Con esta declaración, que alude sin duda a Pedro y al resto de los apóstoles primitivos, no deja dudas sobre su determinación de no aceptar críticas ni discriminaciones ni siquiera de ellos, bajo el razonamiento que Dios no hace distinciones entre las personas, por lo tanto el puede ser igual o superior a cualquiera. Y agrega además, que ninguno de ellos le ha enseñado nada nuevo.
Conviene no perder de vista para el análisis de estos hechos, que estamos hablando de un hombre bastante culto para su época, (Corintios:(14,18: "Doy gracias a mi Dios que hablo lenguas más que todos vosotros), un judío de gran nivel en el estudio de la Torá, de las leyes romanas y del aparato burocrático de la administración pública y además miembro de la cúpula dirigente del judaísmo, entrenado para la discusión religiosa, con recursos oratorios y con experiencia en la exposición de estas materias, sea al público vulgar como dentro de las sinagogas. Y en cambio Pedro y el resto de los apóstoles, en su mayoría eran analfabetos o iletrados, a lo más poseedores de una precaria instrucción; gente simple y bizarra, pescadores y de oficios manuales de una aldea, incapaces de tener la altura intelectual de Pablo de Tarso, que se confiesa discípulo de Gamaliel, a la postre, Doctor de la Ley, Pontífice de Israel y prominente miembro del Sanedrín, la Corte Suprema de la ley judía, vale decir la más alta autoridad del pueblo judío de la época.

No obstante como veremos, Pablo nunca reunió los requisitos mínimos para ser Apóstol; y yendo más lejos, ni siquiera discípulo de Jesús.
El libro de Los Hechos de los Apóstoles nos relata en tres ocasiones diferentes los mismos acontecimientos ocurridos en el camino hacia Damasco, de cuando tuvo su primera revelación. Copiaremos solo los versículos que ahora interesan:

Hechos 9,3-9
9:3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
9:4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía : Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
9:5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
9:6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
9:7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.
9:8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
9:9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
22:6
Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo;
22:7 y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
22:8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.
22:9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo
.

Hechos 26,12-18
26:12 Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,
26:13 cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.
26:14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
26:15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

Como es fácil comprobar en este reiterado relato de Pablo sobre esta visión, el no ve a nadie, solo oye una voz y lo mismo ocurre con sus acompañantes. Por tanto Pablo miente cuando en Corintios 9,11-12: 9:11 dice: ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? En realidad nunca le vio, solo dice haberle escuchado. Además incumple tres de estos requisitos para ser Apóstol: haber conocido a Jesús y haberle visto después de resucitado. En consecuencia malamente pudo Jesús encomendarle que predicase en su nombre, por tanto también adolece de este tercer requisito, ya que solo tenemos su palabra, que hemos visto que es muy poco fiable, de que en la primera revelación el mismo Jesús se lo ordenó.

Otra cosa hubiese sido si Pablo hubiese dicho que Jesús se le apareció de cuerpo presente, en "carne y hueso", como se presentó a sus discípulos después de resucitar, comiendo y bebiendo, en tres dimensiones y atravesando paredes, diciéndoles en su incredulidad : Lucas 24,39: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo". Pero cuando Pablo inventó esta visión no calculó que sería objetado, saliendo del paso solo gracias a su verborrea y elocuencia con la que apabulló a sus ignorantes interlocutores.

Es quizás de todos estos "Apóstoles" el que más abusó de estas "revelaciones", donde según él, no solo Jesús se le aparecía, sino también le hablaba el Espíritu Santo y frecuentemente era visitado por ángeles y otros hombres santos del Antiguo Testamento, que le traían importantes misiones que debía llevar a cabo personalmente. Incluso en una de ellas dijo haber sido transportado al "tercer cielo", creencia judía sobre el lugar donde se encontraba ahora "el paraíso terrenal", lugar donde moraba Dios, no dando más datos de este tan especial lugar celeste, de los seres que lo poblaban, de qué fue lo que vió ni ningún pista, salvo que escuchó palabras inefables...

Esta primicia es inédita en el historial de santos, santones y patriarcas de la Ilesia. Según el Testamento Antiguo, solo Moisés habló directamente con Dios, todo el resto de los interlocutores mencionados en la Bblia lo hizo por intermedio de sus Angeles. La hazaña contada por Pablo en esta magna visión le iguala a Cristo y hasta a la Virgen María, que dicen también habría llegado a ese lugar sacro. Ese tercer cielo mitológico es una especie de búnker donde Dios comparte su precioso tiempo solo con las criaturas más excelsas del universo creado por él; los espíritus más selectos y los líderes más destacados de la cristiandad. Y Pablo, no podía dejar de hacer presente que él también como favorito de Jesús estuvo allí. No entendió nada, no se fijó en ningún detalle a contar, no vió a nadie, solo escuchó palabras inefables...que no se pueden pronunciar..., historia también muy conveniente para no caer en explicaciones que dejarían al descubierto el embuste.

La gran pregunta que motiva este episodio, es ¿a título de que podría Jesús haber recurrir al oscuro y tenebroso Pablo, enemigo declarado de los cristianos para hacerlo su Apóstol más importante, teniendo a sus fieles discípulos como sus representantes, a quienes había dado expresas instrucciones de no predicar entre gentiles, es decir, no judíos? No se puede olvidar, que el objetivo del Mesías era ganar al pueblo de Israel. Mateo 10,5-610:5: A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel".

Técnicamente Pablo, nacido romano era un gentil, por lo que es un contrasentido y una violación de sus propias instrucciones que fuese su más importante Apóstol y luego que éste predicase mayoritariamente entre los gentiles, llegando a ser justamente conocido como el Apóstol de los gentiles, desobedeciendo ostensiblemente el mandato dado por Jesús.

Pablo, o Apóstol Pablo como gusta nombrarlo la Iglesia, según lo que podemos consignar basándonos en los propios Evangelios, que es el único lugar donde tiene existencia, ya que fuera de estos escritos no existen datos sobre el en ningún texto histórico, fábula, historiadores de ese tiempo, autoridades, diccionarios o recopilaciones de hechos de la antigüedad, fue permanentemente un fugitivo perseguido por sus antiguos y encolerizados correligionarios judíos y la justicia romana.

Según lo que se cuenta, comenzó su actividad evangelizadora cristiana en Damasco y Arabia. Descubierto allí por los judíos que querían lincharlo huye a Jerusalén, donde otro iluminado, Bernabé lo lleva con Pedro y Santiago. Pronto debió huir de Jerusalén, escapando de los judíos de habla griega. Llega a Cesárea y debe refugiarse en Tarso. De allí, junto a Pedro pasa a Antioquia, donde populariza el término de “cristianos” para los discípulos de Jesús.

Estas persecuciones están debidamente señaladas en la Biblia en Los Hechos de los Apóstoles, donde se le presenta no como el facineroso, traidor, manipulador y mentiroso que era, sino como víctima, blanca paloma asediado por malvados que querían asesinarlo, a saber :

1. En Damasco: vigilan las puertas de la ciudad para matarlo (Hch 9,23- 24);
2. En Jerusalén: los helenistas querían quitarle la vida (Hch 9,29);
3. En Chipre: el mago intenta alejar al cónsul de Pablo (Hch 13,8);
4. En Antioquía de Pisidia: son instigados contra él las mujeres piadosas y los jefes de la ciudad (Hch 13,50);
5. En Iconio: es víctima de una conspiración entre judíos y gentiles, organizada de común acuerdo con los jefes de la ciudad (Hch 14,5);
6. En Listra: los judíos instigan a la multitud contra Pablo (Hch 14,19);
7. En Filipos: la muchedumbre incita a los “estrategas” de la ciudad para que lo torturen (Hch 16,22);
8.En Tesalónica: individuos perversos consiguen organizar una asamblea del pueblo contra Pablo (Hch 17,5-9);
9. En Berea: los judíos agitan a la multitud contra Pablo (Hch 17,13);
10. En Corinto: los judíos llevan a Pablo hasta el tribunal (Hch 18,2);
11. En Efeso: los plateros amotinan a toda la ciudad (Hch 19,23-40); 12. en Jerusalén: la multitud amotinada en la plaza del templo se echa sobre Pablo para matarlo (Hch 21,27-30.

Es decir, de acuerdo a este prontuario criminal que solo se esboza, ya que no se abunda en detalles de por qué era tan impopular, poco querido, y rechazado en todas las ciudades donde iba a predicar, no es de manera alguna ese orador brillante, inspirado, magnético, líder de multitudes que los cristianos ponderan y como sus biógrafos lo quieren hacer aparecer. Tampoco hay evidencia que haya conquistado con su doctrina de revelaciones ningún judío. Tal situación explica que empezara, al ver tan rotundo fracaso a predicar a los no judíos, a los gentiles, esa gente que en ese entonces en su supersticiosa credulidad aceptaba todos los dioses vinieran de donde vinieran.

Pero como podemos establecer en la misma Biblia: “Pablo pasó por “muchas prisiones”: (2Cor 11,23):
En Filipos--------(Hch 16,23);
En Jerusalén-----(Hch 21,23);
En Cesarea-------(Hch 23,23);
En Roma---------(Hch 28,20-30);
En Efeso--------- (1Cor 15,32; 2Cor 1,8-9).
Tuvo que comparecer ante varios tribunales:
En Corinto-------(Hch 18,12),
En Jerusalén-----(Hch 22,30)
Y en Cesárea-----(Hch 24,1-2).

También la Biblia deja registro del pensamiento del Ilustre Santo respecto de las mujeres, lo que podría explicar su renuencia a referirse a María, a quien no otorga ningún papel relevante en sus escritos, no reconoce su carácter divino ni pondera ninguna de sus actuaciones.

1. Cor 11,2-16: “La mujer fue creada para el hombre, que es la cabeza de la mujer. Por eso ella ha de orar o profetizar con la cabeza cubierta. El velo es señal de su dependencia. Si no quiere usar el velo, tiene que cortar sus cabellos.”

2.1Cor 14,34-35: "La mujer debe permanecer callada en las reuniones de la comunidad. No le es permitido tomar la palabra. Debe permanecer sumisa. Si quiere saber algo, debe preguntarlo al marido en la casa".

3.Efesios 5,21-24: "La mujer debe estar sujeta al marido como al Señor. Puesto que el hombre es la cabeza de la mujer, como Cristo es la cabeza de la Iglesia".

4.1Tm 2,9-15: "Durante la instrucción, la mujer debe ser sumisa y silenciosa. No puede enseñar ni dominar al hombre, puesto que el hombre fue creado primero. La mujer sedujo al hombre. Ella se salvará por la maternidad".


Como puede apreciarse, este hombre descrito por el catolicismo como un dechado de virtudes, además de ser un misógino empedernido, vive rodeado de gente que al parecer pensaba lo contrario, a tal punto que prácticamente no podía ir a ningún sitio. Allí donde iba a predicar, era abucheado y sacado a puntapiés, amenazado o hecho prisionero por la autoridad del pueblo.
Obligado a huir permanentemente, a estar siempre escondido, se comprende mas fácilmente que en estos encierros y escondites, e incluso en las cárceles donde debió cumplir condenas y allí donde debía permanecer por semanas bajo gran tensión y frecuentes miedos a ser linchado por las muchedumbres, le vinieran esos arrebatos, esos éxtasis donde escuchaba esas voces que lo instruccionaban, de donde se supone devienen sus “revelaciones” que en libre interpretación luego llevó al manuscrito, a sus cartas donde se apresuraba a contar a los otros Apóstoles las grandes novedades que le comunicaba Jesucristo.

De todas las menciones que se hacen sobre Pablo, se deduce que este era un sujeto de aspecto desagradable. El mismo dice en I, 8 Corintios 15 en el Libro apócrifo "Los Hechos de Pablo" (2,3) donde se describe como: “de pequeña estatura, escasos cabellos, piernas arqueadas, cejijunto, nariz aguileña...”, lo cual es ratificado por Juan Crisóstomo en "Principes Apostolorum", (siglo IV), quien confirmó que Pablo era de baja estatura: dijo que tenía tres codos de altura, es decir, metro y medio.

Esto, más el hecho de mencionarse en sus escritos una gran cantidad de dolencias y trastornos, como algunos dolores que decía eran crónicos, (Galatas 4,13,14) con pérdida de visión y del conocimiento que a veces le impedían caminar y lo postraban, más su tartamudeo y su forma imprecisa de escribir, que hacían que Pedro desconfiara de las noticias que daba en sus cartas, muchos especialistas médicos, en distintas locaciones y fechas, han llegado a la conclusión que tales males calzan con un diagnóstico de enfermedad mental, tal vez un rasgo epiléptico, de donde provenían sus recuerdos confusos y ausencias con ataques espasmódicos involuntarios, de donde se desprenden sus alucinaciones ópticas y auditivas, que luego son descritas típicamente por estos enfermos como visiones celestiales, mensajes del más allá o visiones divinas.

La tesis de que se trataba de epilepsia clásica, propuesta ya por K. L. Ziegler, fue sostenida por Krenkel en 1890 con argumentos muy convincentes. Esta tesis la han mantenido muchos exégetas y médicos. Se ha recordado casos análogos, en los que al mal clásico se añadían manifestaciones histeriformes, de carácter místico-alucinatorio. Se cita a Julio César, Mahoma, Cola di Rienzo, Fernando el Católico, Cromwell, Pedro el Grande, Napoleón; todos ellos tuvieron visiones o audiciones de carácter neuropático.

En 1987, D. Landsborough publicó un artículo en la Revista de Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría , en la que afirmaba que la experiencia de conversión de Pablo, con la luz brillante, la pérdida de la postura corporal normal, un mensaje de fuerte contenido religioso y su ceguera posterior, sugirió que fue “un ataque de epilepsia del lóbulo temporal”, tal vez terminando en una convulsión ... La ceguera que siguió era tal vez post-ictal.
De hecho, en la antigua Irlanda se llamó a la epilepsia "Saint Paul's disease" -"Enfermedad del Santo Pablo".

Otra posibilidad que se baraja es que Pablo es muy probablemente descendiente de Herodes el Grande por parte de su abuela Mariamna y su hija Cypros II, madre de Saulo y de su hermano Costobaro II. Por lo tanto es a través de su madre por donde le ha llegado la triste condición de sifilítico hereditario, muy común en esa época. Ésta le habría predispuesto a Saulo un clima psíquico abierto de antemano a diversas formas alucinatorias, una distrofia ocular (se nos dice que bizqueaba), y ósea, que generalmente afecta a los miembros inferiores y produce tibias en forma de “hoja de sable” (tenía las piernas torcidas, como también se nos dice).

En su estadio secundario el enfermo sufre lesiones cutáneas y mucosas, la más corriente es la roseóla y trastornos de las faneras, como la caída de los cabellos (Pablo se quedó calvo a muy temprana edad).
En el estado terciario la sífilis presenta gomas, duras e indoloras, ulceraciones profundas de la dermis, accidentes mucosos, sobre todo en la boca (gomas, manchas blancas). El enfermo es repelente. Y el propio Saulo-Pablo nos dice que fue víctima de una enfermedad que causaba asco.
En cuanto a las “audiciones” de voces diversas, no olvidemos que en el caso de lesiones sifilíticas que se producen en el aparato auditivo (laberinto, caracol), el enfermo es objeto de alucinaciones auditivas que vienen a añadirse a las alucinaciones visuales. El delirio de grandeza se convierte entonces en teomanía y el enfermo se toma por un nuevo profeta o por la reencarnación de un apóstol, o incluso del propio Dios.

Por el tipo de vida social que llevaba, por el área que abarcaban sus conocimientos, era imposible que Pablo ignorase la vida y obra del Faraón del Antiguo Egipto, que era considerado “hijo de Dios”, pues son su historia y características las que coloca en la personalidad de Jesús. El Faraón era a la vez humano y divino y mediaba entre Dios y el hombre tal como Jesús; era hijo de madre virgen y su concepción le fue anunciada a esta con antelación; resucita y asciende a los cielos como Jesús. La oración que se dice creó y dictó el propio Jesucristo, el conocido Padrenuestro, que con algunas variantes se recita hasta nuestros días, se encuentra casi textual en un texto egipcio ¡del año 1.000 a. de C.!, conocido como “Oración del ciego”.
Así nos lo cuenta Llogari Pujol, teólogo catalán, especialista en textos bíblicos y egipcios, quien luego de ser sacerdote, apasionado por la vida de Jesús, decide hacerse teólogo, recibiéndose en la Universidad de Estrasburgo. No contento con las explicaciones e interpretaciones bíblicas, decide conocer las fuentes de donde provienen, para cuyo efecto estudió demótico en la Sorbona, estudiando durante diez años los textos sagrados en su lengua original.

Así fue como descubrió el escrito egipcio del año 550 a de C., escrito en demótico titulado El Cuento de Satmi. Allí para su desencanto, pudo comprobar que los evangelistas solo copiaron los textos egipcios. Tal situación lo enfermó y le hizo perder la fe.
Dejó el sacerdocio y se casó posteriormente con la historiadora Claude Brigitte Carcenac. Ambos escribieron un estudio muy exhaustivo de literatura comparada de la religión Egipcia y Católica, bajo el nombre de “Jesús, 3000 años antes de Cristo. Un faraón llamado Jesús”, el cual descubierto por un editor se constituyó en un verdadero best seller. Allí podemos leer un escrito egipcio en demótico del año 550 a. de C., “El cuento de Satmi”, que dice a la letra: “La sombra de Dios se apareció a Mahitusket y le anunció: Tendrás un hijo y se llamará Si-Osiris” de la misma manera que el Angel de la Anunciación se presentó ante María. En el mismo cuento el joven Si-Osiris a los 12 años discute sin complejos con los sabios del templo y se muestran los grabados egipcios donde repetidamente está la imagen de un sacerdote bautizando al faraón con agua del Nilo.

En un bajo relieve del año 300 a. de C. el rey Tolomeo postrado ante la diosa Isis le dice: “Te daré todos los reinos de la Tierra”. En el Evangelio, Satanás habla con Jesús tentándolo y repite este texto palabra por palabra. El Dios cocodrilo Sobk en “Los textos de las Pirámides” del año 3.000 a. de C. crea de la nada pescado y pan blanco que da a la gente de la orilla del lago Faiun, como lo hace Jesús en el milagro de la multiplicación del pan y los peces.

Osiris, también divinidad del trigo, al morir cada año permitía a los egipcios alimentarse con su cuerpo (el pan). Y en los “Textos de las Pirámides” se le llama también “Señor del vino” por que da a beber de su sangre en una copa a Isis, para que ella le recuerde tras su muerte, similar al ritual de la última cena. También existía un ritual de “resurrección” del faraón muerto, tras lo cual “ascendía a los cielos”…
La importancia de este estudio comparado de ambas religiones es realmente impactante, ya que es la primera vez que se exponen a la luz pública en paralelo, el texto del relato de los evangelistas y también el Antiguo Testamento y a su vez, el texto egipcio de donde fue copiado prácticamente a la letra, cambiando solo los nombres y algunos pormenores, no quedando entonces ninguna duda, absolutamente ninguna, que se trata de una falsificación documental. Esta teoría en todo caso no es nueva, viene caminando desde hace siglos, donde los estudiosos del tema inexorablemente han llegado al mismo razonamiento; la novedad entregada por Pujol son las pruebas fehacientes, una a una de cómo y donde ocurrió este plagio.

El señala los textos que fueron copiados, menciona su nombre y luego cita donde fueron trasladados cambiando solo unas palabras y luego los pone uno al lado del otro para que aquellos que hoy persisten en afirmar que estos Evangelios del Nevo Testamento y numerosos pasajes del Antiguo Testamento fueron "inspiración divina y dictados por Dios directamente a los evangelistas y a patriarcas bíblicos", es un gran y tremendo embuste, que ya no puede sostenerse impunemente, porque quienes lo hacen están mintiendo, engañando a la pobre gente crédula que ha tenido fe en una engañifa inventada por la clase clerical, para conseguir poder y riquezas.

La conclusión del teólogo bíblico Pujol expresada y demostrada en su libro es taxativa: Los Evangelios fueron compuestos por eruditos sacerdotes judeo-egipcios del templo de Serapis en Sakkara (Egipto): tradujeron palabra por palabra textos egipcios. Pondremos aquí, a manera de ejemplo cómo ocurre tal adulteración, citando uno de las docenas de ejemplos que Pujol entrega en su obra:

Cuento de Satmi. Ahora bien, Satmi se acostó una noche y soñó que se le hablaba diciéndole: Mahituaskhit, tu mujer ha concebido de ti. Al niño que dará a luz, se le llamará Sen-Osiris. Cuando Satmi se despertó de su sueño después de haber visto estas cosas, su corazón se alegró mucho. Cumplidos los meses de gestación, cuando el tiempo de dar a luz llegó, Mahituaskhit dio luz un hijo varón. Se le comunicó a Satmi y él le llamó Sen-Osiris, según se le había dicho en el sueño.

Evangelio de Mateo 1,20-25. "A José, en sueños, apareció el Ángel del Señor que le dijo. Toma en tu casa a María, tu esposa; lo que se engendró en ella es del Espíritu Santo. Darás a luz un hijo, le pondrás por nombre Jesús por que él salvará a su pueblo Despierto José de su sueño, llegó el tiempo de dar a luz, (María) dio a luz a un hijo y él (José) le llamó Jesús".

Mahituaskhit significa: llena de gracia. Sen-Osiris significa: hijo de Dios.

Este paralelismo entre las enseñanzas de varias de las religiones es innegable y aunque este hecho ha provocado grandes distensiones entre ellas en el pasado, no se puede negar la realidad. Y si ello se ha conseguido hasta el momento, ha sido solo porque quienes aparecen en el último lugar en hacer acto de presencia en esta cadena de copiarse unas a otras, como es el caso del cristianismo, han recurrido para cegar a sus fieles y evitar su decepción sino su dispersión, a una tenaz técnica de lavado de cerebro mediante una doctrina del terror que se perfila desde los primeros tiempos y tiene su auge en la Edad Media con la instauración de la Inquisición, fórmula donde el catolicismo consigue todo el poder material sobre el mundo conocido, coartando las libertades individuales y las del pensamiento ilustrado, para someter a sus fieles inculcándoles que el artículo de la fe es superior al conocimiento, a la información y a las ciencias.
Cualquier persona puede hoy comprobar fácilmente el extraordinario parecido, hasta en la confección de las frases de la mayoría de lo que se narra en los Cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, en particular la similitud del contenido del Evangelio de Lucas con la doctrina Budista. Para los expertos bíblicos, no cabe duda que el primer Evangelio que se escribió fue el de Lucas, que era seguidor de Pablo y oficiaba como su secretario, haciendo la debida acepción que ninguno de estos cuatro Evangelios fue escrito por tales apóstoles, que en su mayoría estaban muy ancianos o muertos para cuando fueron redactados alrededor del año 100 d. de C. , los cuales, no aparecieron al conocimiento público sino ciento setenta años después de la muerte de Cristo. Además, tales escritos, no tienen respaldo pues solo se han podido cotejar copias de ellos sin que exista un original y siempre han sido considerados como de autores anónimos. Posteriormente como ya hemos señalado, la autoridad eclesiástica, en cumplimiento a mandatos de sus Concilios decidió ponerles el nombre que ahora llevan.

Curiosamente, en el decurso de la historia, casi todas las religiones se han acusado unas a otras de haberse copiado su doctrina, lo que confirma que casi todas ellas tienen un modelo común, viniendo a ser la primera de todas, la egipcia. Esta similitud de ritos y ceremonias entre ellas, fue notada tempranamente por Heródoto (485-425 a. de C.), quién escribió: "Los egipcios fueron los primeros en descubrir el año, el cual dividieron en 12 meses... Los egipcios fueron los primeros en introducir los nombres de los doce dioses y los griegos tomaron prestados estos nombres de ellos; fueron los primeros en asignar altares, imágenes, y templos a los dioses, y esculpir figuras de animales en la piedra... Los egipcios fueron también los primeros que introdujeron festivales públicos, procesiones, y plegarias solemnes. Los egipcios fueron los primeros en afirmar (la doctrina) que el alma del ser humano es inmortal". (Bk, II, 4, 58).

Osiris siempre fue el modelo principal del resto de las religiones. Era adorado en el monte de Rhakotis, y era la más festejada de las deidades egipcias. Los griegos en particular sostenían este punto de vista y habían identificado a Osiris, Dios del mundo después de la muerte con su Dionisos, que era el Dios de los misterios y también del vino. A él se le añadió el Dios toro Apis, de Menfis, cuyo culto había sido recientemente revivido, y de sus nombres se formó el compuesto, Serapis. Pero mientras los orígenes y el nombre del nuevo Dios eran egipcios, su apariencia y atributos eran griegos.

La idea que una religión es falsa y otra verdadera es esencialmente cristiana y jamás se les ocurrió ni a egipcios ni griegos que vivían juntos en Alejandría. Cada uno adoraba a sus propios dioses, a la vez que hablaban su propio lenguaje, pero nunca pensaron que los dioses de sus vecinos no existían, y querían creer que podrían ser sus propios dioses bajo otros nombres. Interesante resulta conocer de primera mano la opinión del Emperador Adriano, respecto a esta confusión de dioses y de quienes los adoraban. (Extractada de The Scriptores Historiae Augustae, Harvard, Heinemann, 1932, con una traducción al inglés por David Magie, en 3 volúmenes, III, págs. 399-401.)

... Yo (Flavius Vopiscus de Siracusa) citaré una de las cartas de Adriano (emperador romano 117-138(76-138. De Hadriano Augustus para Servianus el Cónsul, saludos.

“La tierra de Egipto, las excelencias de la cual me has relatado, mi querido Serviano, he encontrado que es totalmente fácil de convencer, inestable, y soplada por cada aliento de rumor. Aquellos que adoran a Serapis son, de hecho, cristianos, y aquellos que se llaman a sí mismos obispos de Cristo son, de hecho, devotos de Serapis. No hay ningún jefe en la sinagoga judía, ningún samaritano, ni presbítero cristiano, que no sea astrólogo, ni adivino, ni ungidor. Incluso el patriarca mismo, cuando viene a Egipto, es forzado por algunos para que adore a Serapis, por otros para adorar a Cristo. Son los compañeros de conspiradores, muchos engañadores, la mayoría dados a la injuria; pero su ciudad es próspera, rica, y fructífera, y en ella no hay vagabundos. Algunos son sopladores de cristal, otros hacen papel, todos son por lo menos tejedores de lino o parece que pertenecen a un arte o a otro; los cojos tienen sus ocupaciones, los eunucos los suyos, los ciegos los suyos, y incluso los mancos no son mendigos. Su dios es sólo el dinero, y es lo que los cristianos, los judíos, y, de hecho, todas las naciones adoran..."
Las enseñanzas del Buda guardan una sorprendente semejanza con las enseñanzas contenidas en "El Sermón de la Montaña" del Evangelio de Lucas: Amar nuestros enemigos, bendecir a quienes nos maldicen, hacer el bien a quienes nos odian, poner la otra mejilla, dejarle el abrigo a aquel que lo ha tomado, dar todo a aquel que lo pide, no sólo son enseñanzas de Jesús, sino que son preceptos enseñados y practicados con extremo rigor por el Buda. Todo aquello dicho por Jesús acerca de la renovación moral de la vida se encuentra en las enseñanzas del Buda, y todo lo que él expresó fue anunciado en el Mahayana.

Todo El Sermón de la Montaña, guarda un paralelo muy cercano en su contenido y presentación con la literatura temprana budista. Varias parábolas que aparecen en los Evangelios han sido claramente adaptadas de los sutras budistas incluyendo al Sutra del Loto, de las cuales una de las más notables es la del "hijo pródigo". Al margen del hecho de que Shakyamuni, el Buda fundador del budismo en este mundo, precedió a Jesús cientos de años, un importante estudio realizado por Zacarías Thundy dice: "sin lugar a dudas, los textos básicos y tradiciones budistas datan de mayor antiguedad que los escritos cristianos similares en contenido, y que los prestamos se dieron de forma abrumadora en la mayoría de los casos del este por parte del oeste, en vez de lo contrario."

El concluye que la fuente de la gran mayoría de las historias acerca de la infancia de Jesús se encuentran fuera de la tradición judaica y que esta influencia foránea se halla desde el principio en los escritos de los evangelios calcados de la infancia del Buda. Aun el concepto de la inmaculada concepción y el nacimiento sin pecado figuran en el Budismo... Nos dice, examinemos un episodio en particular para ilustrar el grado en el cual ambas historias son similares. En algunos textos budistas antiguos, la habilidad de caminar sobre el agua está listada entre las muchas habilidades mágicas del Buda. Debido a que estos dos episodios referentes a caminar sobre el agua, mantienen elementos comunes, los mismos son comparados a continuación:

Ambos, Jesús y el Buda están sólos en un lugar solitario. Ambos están dedicados a prácticas religiosas. (oración-meditación). Ambos se pasean sobre el agua, lo cual es descrito en los mismos términos en lenguas pali y griega. Ambos caminan sobre aguas enfurecidas y turbulentas. Ambas historias giran y centran su atención en el discípulo/s. En el agua se encuentra un bote lleno de hombres. Quienes se encuentran en el bote se sorprenden ante el hombre caminando sobre el agua. Ellos no conocen al hombre que camina sobre el agua y le interpelan. Tanto Jesús como el Buda se identifican a sí mismos con "Soy yo", o "Yo soy" (el que soy).

El indica los siguientes descubrimientos al comparar los textos: Los hombres quieren subir al hombre que camina sobre el agua a su bote. Jesús y el Buda entran al bote. Uno de los discípulos (Pedro/ Shariputra) trata de caminar sobre el agua. Ni Pedro ni Shariputra tienen éxito. Shariputra pierde la concentración y comienza a hundirse; Pedro se hunde debido a su falta de confianza.

Por su parte el doctor Christian Lindtner ha realizado amplios análisis linguísticos comparativos de la versión en griego del Nuevo Testamento con textos budistas, especialmente el Sutra del Loto, en su forma original en sánscrito. El señala que debido a que ambas son lenguas indoeuropeas, la comparación puede hacerse en forma directa. El indica los siguientes descubrimientos al comparar los textos: "Los Evangelios del Nuevo Testamento podrían muy bien ser descritos como "copias piratas" de los sutras budistas; Los Evangelios imitaron las palabras, sílabas y consonantes del sánscrito original".

Y si este Pablo erudito y astuto no supo de la historia de Osiris, de su infancia que luego aparecerá superpuesta como de Jesús en los Evangelios de Mateo y Marcos, o de la niñez y vida de Buda que comentamos, tiene que haber sabido de Attis, Dionisio, Krishna o Mitras, entre varios otros, quienes en su mayoría fueron divinidades anteriores a Cristo, todos quienes, en un análisis de su trayectoria, curiosamente compartieron exactamente los mismos atributos que estos evangelistas y el mismo Pablo adosaron maliciosamente a Jesús de Nazareth en tales Evangelios, pero achacando estas doctrinas milenarias a revelaciones misteriosas donde Jesucristo, -como en el Antiguo Testamento lo hacía el Dios Padre o el llamado Espíritu Santo-, le confidenciaba a los patriarcas judíos sus cuitas, mostraba su malestar y expresaba sus deseos siempre escondido en una nube, tras una montaña o haciendo tronar su voz entre rayos y truenos, que la gente de aquel tiempo al parecer libre de malicia o suspicacia, creía inmediatamente y tenía tales manifestaciones por divinas y por ello, por ciertas y verdaderas.

Estos dioses de estas religiones hebrea, islámica y cristiana, y seguro de otras también, les hablaban, les susurraban cosas en los sueños, les dictaban a su cerebro ciertas instrucciones, se les aparecían en los caminos solitarios, les relataban algunos importantes acontecimientos. Estas eran las “revelaciones”, que cualquier psicólogo hoy en día puede explicar a los interesados, quizás la naturaleza de su procedencia y en que tipo de personalidades suelen ocurrir estas alucinaciones.

Extrañamente, estos dioses tan reveladores y amigos de enviar este tipo de mensajes y órdenes, cesaron de hacerlo desde esos primeros siglos y ya la humanidad ha dejado de enterarse, al menos por este novedoso método, de estas extraordinarias confidencias divinas. También resulta insólito establecer, que la mayoría de las doctrinas teológicas, a falta de un fundamento más sólido, descansan en esos relatos antiguos, transmitidos de la boca al oído, extractados de leyendas y mitos milenarios, repetidos en religiones y sectas anteriores que ya habían perdido vigencia, que fueron remozadas por escribas hábiles, que cortaban, agregaban o inventaban frases e ideas, que seguramente nunca pensaron que sus descendientes achacarían como dichas por el Dios; y que si lo pensaron, demostraron ser muy sutiles conocedores de la mente humana, tan llevada de comulgar con "ruedas de carreta".


Adjuntamos un pequeño paralelo de estas divinidades cuyas vidas es imposible que no hayan sido conocidas por los religiosos de los primeros siglos, puesto que eran los credos de sus padres y abuelos, ni desconocidas por la casta sacerdotal, existiendo certeza que fue discutida y analizada posteriormente en sus Concilios por las Iglesias cristianas. No hay duda que lo hicieron, pero jamás lo mencionaron. Antes bien, ocultaron estas informaciones, las prohibieron, dictaron bulas diciendo que eran pecado. Sobre cada templo de estas culturas antiguas, el cristianismo edificó una iglesia encima, para mostrar su superioridad, distorsionando su doctrina para confundir a sus antiguos seguidores. El cristianismo es la única religión de la historia que ha sostenido que su Dios es el único verdadero, condenando a los otros dioses como paganos y fruto de cultos de Satanás. Soterraron la cultura y el conocimiento, filtraron lo que la gente debía o no saber, manipularon estas doctrinas de los dioses a los que denominaron paganos incorporandolas a su doctrina, pero por sobre todas las cosas le mintieron a la gente diciéndoles que eran "la palabra del Dios Único".

Osiris-Horus, (Mitología egipcia, dios muy antiguo, ya conocido en la época predinástica. 5500 – 3050 a. de C.)
Fue asesinado y resucitó como inmortal del vientre de Isis con el nombre de Horus. Se le Llamó KRST el ungido. Nacido de la Virgen ISIS-MERI un 25 de diciembre en un pesebre. Su nacimiento fue anunciado por una estrella y asistido por tres hombres sabios, (Reyes Magos). Su padre terrenal se llamaba “Seb" que traducido es José. *A los 12 años enseñaba en el Templo y a los 30 años fue Bautizado. Su bautismo se efectuó en el río Larutana, (río Jordán), por Anup el Bautista, quien fuera decapitado (Anup se traduce como Juan). Hizo milagros y exorcizó a los demonios. Caminó sobre el agua. Fue traicionado por Tifón, crucificado entre dos ladrones el 17 de Athry. Sepultado en una tumba y al tercer día (19 de athry) resucitó. Sus discípulos a su muerte y resurrección celebraban cada año en el equinoccio invernal (- Pascua-). Denominado “El camino de la Verdad y de la Luz", “El Mesías", “Dios convertido Hombre", “El Hijo del Señor", “El Verbo hecho carne", “La Verdad de la Palabra". - Dios le dice a la madre de Horus "Vente Isis diosa, escóndete con tu hijo." Un ángel le dice al padre de Jesús : "Levántate y toma al niño y a su madre y huye a Egipto." Pausa en la historia de su vida: No hay datos entre las edades de 12 y 30 años. - Edad del bautismo: 30.

Krishna, India: (Según la tradición hindú nació en el año 3228 a. C.)
Su Natividad fue anunciada por una estrella. Krishna fue hijo de la Virgen Devaki, en una cueva, que al momento de su nacimiento fue milagrosamente iluminada por una estrella. Las vacas adoraron su nacimiento. Hay un tirano llamado Kansa que le destronará, que al enterarse en sueños de tal nacimiento, intentó buscar al Cristo Hindú ordenando asesinar a todos los niños varones nacidos esa misma noche. Krishna viajó mucho cumpliendo varios milagros; resucitó muertos, sanó leprosos, sordos y ciegos. Un día que se enfadó con sus seguidores se les aparece con el rostro rodeado de tanta luz que estos no pueden resistirlo. A raiz de este hecho le llamaron JEZCUS CRISTNA (nacido de la pura esencia divina). La crucifixión de Krishna es representada por medio de una cruz y sus brazos extendidos, atravesado por una flecha colgando de la cruz. Krishna fallecido descendió a los infiernos, pero definitivamente al tercer día ascendió a los cielos. Según Bhagavata Purana algunos creen que Krishna nació sin una unión sexual, por "transmisión mental" de la mente de Vasudeva en el útero de Devaki, su madre. - Cristo y Krishna se hacen llamar Dios y el Hijo de Dios. Ambos fueron enviados desde el cielo a la tierra en forma de un hombre. -Ambos fueron llamados Salvador, y la segunda persona de la Trinidad. Krishna también tuvo un padre humano adoptivo y fue también un carpintero. - Ambos fueron visitados en su nacimiento por hombres sabios y pastores - Tanto Cristo y Krishna se retiraron al desierto a ayunar al ser adultos. - Jesús fue llamado "el león de la tribu de Judá." Krishna fue llamado "el león de la tribu de Saki." - Ambos dijeron: "Yo soy la Resurrección" - Ambos vivieron " sin pecado ". - Ambos eran hombres-dioses: seres considerados humanos y divinos. - Uno de los primeros milagros de ambos fue curar un leproso. - Ambos echaron fuera demonios y resucitaron a los muertos. - Los dos seleccionaron discípulos para difundir sus enseñanzas. - Ambos celebraron una última cena. - Ambos perdonaron a sus enemigos. - Ambos fueron crucificados y resucitaron. En la antigua India hubo más de un Dios redentor, Vischnu se encarnó nueve veces, tomando forma humana para redimir a la humanidad. En la octava se encarna en Crishna y en la novena en Buda.
Zoroastro o Zarathustra (en avéstico): Se estima que nació entre el principio de primer milenio y el siglo VI a. C
Zoroastro nació de una virgen inmaculada y "la concepción fue por un rayo de la razón divina." Fue bautizado en un río. En su juventud los hombres letrados se asombraban con su sabiduría. Fue tentado en el desierto por el demonio. Comenzó su ministerio a la edad de 30. -Zoroastro fue bautizado con agua, fuego y viento santo. Expulsaba a los demonios y restauró la vista a un ciego. Él enseñó sobre el cielo y el infierno y reveló los misterios, incluyendo la resurrección, el juicio, la salvación y el Apocalipsis. Tenía una copa sagrada o grial. Fue asesinado. Su religión tenía una eucaristía. Él era el Verbo hecho carne. - Los seguidores de Zoroastro esperan una "segunda venida" del salvador, que ha de venir en 2341, inaugurando una época dorada.

Buda: (566 y 478 a. C)

Nacido de la Virgen MAYA un 25 de diciembre; anunciado por una estrella y concurrida por hombres sabios con costosos regalos (Reyes Magos). Sanó a personas enfermas. Caminó sobre las aguas. Alimentó a 500 personas con una pequeña cesta de bollos. Obligó a sus seguidores a la pobreza y a renunciar al mundo terrenal. Muerto, fue sepultado y resucitado entre los muertos luego de que su tumba fuera abierta por una fuerza sobrenatural. Seguidamente ascendió hacia los cielos.

Denominado “El Buen Pastor", “Carpintero", “Alfa y Omega", “Portador del libre Pecado", “Maestro", “La Luz del Mundo", “Redentor", etc. Escoge para nacer una casta principesca (como Jesús. Fue tentado varias veces por el demonio pero salió victorioso de ellas. El más celebre de sus discursos fue «El sermón de la montaña», (como el de Jesús según Mateo); tuvo su discípulo traidor y dos discípulos diametralmente opuestos, lo mismo que Pedro y Juan. Después de su muerte se aparece a sus discípulos en forma luminosa con la cabeza rodeada con una aureola. En el budismo se encuentran todas las prácticas religiosas del cristianismo y cuando los misioneros católicos se encontraron por primera vez con los monjes budistas, creyeron en un engaño del diablo. Ambos acudieron a sus templos a la edad de doce años, y se dice que asombraron a todos con su sabiduría. Ambos supuestamente ayunaron en soledad durante mucho tiempo: Buda durante cuarenta y siete días y Jesús durante cuarenta. Ambos tenían de la misma edad cuando comenzaron su ministerio público: "Cuando él [Buda] fue de nuevo al jardín vio a un monje que estaba en calma, tranquilo, dueño de sí mismo, sereno y digno. El príncipe, decidido a convertirse en un monje, fue llevado a hacer la gran renunciación en el momento en que fue veintinueve años de edad..." "Jesús, cuando comenzó su ministerio tenía unos treinta años de edad." (Lucas 3:23). Ambos fueron tentados por el diablo al comienzo de su ministerio, (lado oscuro en el caso de Buda): A Buda le dijo: "No vayáis a adoptar una vida religiosa sino vuelve a tu reino y en siete días te convertiré en emperador del mundo, viajando por las los cuatro continentes. A Jesús le dijo: Todos estos reinos [del mundo] Yo te daré, si te postras y me adoras (Mateo 4:9). Buda respondió : "Alejate de mí.". Jesús respondió: "... "!Vete, Satanás!" (Mateo 4:10). Ambos se esforzaron por establecer un reino de los cielos en la tierra. De acuerdo con el Somadeva (un libro sagrado budista) Buda dijo: "Si el ojo ofende al asceta Budista, arráncalo y échalo fuera". Jesús dijo: "Si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo lejos." (Mateo 5:29).

Dionisio, Grecia. (Mitología Griega; de 1000–800 a. C. en adelante)

Nacido de una Virgen un 25 de diciembre y en un Pesebre. Llevó a cabo diferentes milagros. Realizó una procesión triunfal montado en un burro. Transformó agua en vino. Dio de comer alimento sagrado a sus seguidores y recibieron así el cuerpo del Dios. Resucitó entre los muertos un 25 de marzo. Es identificado con el símbolo del carnero y el cordero.*Denominado como “Rey de Reyes", “El Unigénito de Dios", “El Redentor", “El Salvador", “El Alfa y el Omega".

ATTIS, Frigia. (Mitología Griega; de 900–800 a. C. en adelante)

Nacido de la Virgen NANA un 25 de diciembre. *Poseía una doble Divinidad, Padre e Hijo Divino. Fue un Salvador, crucificado en un árbol para la salvación de toda la Humanidad. Fue enterrado pero al tercer día sacerdotes encontraron su tumba vacía. Resucitó entre los muertos (un 25 de Marzo). A sus Discípulos se les bautizó en nombre de su sangre, de tal modo que sus pecados fueron lavado, y sus seguidores se declararon “Haber nacido nuevamente". Sus fieles comieron pan y comida sagrada, creyendo haber recibido el cuerpo del Salvador. Denominado como “Buen Pastor", “El Supremo Dios", “El Unigénito Hijo de Dios”, “El Salvador”.

El "Viernes Negro" fue crucificado en un árbol, de donde su santa sangre corrió a redimir la tierra. Descendió a los infiernos. Era un rey sagrado matado y devorado en un ritual eucarístico de la fecundidad y la purificación. (Símil de “El cuerpo y la sangre” de cristo que comen los cristianos) Él era el Dios de la Vid, y convirtió el agua en vino. Por su sacrificio recibió el titulo de "El hombre joven del Árbol" porque fue colgado en un árbol o crucificado

Mitra, Persia: Mitras nació un 25 de diciembre, en una cueva, hijo de una Madre Virgen.

Mitra descendió del cielo como hombre para salvar a la Humanidad de sus pecados, siendo conocido como “El Salvador" “El hijo de Dios", “El Redentor", “El Cordero de Dios". Mitra viajó junto a doce discípulos convirtiéndose en un maestro e iluminador de los hombres. Fue sepultado en una tumba, de la cual resucitó de entre los muertos. Las Sagradas comidas, pan y agua, o pan y vino, son simbólicamente el cuerpo y la sangre del sagrado Tauro (Dios). Los festivales Mitraicos eran dos, uno hacia el solsticio de invierno (nacimiento), y otro hacia el solsticio de primavera que simboliza a su muerte y resurrección...

Como se puede colegir y también corroborar personalmente después de estos antecedentes, la filosofía cristiana no es exclusiva ni novedosa, sino más bien repetitiva y evidentemente plagiada de otras religiones, de las cuales se extractó el concepto, las frases y las leyendas. Todos los libros del Nuevo Testamento, parafrasean estas antiguas creencias, las adornan y enriquecen situándolas en locaciones distintas, pero son más de lo mismo. Por boca de Jesús y en palabras puestas por los Evangelistas, solo hay frases copiadas y expresadas siglos antes por otros iluminados elevados a la categoría de divinidades.

La segunda característica de estos escritos del cristianismo, es que pretenden antes que entregar conceptos doctrinarios, ser continuistas del discurso que se desprende del Corpus del Antiguo Testamento de los judíos, para ya no solo adoptarlo, sino para hacerlo suyo, para apropiárselo y acoplar a ese ambiguo y terrorífico reinado espiritual del Dios judío de la leyenda que allí se presenta, un nuevo lenguaje, introduciendo otras figuras más amables, más cercanas, configurando un correlato más coherente que entregue sentido y razón de ser a esos viejos y manidos manuscritos, que parecían estar esperando que finalmente se pusiera un corolario a tantas historias truncas, promesas incumplidas y esperanzas lanzadas a los cuatro vientos...

Ese Antiguo Testamento hablaba de un Mesías, que conduciría los destinos del pueblo de Israel y los profetas advertían de las características y señales que lo rodearían para ser reconocido como verdadero. Los autores del Nuevo Testamento, tuvieron buen cuidado en sus diferentes Evangelios de ir fabricando estas pruebas, de manera tal, que no hubiese duda que este Mesías era Jesús, en un intento postrero de convencer al pueblo judío de creer en el Jesús Cristo, este dios humanizado crucificado en la cruz.

Por desgracia para esos mesiánicos cristianos, como hemos señalado, tales escribas que confeccionaron tales evangelios, (me estoy refiriendo a los Evangelios que Constantino colocó en la religión católica como los únicos verdaderos) muchos de ellos enmendados en tiempos recientes, nunca pudieron cumplir con su objetivo, construyendo explicaciones burdas y las más de las veces inverosímiles, con el fin de lograr las coincidencias señaladas. El resultado ineludible para cualquier persona medianamente cultivada, es concluir que tanto este Mesías llamado Jesús, como la historia de su vida que nos venden en tales Evangelios, junto a profecías que van desde la promesa de un Edén eterno que nos hará inmortales, a la fulminación de la raza humana como se profetiza en ese holocausto espeluznante del Apocalipsis, fue fabricado pacientemente durante siglos en base al saqueo intelectual de otras filosofías preexistentes, material que ha estado en constante reprocesamiento para ser conteste a la exigente sed de saber de todas las generaciones, en cuyo proceso y manipulación por humanos, nadie puede dejar de entender, y que es, que no existe chispa ni atisbo de inspiración divina, que es el sello de calidad que siempre se ha promocionado en este producto estrella de las iglesias cristianas.

Los credos, sin excepción y en primer lugar estos que surgen inspirados en la Biblia hebra, no pasan de ser construcciones teológicas que buscaron sus Cristos en base a un simple plagio de los cultos de antiguas civilizaciones, llegando ineludiblemente a recoger al final de la cadena el culto madre, el más antiguo de todos, al parecer producido en el esplendor de la civilización Egipcia y sus dioses Isis y Osiris, de donde provienen también todas las características de estos seres mágicos y mitológicos que las generaciones han venido adorando como sus dioses. Jesús pudo haber existido realmente, nadie puede negarlo, como existieron las docenas de Mesías que registra la época, muchos de ellos llamados igualmente Jesús, así como varios de sus apóstoles y otros personajes de su familia que se mencionan y hasta pudo llegar a ser crucificado, a pesar de la orfandad de registros de todo ello.

Ese es el Jesús histórico, con sus apóstoles y familia histórica. Pero el Jesús mitológico es el creado siglos después, al que se le superponen cualidades y atributos que no tuvo, adosándosele leyendas y trozos de vivencias que le hacen aparecer como un dios. Este es el Jesús que creo Pablo y que luego fue remodelado por el Emperador Constantino cuando creó la Iglesía Católica Romana, y que fue perfeccionado después de ese famoso Concilio de Nicea por varios otros que le siguieron a lo menos por dos siglos. Allí también se modeló el culto de María, inexistente hasta entonces. Este Jesús histórico no no es descendiente de la rama de David, no nació de una mujer virgen ni de un Dios, no hizo milagros ni resucitó ni ascendió a los cielo. Tal vez fue solo un mago, uno de los tantos que enseñaba trucos de sanación en esa tierra de supersticiones y profetas, que ofertaba paraísos y vendía ilusiones a cambio de techo, abrigo y un poco de pan. El Jesús en que creen los cristianos es el Jesús mitológico.

Cuando Pablo murió por decapitación alededor del año 67, según la tradición, (que es la palabra que usa el catolicismo cuando no puede usar la palabra historia) la cabeza rodó por el suelo y dió tres botes en el suelo. Pues bien, allí donde chocó se dice que surgieron tres vías de agua... No debe ser cierto, ya que no sabemos de ningún lugar parecido donde la Iglesia tenga instalado su negocio de "venta de agua pablina".

Uno de sus biógrafos, E.B. Allo, creyente convencido y por tanto sin afán de investigar las raíces del mito, escribió en 1942 en su Biografía del Apóstol Pablo:
"Según la opinión común de los cristianos, Pablo fue el primero entre los ejemplos sagrados que nos entregó la Forma de Cristo, luego de Cristo y al lado de Pedro. Pablo fue el segundo fundador de la Iglesia. Fue el hombre perfecto, el cristiano perfecto, el apóstol perfecto.

Cuando uno lee estas cursilerías, no puede dejar de pensar cuanta razón tenía Marx cuando expresó la famosa frase que le costó la excomunión y la ira de la Iglesia Católica de que :"La religión es el opio de los pueblos" .

La cita en cuestión que aparece en 1943 en el escrito de Marx Contribución a la Crítica a la Filosofía del Derecho de Hegel, expresa en verdad lo siguiente:

"La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo".