martes, 29 de diciembre de 2009

La Alquimia, el secreto olvidado.

Si hay algo nebuloso, quizá difuso pero enteramente misterioso y enigmático entre todas las disciplinas y ciencias que el hombre en su deambular civilizador se ha impuesto como caminos del pensamiento ilustrado, es sin duda alguna la Teoría Alquímica, cuya finalidad era lo que los entendidos llamaban La Gran Obra, la búsqueda de la Piedra Filosofal.

Por que a fin de cuentas –y esto es una pregunta abierta- ¿qué es lo que se entiende por Alquimia?, ¿qué es lo que la gente común sabe sobre esta disciplina..? Y la respuesta es obvia, a pesar de las definiciones de diccionarios y enciclopedias: nada, o casi nada o más bien, para no dejar fuera al porcentaje que si tiene alguna idea, poco, muy poco.

No obstante es importante acotar que existe consenso en considerar que la alquimia fue la madre putativa de la mayoría de las disciplinas existentes, por el solo hecho que su data es tan antigua, que entre sus cultores principales dedicados a la investigación de diferentes fenómenos que tenían que ver con la actividad humana, encontramos a los hombres mas sabios de la antigüedad, muchos de los cuales, son considerados hasta hoy como los padres de la química, la física, la astronomía, la filosofía, la escolástica, las matemáticas y la astrología entre otras importantes ramas del saber.
Sin embargo, la imagen de esta antigua y desconcertante disciplina que nos ha legado la imaginación de artistas, escritores y retratistas, muy injusta desde luego, nos conduce a una visión equívoca, de historias añejas, especulaciones ligadas a la pseudociencia y a esfuerzos improductivos desarrollados en alguna cripta, celda o escondida gruta, utilizada como laboratorio.
Allí, un apergaminado anciano de alba cabellera y gran bonete sobre su testa, muele sustancias que cuece en vasijas y matraces curiosos en su horno acampanado, donde en medio de pinzas, tijeras, libracos arrumados y signos cabalísticos, vemos esqueletos humanos, cráneos amarillentos, animales disecados.
En el techo colgando de finas cuerdas, cuervos y otras aves consideradas de mal agüero y la infaltable lechuza de ojos vidriosos embalsamada, tradicional signo de sabiduría. En sus paredes, signos esotéricos, enigmáticos y paradójicos, sino místicos, sin que falte la estrella de Salomón, el símbolo del Cangrejo y el ternario hermético, la sal, el azufre y el mercurio.

Esta semblanza que recogemos de los grabados antiguos y de las historias urdidas por algunos cronistas, deja en la semioscuridad algo importante y de lo cual ya hacíamos mención y que es, que la aparición de la ciencia tal cual la conocemos en la actualidad, en este caso una de sus primeras manifestaciones la Química, que necesitó un proceso más lento y dilatado que otras ramas del saber, por la dificultad que significaba establecer las características y propiedades de las substancias presentes en la naturaleza, solo fue posible gracias a la Alquimia.
Por tanto, la historia de estos alquimistas, no puede considerarse sino como los primeros balbuceos del conocimiento científico. Y sus yerros, sus desviaciones a la magia, cábala y el ocultismo, que por lo demás siguen activos y presentes en la sociedad moderna, solo detalles y defectos inherentes a la naturaleza humana que poco a poco fueron dejando cabida a las verdades y teorías empíricas que posteriormente fueron perfeccionándose hasta convertirse en las leyes calificadas donde se apoya todo el desarrollo científico de la humanidad.

Conviene pues dejar en claro que la Alquimia, especialmente durante la Edad Media fue una mezcla de ciencia, filosofía y mística, dado que aún la ciencia misma no fijaba aún sus fronteras. Los alquimistas medievales pensaban que además de la posesión de los secretos de la naturaleza, sus cultores debían poseer necesariamente la pureza de su mente, cuerpo y espíritu como condición indispensable para emprender con éxito la búsqueda alquímica.
El descubrimiento de fósforo. Cuadro del pintor Joseph Wright. Momento en que el alquimista Henning Brandt se arrodilla impresionado por su descubrimiento de un nuevo elemento. Una luz brillante que ilumina su laboratorio en penumbras.

Según una versión en boga, Alquimia proviene de "Al-Khem", voz árabe que era un antiguo nombre para Egipto. Así que Alquimia puede ser entendida como "El Arte de Egipto". Otra versión explica que Alquimia es una voz que se compone de Al, artículo árabe que equivale a los artículos españoles "el" o "la", y del nombre sustantivo egipcio Kema, que significa "ciencia por excelencia". Entonces Alquimia es "la ciencia por excelencia".


El diccionario dice de Alquimia: "ciencia química medieval, cuyos grandes objetivos fueron la transmutación de los metales comunes en oro, el descubrimiento de la cura universal para las enfermedades y los medios de prolongar la vida indefinidamente."


Por su parte, el profesor J.A. Pérez Bustamante, actual catedrático de Química de la Universidad de Cádiz, en uno de sus artículos recientes frente al tema, dice que "la Alquimia constituye, por su complejidad y polifacetismo, uno de los temas del saber más humanísticos, religiosos, filosóficos, ocultistas, artesanales y hasta picarescos del pensamiento humano".
La idea principal de la alquimia medieval era que toda materia se compone de cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Según esta teoría, con la combinación adecuada de estos elementos se puede formar cualquier sustancia en la tierra. Esto incluía los metales preciosos, así como elixires para curar enfermedades y prolongar la vida. Los alquimistas creían que era posible la transmutación de una sustancia en otra, de ahí viene la típica y grosera imagen que hoy en día se tiene de ellos intentando convertir el plomo en oro.

Si rastreamos los orígenes de este dificultoso quehacer intelectual, no podremos llegar sino a la cuna misma de la civilización, el antiguo Egipto, de donde parecen surgir los rudimentos de toda nuestra cultura, o a lo menos, la fuente dispensadora de donde se esparcieron las grandes ideas al resto del mundo conocido.
En un principio, como era usual con los asuntos que tenían que ver con el conocimiento, su práctica estaba en manos de los sacerdotes y de algunos iniciados que guardaban celosamente sus descubrimientos en el misterio de los santuarios de las sociedades secretas y en el silencio de los lugares sagrados, desarrollándose su culto mayormente en China, Arabia, India y Grecia. Pero es en los siglos segundo y tercero de la era cristiana donde encontramos los primeros tratados del Arte Sagrado, como los denominados Ostanes, los tratados de Zósimo de Panapolis, Moisés, Pelagio, Hermes, El Anónimo Cristiano (alquimista griego), el seudo Demócrito, Synesius y Cleopatra. Además de esta, se dieron especialmente en la Edad Media otras mujeres alquimistas como María La Judía, Theosebia y Paphnutia.

Entre los árabes Géber, fue el primero que habla del ácido nítrico y del agua regia, Avicena, Rhasés, Alphidius, Calid, Morieno, Avanzoar. En el año mil, Las Cruzadas llevaron a Europa las obras de Aristóteles y los tratados de los alquimistas árabes y motivó que allí nacieran los primeros Maestros: Alain de Sille, Alberto El Grande, Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Raimundo Lulio. En Inglaterra George Ripley, Norton, Bartolomeo. En Francia, Bernardo El Trevisano, el célebre Nicolás Flamel. En Alemania Eck de Sultzbach, Ulsted, Tritheim, Basilio Valentino, Isaac El Holandés…

Desde los tiempos de Vasilio Valentino, la alquímica entra a otra etapa de regresión, el misticismo, y la mayoría de los grandes maestros trabajan afanosamente aliados de la cábala y la magia como en los primeros tiempos. A su vez, cada vez se hace más clara la separación de la química del conocimiento puramente alquímico.
En esto influyó el más famoso de los alquimistas el suizo Paracelso, que vivió en el siglo XVI. Médico y alquimista nacido en 1493, estableció el rol de la química en la medicina. Publicó “El Gran Libro de Cirugía” en 1536 y una descripción clínica de la sífilis en 1530. Sostenía que los elementos de los cuerpos compuestos eran sal, azufre y mercurio, que representaban respectivamente a la tierra, el aire y el agua; al fuego como elemento, lo consideraba como imponderable o no material.
En el siglo XVII, la Alquimia es el motor de la sociedad y la sed de oro se apoderó de todo el mundo. Los príncipes y los reyes junto a los alquimistas a su servicio trabajan tesoneramente en La Gran Obra. Son tiempos en que se conocen transmutaciones asombrosas y los alquimistas viajan por los países reuniendo adeptos entre los hombres sabios y poderosos.
La Curia, que en principio persiguió la práctica como hechicería y quemó no pocos alquimistas en la “hoguera de la purificación” destinada a los herejes, tiene ahora un laboratorio en cada convento sin importar que esté en los lugares más remotos e insignificantes. Los médicos y farmacéuticos se dedican al hermetismo y la naciente sociedad secreta Los Rosacruces, como antes lo hicieran Los Templarios, que fueron destruidos prematuramente, alberga en su seno a todos los grandes pensadores, sabios y hombres ilustres de ese tiempo. Los alquimistas, enemigos públicos de la iglesia Católica inquisicional que veía en ellos al mismo demonio, hábilmente, según sostienen algunos estudiosos, colocó entre los jerarcas de Roma la inquietante idea que ellos no podían quedar fuera de esta posibilidad de poseer también oro a raudales.
Estas condiciones y aires libertarios, impulsaron a Elías Ashmole (1617-1692) a fundar la Masonería inglesa, de la cual derivan todas las iniciaciones modernas.

Grandes escépticos y enemigos declarados de la Alquimia, caen rendido ante la evidencia de la existencia de la Piedra Filosofal de la cual conocen sus efectos. Es el caso del connotado sabio Johann Frederick Schweitzer, más conocido por su nombre latino de Helvetius. Lo mismo ocurre con Berigard de Pisa y Jean Baptiste Van Helmont. Este último químico, físico y médico flamenco, a quien se le conoce como el padre de la Bioquímica quien fue el primero en aplicar principios químicos en sus investigaciones sobre la digestión y la nutrición. Fue también el primer científico que diferenció entre los conceptos de gas y aire.

Un alquimista de verdad era pues, al mismo tiempo, médico, astrónomo y astrólogo, filósofo, cabalista y químico. Asimismo los estudios eran muy serios y prolongados y eran transmitidos mediante iniciación por el maestro a no más de uno o dos discípulos dilectos, ocultándose cuidadosamente a los profanos.
A la par de aquellos hombres sabios, verdaderos filósofos herméticos, aparecen los charlatanes ignorantes, cuyo único propósito consistía en adquirir riquezas materiales, cuya práctica degeneró en el desprestigio de estos conocimientos.
Esta práctica es lo que se denomina La Gran Obra, el Magisterio, el Arte Sagrado, el Arte Magno o el Arte Hermético en honor del que se considera el fundador de la Alquimia, Hermes Trismegisto, mítico sacerdote o rey de Egipto en la Era Prefaraónica, autor entre otras obras de la famosa Tabla Esmeraldina, que según todos los textos antiguos coinciden en decir contiene los principios fundamentales de la Alquimia.


Los alquimistas atribuyen a Trismegisto la escritura de la citada Tabla, quien la habría grabado con la punta de un diamante sobre una esmeralda, de donde proviene tal nombre. A nadie escapa que es imposible que exista una esmeralda tan grande para este efecto, pero se supone que el grabado del voluminoso texto íntegro fue hecho realmente sobre gemas artificiales, de cuya manufactura eran expertos en aquellos tiempos los egipcios.
En todo caso, nadie sabe el paradero del texto original, que se supone perdido o destruido, por lo que todos los expertos trabajan sobre referencias árabes y escritos latinos que las transcriben.
En la obra erudita escrita por R. Federmann, se lee que el texto de la Tabla está contenido en los Papiros de Leyden y de Estocolmo y que dicho texto es el mismo que los alquimistas han venido transmitiendo desde el siglo III y que ha llegado hasta nosotros en dos versiones distintas, una latina de la Edad Media y otra árabe del siglo IX, descubierta en 1923 por E. J. Holmyard y descifrada por J. Ruska en 1926.

El hipotético desubrimiento de esta Tabla está, como todo lo concerniente a los textos alquímicos envuelto en la leyenda. Según el mismo Holmyard, de acuerdo a versiones árabes, el texto fue descubierto por Sara, la Mujer de Abraham, quien lo encontró en una cueva cerca de la localidad de Hebrón, donde se supone fue enterrado Hermes.
Por su parte Federmann afirma que otros documentos mencionan que su primer descubridor fue el mismísimo Alejandro Magno, quien tras la conquista de Egipto, retiró de entre las manos del cadáver momificado de Hermes Trismegisto en la Cámara Sepulcral de la Gran Pirámide de Gizéh, la famosa Tabla Esmeraldina.

Otra versión, mencionada por Simón H. en sus escritos, dice que fue Apolonio de Tiana, de la antigüedad clásica, al que los árabes llamaron Beleno quien descubrió su secreto, ya que hallándose éste visitando una estatua de Hermes, prestó atención a una placa que decía: “Si alguien desea conocer el secreto de la creación de los seres que mire bajo mis pies”. Beleno pensó que efectivamente este secreto estaba allí y excavó bajo la estatua, encontrando un sofisticado subterráneo donde encontró el documento.

En la fantástica obra de SIRO ARRIBAS JIMENO, "La Fascinante Historia de La Alquimia Escrita por un Científico Moderno", de donde hemos tomado la mayoría de estos datos, podemos leer en sus propias palabras, algo que nos explica claramente una característica esencial de la escritura alquímica y la dificultad para llevar a cabo sus recetas, por la profusión de terminología hermética y su lenguaje oscuro, hecho con el propósito de confundir a los no iniciados. El nos dice:


["El simbolismo, las alegorías y las representaciones alquímicas son de tan difícil interpretación para el profano que para comprender su exacto significado hay que ser un experto en este críptico lenguaje o, por lo menos, un iniciado en las artes alquímicas..."]
["que significa que para seguir o descubrir los procesos de la Gran Obra haya que recurrir al empleo de imágenes de animales horrendos (El Ouroboros o dragón que se muerde la cola, otros espantosos dragones con los que hay que luchar y vencer, un león verde que devora el sol, las llameantes salamandras, las aguilas, el cuervo, etc.) o apelar a conceptos ininteligibles como el mercurio que no es mercurio, el azufre que tampoco es azufre, que uno es hembra y el otro macho y que cohabitan para dar un producto hermafrodita o "rabis" que corresponde con el mercurio filosofal o de los filósofos; o bien descifrar "el lenguaje de los pájaros", o no perder el mitológico hilo de Adriadna para salir del laberinto. Y la dificultad interpretativa aumenta al observar que a un mismo producto se le asignan nombres simbólicos distintos según sean los autores. Así por ejemplo al mercurio se le conoce, entre otros nombres, por la semilla del dragón, el rocío divino, el agua plateada, el agua de la luna, le leche de la vaca negra, la bilis del dragón, el eterno fugitivo, lo masculino, lo femenino, etc."]


[Para alcanzar estas metas hay que tener en cuenta tantas variables, algunas de ellas tan sutiles como la captación de la energía cósmica, que las fases de la Gran Obra han de ser meticulosas, lo que exige utilizar procedimientos que se escapan a la comprensión de un químico moderno.
Por ejemplo, la reiteración en la misma operación (solve et coagula) como puede ser la destilación de la misma agua cientos o miles de veces, no tiene sentido para un químico actual (algunos textos dicen que en estas sucesivas destilaciones el agua se enriquece en agua pesada, lo que tiene algo que ver con la longevidad de las células.) La recopilación del rocío al alba de los amaneceres y en condiciones astrológicas definidas, operar en la oscuridad o a la luz de la luna, etc., son ejemplos a los que, en principio, no se encuentra justificación en la ciencia moderna.
[Si a estas dificultades operativas se añade el hecho que para alcanzar el éxito es necesaria "la inspiración divina" o "la gracia de Dios", se comprende que a pesar de las innumerables tentativas realizadas por alquimistas de todas las épocas, fueron muy pocos los que llegaron al final...]

Entre los utensilios que los alquimistas daban mayor preponderancia, estaba en primer lugar el "huevo filosofal" o vaso secreto, un recipiente de vidrio de forma ovalada de cuya composición, forma y contextura dependía en gran medida el éxito o el fracaso del experimento.
Su forma esférica u ovoide era para imitar "el cosmos esférico", cuya influencia astral debía estar presente para contribuir al buen resultado de la Obra. Se ha dicho que algunos alquimistas bien encaminados en su trabajo y habiendo ya logrado fabricar el polvo rojo de la piedra filosofal, fracasaban en su intento por no haber escogido el huevo filosofal adecuado.

Pauwels y Bergier, en su famoso libro "El retorno de los Brujos", afirman que se conocen más de 100.000 obras o manuscritos de Alquimia, que están repartidos en bibliotecas de todo el mundo, escritos en diferentes épocas por los hombres más preparados y prestigiosos de su tiempo, cuyas anotaciones, descubrimientos y observaciones nunca han sido estudiados científicamente, considerándose "a prori" estas investigaciones sin valor alguno o como obras de ignorantes. Y que, al menos cien mil de estos libros dicen o anuncian contener investigaciones y secretos de la materia y de la energía. Tampoco se ha valorado que Reyes, Príncipes y Repúblicas a través de la historia, han fomentado innumerables expediciones a países lejanos para verificar hipotéticos descubrimientos y subvencionado investigaciones científicas de toda índole. No obstante, jamás se ha reunido a un grupo multidisciplinario de científicos, criptógrafos, historiadores, filósofos, físicos, químicos, matemáticos, biólogos y hombres de probado saber en una biblioteca de Alquimia con la misión de extraer lo que haya de verdadero y utilizable de estos viejos textos.


Podemos leer que muchos estudiosos afirman que la Alquimia y sus practicantes han desaparecido, pero eso es absolutamente falso. El propio Siro Arribas en su libro La Fascinante Historia de La Alquimia, nos proporciona antecedentes de un "alquimista francés, contemporáneo y actual, porque aún vive, Armand Barbault. En su obra "El Oro de la Milésima Mañana", Barbault explica que obtuvo, tras 15 años de trabajo, su "tintura o elixir amarillo" que curaba ciertas enfermedades resistentes a los tratamientos usuales, hecho que certifican, según consta en la obra citada los médicos que la utilizaron. En la preparación de este elixir, Barbault utilizó el oro junto a otros extraños componentes como el famoso "rocío de mayo" y la savia de arbustos jóvenes.


Sometida la tintura al análisis espectral por empresas farmacéuticas deseosas de industrializar la panacea, dicho análisis no encontró ni siquiera trazas de oro, a pesar de su color aurífico. Explica Barbault que, durante los procesos, el oro se había desprendido de su "alma" que es la que da a la tintura el color amarillo y las virtudes medicinales y terapéuticas del oro. Este se había separado de alguna forma de su envoltura material y transportado a un plano superior que la ciencia futura tendrá que descubrir".


Efectivamente a este respecto, los alquimistan creen firmemente que todos los cuerpos, incluidos los minerales, están constituidos por una materia y "un espíritu" o "alma" universales. Este espíritu lo impregna todo; algo así como lo que Aristóteles llamó la "quintaesencia" y que existe tanto en el macrocosmos como en el microcosmos.


Esta teoría, durante siglos fue reistida y considerada herética e improbable, en especial por el mundo científico, dado que a la luz de la ciencia no podía aceptarse que el reino mineral, que siempre se consideró materia inerte, pudiera tener un "espíritu" o un "alma".


Tuvieron que pasar otros cuantos siglos hasta que Henri Beckerel descubriera la radioactividad natural en ciertos compuestos de uranio a fines del siglo XIX, y que años después, Mdme. Curie la detectara intensamente en el mineral de uranio "pecheblanda", que no es otra cosa que un pedruzco. Por tanto, los antiguos alquimistas tenían razón. Cierta forma de energía existía inmersa en la llamada materia inerte...

martes, 15 de diciembre de 2009

La Guerra Atomica ya está entre nosotros.

"No sé con que armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la Cuarta Guerra Mundial: Palos y piedras... Einstein


Uno de los temores más angustiosos a nivel planetario, es sin duda la posibilidad que exista una tercera guerra mundial en el contexto de una conflagración atómica, donde el uso de agentes químicos, nucleares y biológicos destruyan todo tipo de organismo vivo, lo que podría significar el fin de la humanidad.

La triste experiencia japonesa de Nagasaki e Hiroshima en 1945, donde los primeros humanos del mundo sufrieron un ataque atómico por parte de Estados Unidos, donde perecieron mas de 220.000 civiles en pocos meses víctimas de la radiación, debió haber dejado alguna enseñanza .

Más, ésta solo corrió por cuenta del pueblo japonés, que no solo ha vivido una horrible realidad, sino que ha debido soportar estoicamente las secuelas físicas y sicológicas de varias de sus generaciones que han llorado por años la horripilante muerte instantánea de sus familias y seres queridos y el dolor de ver consumirse a sus padres, esposas, hijos y nietos, mutilados, en medio de atroces dolores y enfermedades desconocidas con cánceres de diversa naturaleza.
Este luto colectivo, que constituye una de las verguenzas de la humanidad, debiera por si solo, hacer desistir del uso de armas atómicas a cualquier ente o gobierno racional. No obstante la realidad es muy distinta.


Para nadie es un secreto que las guerras modernas, de las que nuestra generación ha tenido varias, a diferencia de las guerras del pasado, -una vez finalizadas y firmados los protocolos de paz,- siguen matando y generando mutantes humanos con malformaciones congénitas, cánceres letales, abortos espontáneos y un peligroso tipo de contaminación ambiental que afecta a millones de seres humanos en diferentes localizaciones del planeta, así como al medio ambiente.

Por lo tanto, en el hecho, ya la humanidad está sufriendo y en forma importante impredecibles enfermedades producidas exclusivamente por estos letales gases y elementos atómicos y por ende radioactivos, desperdigados en distintos puntos del planeta, que los gestores de las guerras, genocidas en potencia, no han vacilado en incorporar a sus misiles y baterías de proyectiles destructivos

Esto, que parece una frase alarmista, es sin embargo solo una arista del iceberg del tema de la contaminación por uranio liberada por millones de bombas de este material atómico, lanzadas criminalmente sobre la población en las recientes guerras encabezadas por Estados Unidos y algunos de sus aliados de la carrera armamentista y de apropiación de riquezas estratégicas para mantener su imperio, no existiendo ninguna seguridad que estos luctuosos hechos no vuelvan a repetirse.

Según datos oficiales de dominio público, Estados Unidos tiene almacenados 500.000 toneladas de uranio empobrecido, material altamente radioactivo que tiene una vida promedio de 4 a 5 mil millones de años, y sin duda muchos otros países también poseen existencia secreta de este elemento letal, por lo que es fácilmente comprensible su peligrosidad de nivel mundial, que necesita además una multimillonaria estructura de seguridad para aislarlo y evitar que contamine a la población.

Para quienes no conozcan bien de que se tratan estos desechos de uranio empobrecido, nombre genérico que puede prestarse a interpretaciones inexactas, diremos que el mineral de uranio, tal cual se encuentra en estado natural aparece compuesto en su mayor parte por un isótopo conocido por el número 238. Además contiene otro material conocido como isótopo 235. Este elemento minoritario, del uranio (0,7%) es el que sirve realmente para la fabricación de bombas atómicas porque puede fisionarse. Por lo tanto, el mineral de uranio ha de ser enriquecido industrialmente. En este proceso se produce una gran cantidad de residuos, todos altamente radioactivos. Esos residuos son lo que se conoce como U-238, que es el uranio empobrecido.

Por ello, estos desechos han de ser almacenados de forma segura durante un período de tiempo indefinido, un procedimiento extremadamente caro. Para ahorrar dinero y vaciar sus depósitos, los Departamentos de Defensa y de Energía americanos, ceden gratis el uranio empobrecido a sus aliados seguros, a sabiendas que las armas serán siempre utilizadas contra enemigos comunes. Estos tratos se hacen con gobiernos y empresas de armamento nacionales y extranjeras. Además de EE.UU, países como Reino Unido, Francia, Canadá, Rusia, Grecia, Turquía, Israel, las monarquías del Golfo, Taiwán, Corea del Sur, Pakistán y Japón compran o fabrican armas con uranio empobrecido.

Un informe técnico de 1995 del Ejército norteamericano señala que "si el uranio empobrecido penetra en el cuerpo tiene la potencialidad de provocar graves consecuencias médicas. El riesgo asociado es tanto químico como radiológico". Depositados en los pulmones o los riñones, el uranio 238 y los productos de su degradación (torio 234, protactinio y otros isótopos de uranio) emiten radiaciones alfa y beta que provocan muerte celular y mutaciones genéticas causantes, al cabo de los años, de cáncer en los individuos expuestos y de anormalidades genéticas en sus descendientes.
En sus 110.000 ataques aéreos contra Iraq, los aviones A-10 Warthog de EE.UU lanzaron 940.000 proyectiles con uranio empobrecido y en la ofensiva terrestre sus tanques M60, M1 y M1A1 dispararon otros 4.000 proyectiles también revestidos de uranio. Se estima que en la zona hay 300 toneladas métricas de desechos radiactivos, que podrían haber afectado ya a 250.000 iraquíes. Tras la Guerra del Golfo, investigaciones epidemiológicas iraquíes e internacionales han permitido asociar la contaminación ambiental debida al empleo de este tipo de armas con la aparición de nuevas enfermedades de muy difícil diagnóstico (inmunodeficiencias graves, por ejemplo) y el aumento espectacular de malformaciones congénitas y cáncer, tanto en la población iraquí como entre varios miles de veteranos norteamericanos y británicos y en sus hijos, cuadro clínico conocido como Síndrome de la Guerra del Golfo.(Es necesario recordar que, aún hoy, el pueblo iraquí se halla sometido a embargo y ha de seguir pagando los más de 320.000 millones de dólares destinados al pago de las indemnizaciones -deuda de guerra- impuestas por la ONU, con lo cual apenas dispone de ingresos para la compra de medicinas y alimentos para la población).

Síntomas similares al de la Guerra del Golfo se han descrito entre un millar de niños residentes en áreas de la antigua Yugoslavia donde en 1996 la aviación norteamericana recurrió también a bombas con uranio empobrecido, al igual que durante la intervención de la OTAN contra la Federación Yugoslava de 1999. La mayoría de las armas americanas (cohetes, bombas "elegantes", bombas "mudas", balas, proyectiles de tanques, mísiles de crucero, municiones, etc.) contienen altas cantidades de uranio radiactivo, empobrecido o no-empobrecido.

La detonación de estos proyectiles, dispersa un polvo radiactivo que tiene un promedio de vida de 4,5 mil millones de años e ingresa a los seres humanos por inhalación, para quedarse en sus cuerpos. Básicamente, es un contaminante que está presente permanentemente en el ambiente, distribuido por las tormentas de polvo o dispersado por cualquier fuente de agua cercana. Una vez ingerido, desarrolla partículas subatómicas que rebanan el ADN.

Las armas de uranio empobrecido no son armas convencionales. Son armas altamente tóxicas y radiactivas. Toda le legislación internacional sobre conflictos ha intentado limitar la violencia de los contendientes y evitar el uso de armas crueles e indiscriminadas. Los acuerdos y convenciones internacionales han procurado proteger a los civiles y a los no combatientes del azote de la guerra y evitar la destrucción del medio ambiente y de los suministros alimentarios a fin de salvaguardar la vida sobre la Tierra.
Consecuentemente, las armas de uranio empobrecido violan la legislación internacional debido a su inherente crueldad e ilimitados efectos mortíferos. Amenazan a las poblaciones civiles ahora y durante generaciones futuras. Son precisamente las armas y su uso que la legislación internacional, incluida la Convención de Ginebra y sus Protocolos Adicionales de 1977, vienen prohibiendo desde hace más de un siglo.
De los 697.000 combatientes estadounidenses que sirvieron en la primera guerra del Golfo, más de 90.000 señalaron en los primeros años padecer problemas de salud. Los síntomas incluyen disfunciones respiratorias, renales y hepáticas, pérdida de memoria, dolores de cabeza, fiebre o baja presión arterial, y se han detectado malformaciones congénitas entre sus hijos nacidos después de este período.

El gobierno americano negó por mucho tiempo que en su propia tropa estos efectos denominados “Síndrome de la Guerra del Golfo”, estaban provocando estragos entre sus soldados y sus familias. Hoy está establecido que son 240.000 los soldados americanos que están médicamente inhabilitados por graves secuelas permanentes y que son más de 11.000 los que ya murieron casi todos bajo los efectos de la radiación contaminante de uranio empobrecido, con el que mantuvieron contacto mientras utilizaban bombas y armas radioactivas, consideradas ilegales por todas las convenciones internacionales.

En 1995, la OTAN realizó masivos bombardeos contra la República serbia de Bosnia. En este caso, la OTAN no ha facilitado ninguna información sobre el número de ataques ni sobre la cantidad de munición, pero se calcula que fueron arrojados unos 10.800 proyectiles de la misma naturaleza. En Hadzici, un suburbio de Sarajevo y otras localidades como Blazuj y Vogosce sufrieron en septiembre de ese año una lluvia de granadas conteniendo uranio empobrecido.

Tika Jankovic, entre 1996 y 1998, realizó una serie de investigaciones “in situ” sobre los efectos para la salud de la población civil. Jankovic es un ingeniero yugoslavo que ahora vive en California. Su estudio lo volcó en un informe- denuncia, a todas las organizacionesinternacionales, que lleva el nombre de CONSECUENCIAS DEL USO DE AGENTES QUIMICOS, NUCLEARES Y BIOLOGICOS POR LAS FUERZAS DE LA OTAN CONTRA LOS HABITANTES DE LA REPUBLICA SERBIA DE BOSNIA.

En sus acápites principales este informe expresa:
“El desastre ecológico producido por la guerra biológico-químico-nuclear de los EE.UU. y la OTAN contra los serbios está al nivel de campañas vengativas similares realizadas por los EE.UU. en Vietnam, Cuba, Camboya, Laos, Irak, Panamá, Libia y otras partes. Estas naciones resistieron las fauces voraces del Fondo Monetario Internacional, y otros depredadores occidentales y su intención de explotar su mano de obra y sus recursos naturales.
La radiación del UE y un evidente uso de defoliantes por las tropas de los EE.UU. y la OTAN contra la tierra serbia y su población, han causado numerosos defectos de nacimiento entre bebés nacidos después del bombardeo y de la ocupación por los EE.UU. y la OTAN; la magnitud de este problema ha dejado perplejos a los expertos médicos serbios y ha producido pánico en la población. Además el sistema ecológico ha sido trastornado.
Animales domésticos y mascotas han sufrido numerosas deformidades. Perros y gatos nacen sin algunas partes del cuerpo, o tienen partes adicionales. He visto una foto de un gato con un ojo, pero también se ha informado de camadas sin colas u orejas. Aldeanos en el área de la montaña de Ozren-Doboj, y en los valles Spreca, Bosna y del Río Usora, que han sido intensiva y repetidamente pulverizados por helicópteros de la OTAN volando a baja altura, informan de grotescos defectos entre terneras y corderos al nacer. Aldeanos también me informaron sobre dolores de cabeza, grandes dificultades para respirar, ahogos, vómitos, fatiga, quemazón en los ojos, etc., después de tales lluvias abominables.




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También las plantas han sufrido. Los agricultores informan que el ciclo de crecimiento ha sido efectivamente alterado. Las flores caen de los árboles frutales demasiado temprano y los árboles no dan fruta. Los bosques en la montaña Ozren perdieron su follaje después de visitas "de reconocimiento" nocturno de la OTAN. La gente fue despertada por el ruido de helicópteros en el aire, y poco después las hojas se marchitaron y cayeron de los árboles. Los aldeanos observaron que gorriones y cuervos, autóctonos de la región, partían volando. Algunos pájaros se comportaban de manera muy extraña, disparándose hacia las alturas, para volver a caer, azotar el suelo y morir. Evidentemente el aire se había convertido en veneno para ellos.”


Otro sector que recibió en su territorio varias toneladas de contaminante radioactivo fue Kosovo. En 1999, la OTAN, con la connivencia de los gobiernos de la Alianza Atlántica, llevó a cabo la llamada "guerra humanitaria" de Kosovo. Aquí, la OTAN lanzó 31.000 proyectiles con uranio empobrecido (es decir, unas 9 toneladas métricas de uranio), desde aviones anticarro A-10 Thunderbolt (Rayo) y en menor medida, desde aviones Harrier y carros de combate Abrams.


El ex coronel estadounidense Doug Rokke, ex director del proyecto de uranio empobrecido del Pentágono, profesor de Ciencia Medioambiental en la Universidad de Jacksonville y encargado en su día por el Departamento de Defensa de EEUU de la limpieza del desierto kuwaití y saudí tras la Guerra del Golfo declara abiertamente:
"El uso de uranio empobrecido es un Crimen de Guerra. Hay que hacer una valoración moral en esta cuestión: esta guerra era por la supuesta posesión de Iraq de armamento de destrucción masiva, sin embargo, nosotros estamos utilizando armas de destrucción masiva. Estos dobles raseros son repugnantes [...] El personal militar de una nación no puede contaminar deliberadamente ninguna otra nación causando daños a personas y al medioambiente y después ignorar las consecuencias de sus acciones. Hacerlo así es un Crimen contra la Humanidad.
Debemos hacer lo correcto: prohibir el uranio empobrecido. No podemos usar munición que deja detrás una tierra devastada por los residuos tóxicos ni matar indiscriminadamente. Esto equivale a un Crimen de Guerra. [...] EEUU y Gran Bretaña deben reconocer las consecuencias inmorales de sus acciones y asumir la responsabilidad que les corresponde en el cuidado médico y en reparar el medio ambiente".


No obstante, EE.UU no reconoce oficialmente las gravísimas consecuencias del uso de uranio empobrecido y los oficiales del Pentágono siguen manteniendo que es relativamente inocuo.
En la Conferencia de Armas de Uranio llevada a cabo en octubre de 2003 en
Hamburgo, Alemania, científicos independientes de todo el mundo atestiguaron un aumento enorme en las deformidades y en los cánceres de nacimiento dondequiera que fueron utilizados el NDU y el DU. El profesor Katsuma Yagasaki, científico de la universidad de Ryukyus, Okinawa, calculó que las 0,800 toneladas de DU arrojadas en Afganistán son el equivalenteradiactivo de 83.000 bombas de Nagasaki. La cantidad de DU utilizada en Iraq equivale a 250.000 bombas de Nagasaki.

El oncólogo Dr. Jawad Al-Al-Ali, entrenado en el Reino Unido, mostró a la
Conferencia fotografías ilustrando los tipos de deformidades y de tumores de
nacimiento que observó en el hospital Saddam Teaching, de Basra, justo antes de
la guerra del 2003. Las tasas de cáncer aumentaron dramáticamente sobre los
quince años anteriores. En 1989 hubo 11 anormalidades por 100.000 nacimientos,
pero en 2001 aumentaron más de 1.000%, con 116 casos por cada 100.000
nacimientos. En 1989 murieron 34 personas por cáncer, pero en 2001 hubo 603
muertes. La guerra de 2003 aumento exponencialmente estas cifras.


En la actualidad, diversos organismos gubernamentales, privados e independientes, (dado que ni Estados Unidos ni los organismos internacionales que controla osan realizar estas mediciones) reunen evidencias para oficializar aquello que se sabe a gritos, y que es el uso masivo de este tipo de munición de uranio empobrecido en la Franja de Gaza por el ejército israelí en contra de la población palestina, donde se han constatado numerosas evidencias que estos síntomas contaminantes son usuales en los niños y mujeres que han estado en escenarios de guerra. Los sujetos de todas las locaciones presentaron perfiles y cronologías idénticas del síntoma. Las víctimas reportaron dolores en la columna cervical, en la parte superior de los hombros y en la base del cráneo, además de dolores más bajos detrás de los riñones, debilidad muscular y de articulaciones, dificultades para dormir, dolores de cabeza, problemas de memoria y
desorientación.

En una reunión para Afganistán del Tribunal Penal Internacional, llevada a cabo en Tokio, en diciembre de 2003, EE.UU. fue procesado por múltiples crímenes de guerra en Afganistán, entre ellos el uso de DU. Leuren Moret, presidenta de Científicos para los Pueblos Indígenas y de la Comisión Ambiental de la ciudad de Berkeley, atestiguó que los elementos radiactivos de las armas de uranio dispersados por el despliegue militar de EE.UU. en Afganistán generaron contaminación del aire, del agua y de las fuentes de alimentos, cuyos efectos serán padecidos en Irán, Paquistán, Turquía, Turkmenistán, Uzbekistán, Rusia, Georgia, Azerbaiján, Kazakhstán, China y la India. Los países afectados por el uso de armas de uranio en Iraq incluyen a Arabia Saudita, Siria, Líbano, Palestina, Israel, Turquía e Irán.


Leuren Moret informó: "En mi investigación sobre el uranio empobrecido durante los últimos 5 años, la información que más perturba se refiere al impacto en los niños no-nacidos y en las generaciones futuras de los soldados de ambos lados que prestan servicio en las guerras de uranio empobrecido, y para los civiles que deben vivir permanentemente en las regiones contaminadas con radiactividad.
Trajeron a casa el peor uniforme en sus cuerpos. En algunas familias, los niños nacidos antes de la guerra del Golfo son los únicos miembros sanos. Las esposas y los allegados femeninos de los veteranos de la guerra del Golfo han divulgado una condición conocida como "síndrome ardiente
del semen" y ahora padecen internamente contaminación de uranio empobrecido
introducido en el semen de los veteranos expuestos.
Muchos reportaron enfermedades reproductivas como la endometriosis. En un estudio del gobierno de EE.UU., conducido por el Departamento de Asuntos de Veteranos, en el 67% de los bebés posteriores a la guerra del Golfo se encontraron defectos de nacimiento o enfermedades serias. Nacieron sin ojos (anophthalmos), oídos, o les faltaban órganos, piernas y brazos ausentes, dedos fundidos, daño en las tiroides u otras malformaciones de órganos".



En Iraq es mucho peor. Incluso allí los bebés nacen sin los cerebros, los órganos están fuera del cuerpo o las mujeres dan a luz pedazos de carne. En los bebés nacidos en Iraq en 2002, la incidencia de anophthalmos fue 250.000 veces mayor (20 casos cada 4.000 nacimientos) que la ocurrencia natural, que es de un caso entre 50 millones de nacimientos..."

Hace poco la mirada del todo el mundo se centró en Oslo, donde el presidente Obama recibía el Premio Nobel de la Paz. El también se sumó a quienes se preguntan por que se le entregó este premio si apenas empieza su mandato y todavía no realiza acción alguna a favor de la paz mundial.



El resto de su decepcionante discurso, se basó en teorizar sobre los beneficios de la guerra. Decepcionó cuando hace poco más de un mes envió 30.000 soldados más a Afganistán incumpliendo su promesa electoral y decepcionó a los demócratas latinoamericanos cuando su gobierno reconoció la legitimidad de las elecciones amañadas de Honduras .



No solo procuró justificar las guerras americanas sino aseguró que su nación solo ha actuado en guerras justas. La pregunta es ¿justas para quién? ¿Para los millones de damnificados, para los torturados, para los cientos de miles de civiles muertos y heridos, para los miles de niños que quedaron sin familia..?



Evidentemente que para las víctimas inocentes de estas guerras, provocadas unilateralmente por la única superpotencia militar del mundo, (como reconoce Obama que es Estados Unidos en su discurso) es lisa y llanamente un grosero insulto a la verdad, a los motivos reales que justificaron en su día estas invasiones y la movilización de miles de soldados a luchar en suelo extranjero, utilizando un equipamiento de guerra infinitamente superior al enemigo, pese a lo cual, como se ha denunciado, está el agregado criminal de usar armas ilícitas, bombas de racimo, biológicas y como estamos señalando altamente radioactivas, que por su composición en base al uranio empobrecido, expresamente considerado por la Naciones Unidas como armamento de destrucción masiva ilegal.



Desde nuestra óptica resulta incongruente que un Premio Nobel de la Paz afirme que existen las guerras justas. Esta situación se suma a la escalada de hechos que avalan que no hay tanta diferencia de este Presidente con sus predecesores. Obama es solo más habil y carismático pero por inercia política es solo un esclavo del pasado que trata de justificar las desastrosas seis décadas de intervenciones militares norteamericanas en estas dichosas guerras justas.



Como podría alguien decir que las guerras contra Agfanistan y de Iraq fueron causas justas cuando se ha demostrado hasta la saciedad que solo fue una aventura de la administración Bush basadas en falsedades preparadas por la CIA, con el objeto de agenciarse con el petróleo árabe. Si Obama ahora lo legitima, es porque está completamente de acuerdo con la "doctrina Bush".



También la aseveración que su país nunca ha atacado a las democracias, resulta inverosimil sino hipócrita, atendiendo a que la historia nos dice que tanto en Asia como en Latinoamérica, Estados Unidos tuvo directa ingerencia en el derrocamiento de líderes democráticos, elegidos por su pueblo como Salvador Allende, reconociendo y manteniendo en el poder a muchos dictadores y regímenes de facto parciales a sus intereses...

El doctor Keith Baverstock junto con el profesor Carmel Mothersill, de la Universidad McMaster en Canada, y el doctor Mike Thorne, un especialista en radiación, presentaron en 2001 a la Organización Mundial de la Salud, un completo estudio científico sobre el impacto de la contaminación por uranio empobrecido sobre la salud en Iraq, que nunca fue considerado por la OMS, quienes lo recibieron pero ocultaron.
Baverstock fue durante once años y hasta que se jubiló hace unos años, el principal experto de la OMS sobre radiación y salud. En la actualidad trabaja con el Departamento de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Kuopio en Finlandia, y fue nombrado recientemente por el gobierno británico para trabajar en el Comité para el Control de Deshechos Radioactivos.
Cientos de miles de proyectiles con uranio empobrecido fueron disparados por los tanques y aviones de la coalición durante el conflicto y no se han llevado a cabo tareas de descontaminación eficaces y amplias. Tampoco se ha permitido a los expertos del Programa sobre Medio Ambiente de Naciones Unidas asesorar a Iraq sobre la contaminación.
El estudio de Baverstock destaca que el clima árido de Iraq provocaría que partículas minúsculas de uranio empobrecido se extendieran con la ayuda del viento y fueran inhaladas por la población civil durante los próximos años. Advertía que una vez dentro del cuerpo su radiación y toxicidad desencadenarían el crecimiento de tumores malignos. El estudio sugiere que el profundo nivel de radiación del uranio empobrecido podría dañar las células adyacentes a las que habían sido irradiadas directamente, un fenómeno conocido como "el efecto espectador". Todo esto arruina la estabilidad del sistema genético del cuerpo y muchos científicos piensan que está ligado a cánceres y a otras posibles enfermedades.
Además en Iraq el uranio empobrecido, al igual que el que se utilizó en el conflicto de los Balcanes, podría aparecer contaminado con plutonio y otros deshechos radioactivos. Eso lo volvería más radiactivo y por tanto más peligroso, según explica Baverstock. "La radiación y la toxicidad química del uranio empobrecido podrían también actuar juntos para crear un efecto cocktail que además incrementa el riesgo de padecer cáncer. Hay todo tipo de posibilidades alarmantes que requieren urgentemente más investigación".
"Creo que nuestro estudio fue censurado y suprimido por la OMS porque no le gustaban sus conclusiones. La experiencia previa sugiere que los funcionarios de la OMS estaban sometidos a presiones por parte de la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), cuyo objetivo es promover la energía nuclear. Fue un hecho realmente desafortunado ya que si el estudio se hubiera publicado se habría podido advertir a las autoridades sobre los riesgos de utilizar en Iraq armas con uranio empobrecido".






domingo, 6 de diciembre de 2009

Delincuentes de cuello blanco, dictadores, genocidas y Jefes de Estado.-

Casi todo el mundo sabe que es un delincuente de cuello blanco. La gente los conoce y los identifica porque en cada uno de nuestros países hay varios de ellos, encaramados en las más altas e inimaginables posiciones de poder. En la Banca, la Industria, el Comercio o el Gobierno. Y sobre todo por que cada cierto tiempo la prensa nos trae noticias de sus operaciones fraudulentas y atentatorias a los derechos inalienables de la gente sobre su vida y bienes.
La mayoría de las legislaciones contempla esta figura jurídica y existen las penalizaciones para los infractores, aunque, se aprecia la “mano blanda” del legislador, que no siempre puede contra las presiones y recursos con que cuentan los acusados, que a la postre consiguen "doblarle la mano a la justicia".

Una de las definiciones para el delincuente de cuello blanco es de "una persona con elevado status socioeconómico o social, que viola las leyes destinadas a regular sus actividades profesionales", admitiéndose además de la delincuencia económica o financiera, el término de delincuencia institucionalizada.

El caso Nasdaq:
Bernard Lawrence "Bernie" Madoff, (en la foto), fue presidente de la Bolsa Nasdaq y fundador de Bernard Madoff Investment SecuritiesLLC , una firma de inversión de las más importantes en Wall Street. En diciembre de 2008 fue detenido por el FBI y acusado del fraude de 50.000 millones de dolares, el mayor fraude de la historia llevado a cabo por una persona. El 29 de junio de 2009, el juez federal Louis L. Stanton lo sentencio a 150 años de cárcel.

Casi todos ellos están generalmente en los ámbitos de la política, la medicina, la industria o el comercio y su accionar son el tráfico de influencias, el fraude, la extorsión, las estafas, el abuso de autoridad, el espionaje industrial y político, delitos informáticos, evasión fiscal, violación a las leyes de patentes, quiebras fraudulentas, lavado de dinero, conspiración y muchos otros ilícitos que a pesar de ser ejecutados sin violencia dejan tras si innumerables víctimas.

Cerca de ellos, en otro escalón están, quizás varios de estos mismos sujetos, pero ahora actuando directamente en cargos de responsabilidad gubernamental o insertos en los partidos políticos, líderes de facciones o dentro del esquema del gobierno lo que los hace inaccesibles y cada vez con más poder. Todos ellos se escudan en una imagen intachable y una honorabilidad pública a toda prueba, sea por su posición social, estudios, profesión o situación económica.

Y otras veces, por fortuna los menos, este esquema es el gobierno mismo, donde estos inescrupulosos utilizan sus esferas de poder político y socioeconómico, para provocar conflictos bélicos y fricciones diplomáticas, que siendo interés para el país que representan, significan no obstante, una fuente inagotable donde sus familias hacen crecer su fortuna e influencia y no es extraño, que muchos Jefes de Estado, Ministros, parlamentarios o gente de su confianza, sean acusados de enriquecimiento ilícito bajo prácticas a todas luces inmorales y francamente ilegales.

Sin embargo, estos sujetos ostentan tanto poder, pertenecen a elites tan entronizadas en los aparatos internacionales siendo ellos mismos sus máximos líderes, que resulta una tarea imposible acusarles, por los escudos impenetrables con que se rodean y las mil piruetas con que sus iguales les defienden, desde los bastiones de concentración del poder económico y político e incluso legal de nivel mundial donde la truhanería orquesta la farsa que les permite usar y abusar de privilegios reales.
Colocados bajo el imperio de la ley, todos estos sujetos son solo delincuentes, donde según los especialistas la clave criminaloide “no es el impulso maligno sino la insensibilidad moral”. La enciclopedia de la delincuencia de cuello blanco y empresarial, de Lawrence Salinger, reseñada por Russell Mokhiber y Robert Weissman, expresa que todos estos criminaloides de cuello blanco y alma negra falsifican al buen ciudadano.

Cuando eventualmente se levantan dedos acusadores y voces dolidas pidiendo justicia para sus depredaciones y crímenes de lesa humanidad, saltan estos sistemas defensivos, desde la cumbre de los organismos internacionales y las trincheras de las corporaciones que concentran el poder económico mundial, para apabullar a los osados que se atrevan a tratar de bajar de su falso pedestal a estos “reputados prohombres, esclarecidos patriotas, conspicuos servidores públicos y renombrados sostenedores de la paz mundial”.

Por eso la moderna hazaña jurídica del Juez Garzón de España, de haberse atrevido a perseguir a un ex Jefe de Estado como el sanguinario General en Jefe de las Fuerzas Armadas Chilenas, Senador Vitalicio por una ley espúrea dictada bajo su mandato, el pomposo Capitán General Augusto Pinochet Ugarte, detenerle bajo normas jurídicas en otro país y obligar a su país de origen a juzgarle por crímenes de lesa humanidad cometidos bajo su larguísmo período dictatorial, no solo remeció la conciencia de todo el planeta, sino que abrió una puerta que los poderosos del mundo tenían muy bien cerrada bajo siete candados.

En la actualidad hay varios de estos prohombres, mundialmente conocidos, como Henry Kissinger, a quien en 1973, para cubrirle con una capa de dignidad se le concedió inmerecidamente el Premio Nobel de la Paz junto el vietnamita Led Duc Thoque por acuerdos alcanzados que pondrían fin a la guerra. Dado que esto no ocurrió, Led Duc renunció al millonario galardón, no asi Kissinger quien prefirió conservar el dinero. Se acusa a Kissinger de muchas violaciones a los derechos humanos y de ser instigador de genocidios sistemáticos de grupos políticos. El juez español Baltasar Garzón envió una comisión rogatoria referente a violaciones de los derechos humanos, pero el Departamento del Estado de EE.UU. la rechazó. Existen numerosas iniciativas que persiguen conseguir su procesamiento ante instancias judiciales internacionales, así como la retirada de su premio Nobel. Kissinger no puede salir a la calle sin una cuadrilla de guardaespaldas y fuertes medidas de seguridad y tampoco viajar por el mundo, pues tiene orden de captura por numerosos tribunales
O como Ariel Sharon, el siniestro ex primer Ministro de Israel, sujeto que se hizo abominable durante décadas por sus crueles medidas y escabroso pasado, de quien se dice que desde 1996 se encuentra en un escondite secreto en estado vegetativo, pero que al decir de sus detractores fue "desaparecido" de la vida política por sus partidarios por su impopularidad y el gran desprestigio internacional en que estaba cayendo el país bajo su mandato. Fue el creador del muro de la verguenza que separa Israel de la mayor parte del territorio palestinos de Cisjordania.El Tribunal de la Haya opinó, en un dictamen no vinculante, que la edificación de la barrera en el trazado elegido es contraria al derecho internacional, y recomendó desmantelar los tramos al oriente de la «Línea Verde», por considerarlos como una apropiación indebida de territorio palestino, lo que desde luego no se ha cumplido.

La estadística de las víctimas con resultado de muerte ligados a la violencia política y atrocidades de guerras e invasiones de territorios por parte de potencias imperialistas en los últimos veinte años, alcanza a la terrorífica cifra de ochenta y siete millones de personas, cuyas familias y su sociedad, aún esperan que sus gestores intelectuales y materiales, hasta hoy escudados cobardemente bajo el principio de soberanía, que en verdad solo escondía conquistas de territorio y bienes estratégicos, sean juzgados en las instancias que corresponda, sin importar sus cargos, nombradía, poder económico ni países a quien representen.

Anteriormente, esta conquista jurídica demostrada como plausible por el Juez Garzón, permitía completa impunidad a los Jefes de Estado, sin que hubiera forma de que rindieran cuenta de su directa responsabilidad en estos crímenes de lesa humanidad y a la violación de sus tropas a las convenciones internacionales.

Hoy, estos tiranos tipo Pinochet, las aventuras de invasiones a países pequeños por fuerzas militares de potencias que utilizan armamento de última generación como Estados Unidos e Israel, la contratación de menores de edad como soldados, el tráfico de armas, los asesinatos selectivos de militares y políticos enemigos, la intromisión de agencias de inteligencia para operar en países vecinos para provocar revoluciones, el financiamiento y la generación de golpes de estado, deben ahora tener más cuidado, porque más temprano que tarde sus gestores deberán responsabilizarse de estos actos criminosos, porque la humanidad se los exige y la comunidad internacional posee ahora elementos jurídicos para que esta barbarie no quede impune.

La intervención de Garzón, basada en una feble regla de derecho internacional que nadie se había atrevido a utilizar debidamente, el principio de jurisdicción universal, que permite a un Tribunal de cualquier país perseguir y acusar a un Jefe de Estado, u otro dignatario que hubiese actuado en contra de ciudadanos del país donde se recoge la denuncia, no solo transformó la doctrina y la costumbre del derecho criminal internacional, sino que abrió un amplio campo muy necesario, para casos sempiternamente pendientes como terrorismo de estado y delitos internacionales de lesa humanidad.

Se suma a ello, la eficacia de nuevos cuerpos legales entronizados en los tribunales criminales de la Organización de Naciones Unidas para Yugoslavia en 1993; Ruanda en 1994; Sierra Leona en el 2002 y Camboya 2003, donde crímenes de guerra, violaciones a las regulaciones de la Convención de Ginebra, atentados contra la paz, torturas, agresiones injustificadas contra un Estado soberano y varias otras figuras delictivas que causen daño, genocidios y destrucción del medio ambiente mediante armas de destrucción masiva, pueden ser juzgados.

En el magnífico artículo Justicia internacional ¿fin de la impunidad? de Waldemar Arroyo Rojas, catedrático Auxiliar de Ciencia Política en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico publicada en la edición mayo junio de Diálogo Digital, donde este fenómeno se analiza en profundidad podemos leer:

"Previo al caso de Pinochet y al establecimiento de los tribunales de la ONU, sólo se había acusado a los criminales de guerra alemanes y japoneses, quienes habían perpetrado crímenes durante la Segunda Guerra Mundial, ante los tribunales de Nüremberg y Tokio. Posteriormente, se realizaron juicios en varios países contra otros criminales nazis. Ello fue posible gracias a la derrota militar de Alemania y Japón en 1945 y a un consenso universal de rechazo al legado del nazismo alemán y del militarismo japonés.

Tras las iniciativas de Garzón y de la ONU, jueces de Bélgica, España, Francia, Suiza y Suecia han presentado acusaciones contra dirigentes de Argentina, Chile, China, República Democrática del Congo, Francia, Israel y Ruanda. También dieron un impulso adicional al proyecto, propuesto por Alemania, de establecer un tribunal permanente que procese individuos acusados de delitos internacionales, el cual finalmente entró en operación en 2006 y se conoce como la Corte Criminal Internacional (CCI).

La CCI ya ha emitido acusaciones contra ex funcionarios políticos y militares o dirigentes rebeldes de Uganda, República Centro Africana y la República Democrática del Congo.
Asimismo, los tribunales de la ONU continúan procesando casos relativos a la antigua Yugoslavia, Ruanda, Sierra Leona y Camboya. Las implicaciones de estos precedentes son significativas para el derecho internacional criminal y para la política en general. El panorama que va dibujándose es que la época de la impunidad por crímenes cometidos durante el ejercicio del poder ha pasado a la historia. Esto no significa que todos los altos funcionarios que cometan delitos internacionales confrontarán la justicia, pero ya es plausible.

Por ejemplo, la posibilidad de un proceso judicial contra George W. Bush y Dick Cheney, ex presidente y ex vice presidente de Estados Unidos, respectivamente, no es una idea descabellada. Si bien es casi imposible que sean acusados por tribunales estadounidenses, la probabilidad de que tengan que confrontar acusaciones en tribunales de otros países no puede descartarse. En efecto, la Audiencia Nacional de España ha aceptado revisar una demanda contra Bush que, de prosperar, pudiera convertirse en el primero de múltiples casos contra el ex presidente de Estados Unidos.

Entre las acusaciones más graves que podrían enfrentar Bush y Cheney se encuentran las relacionadas con las torturas en Guantánamo e Irak, el ordenamiento y la autorización de interrogatorios fuera de los límites internacionales que prohíben “trato cruel e inhumano”, las violaciones a la Convención contra la Tortura, así como violaciones a la III Convención de Ginebra por no reconocer el estatuto de “prisionero de guerra” de los detenidos en la llamada “guerra contra el terrorismo” y violaciones a la IV Convención de Ginebra por ataques indiscriminados contra civiles iraquíes. Los procesos acusatorios ya iniciados están teniendo consecuencias para muchos de estos criminales: viajar a un país extranjero comienza a ser un riesgo pues, al entrar en territorio de otro estado, podrían ser objeto de arresto o de una solicitud de extradición a un tercer estado en el cual tuvieran que enfrentar la justicia.
El aspecto más importante de esta evolución reciente en el derecho criminal internacional es que los ciudadanos comunes de todos los países puedan tener una mayor certeza de que aquellos que detentan el poder no quedarán impunes por sus actos, de que la comunidad internacional pedirá cuentas a aquellos que han tenido en sus manos el ejercicio del poder y el destino de tantos ciudadanos y de que el poder no brinda derecho a cometer crímenes. No puede continuar tolerándose que la guerra se utilice como justificación para el exterminio o genocidio, ni que el 95 por ciento de las víctimas de las guerras sean civiles inocentes, dato que evidencia que en la mayoría de los conflictos hay una estrategia deliberada de agresión contra los civiles.


Incluso un dirigente político que enfrente una guerra o una insurgencia tiene que comprender la importancia de actuar bajo los límites que impone el derecho internacional y humanitario por medio de las leyes de la guerra, la prohibición del genocidio y la prohibición de todos aquellos actos que generen sufrimiento innecesario y que lastimen la integridad y la dignidad de todos los seres humanos, quienes son agraviados cuando siquiera un ciudadano de cualquier país es víctima de una grave injusticia.

Jefes de Estado o de Gobierno condenados por tribunales:

Jorge Videla (Argentina). En 1985, un tribunal argentino lo condenó a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad. Videla fue indultado en 1990 y reingresado a prisión en 1998, por secuestro de menores y terrorismo de estado.

Jean Kambanda (Ruanda): En 1998, se declaró culpable de genocidio ante el Tribunal Penal de la ONU para Ruanda.

Alberto Fujimori (Perú): Fue encontrado culpable de violaciones de derechos humanos tales como ejecuciones extrajudiciales y secuestros motivados políticamente y cometidos durante la guerra contra los rebeldes de Sendero Luminoso entre 1990 y 2000.

Megistu Haile Mariam (Etiopía): En el 2006, el Tribunal Supremo Federal de Etiopía lo condenó in absentia a cadena perpetua por genocidio, crímenes contra la humanidad y encarcelamiento ilegal por actos de persecución política graves cometidos durante el régimen del “terror rojo” (1979-1991).

Jefes de Estado o de Gobierno que confrontan acusaciones:

Khieu Sampan (Camboya): En 2007, fue arrestado para enfrentar juicio ante el Tribunal de la ONU para Camboya por el delito de genocidio cometido durante el régimen de terror de los Jemeres Rojos (1975-1979).


Charles Taylor (Liberia): En 2006, el Tribunal de la ONU para Sierra Leona lo acusó por crímenes de guerra.

Omar al-Bashir (Sudán): La Corte Criminal Internacional lo acusó formalmente en 2009 por crímenes contra la humanidad, incluyendo ataques contra la población civil cometidos durante la campaña militar contra la provincia rebelde de Darfur. Es el primer jefe de estado que es acusado ante un tribunal internacional mientras ejerce sus funciones.

Jefes de Estado o de Gobierno que fallecieron durante o antes del proceso:

Augusto Pinochet (Chile): El juez español Baltasar Garzón lo acusó en 1998 por terrorismo, torturas y genocidio.

Slobodan Milosevic (Yugoslavia): En 2001, confrontó acusaciones por crímenes contra la humanidad, múltiples violaciones a las Convenciones de Ginebra y genocidio durante las guerras contra Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo.

Ariel Sharon (Israel):
Fue acusado por los jueces belgas por las masacres de Shaba y Shatila en el Líbano contra civiles palestinos.


Jefes de Estado y Gobiernos que podrían enfrentar acusaciones:

Vladimir Putin (Rusia): por genocidio y graves crímenes de guerra contra civiles chechenos durante la guerra contra la República de Chechenia y por la agresión contra la República de Georgia en contravención de la Carta de la ONU.

George Bush (Estados Unidos): por las torturas en Guantánamo e Irak, así como violaciones a la III Convención de Ginebra por no reconocer el estatuto de “prisionero de guerra” de los detenidos en la llamada “guerra contra el terrorismo” y violaciones a la IV Convención de Ginebra por ataques indiscriminados contra civiles iraquíes.

Hu Jintao (China): por genocidio y persecución religiosa en el Tíbet.

S.M. Rey Mohammed VI (Marruecos): por crímenes contra la humanidad y torturas durante la guerra contra el Sáhara Occidental.


Mullah Omar (Afganistán): por gravísimas violaciones de derechos humanos y persecución sistemática contra las mujeres afganas.

Than Shwe (Myanmar): por una amplia lista de crímenes, entre los que figuran el reclutamiento militar de niños, la negación a ofrecer asistencia humanitaria a más de 100,000 refugiados del huracán de 2008 y la persecución sistemática contra la oposición, los estudiantes y los monjes budistas.

Además, podrían ser acusados Luis Echevarría (México), Efraín Ríos Montt (Guatemala) y Fidel Castro Ruz (Cuba)".