lunes, 28 de septiembre de 2009

Esoterismo, ciencia y pseudociencia.

A todas luces nuestra sociedad vive un momento paradojal. Mientras una parte de la humanidad, quizá la más escasa, piensa que la ciencia y su tecnología es un valor fundamental que hay que potenciar para que las nuevas generaciones alcancen mayor progreso, bienestar y salud mental y también felicidad, asistimos a un auge desmesurado de creencias del ámbito paranormal, disciplinas que para funcionar, se apropian del prestigio de la ciencia clásica sin cumplir ninguno de sus requisitos.
La paradoja es comprobar con tristeza que a pesar de la educación obligatoria que rige en todos los países, que explican desde diferentes ángulos la historia y el desarrollo de las civilizaciones en forma bastante completa y contrastable, así como nuestro medio ambiente, sus leyes y nuestro lugar en el universo, no se ha conseguido extirpar de nuestra sociedad esa ansia de maravillas inalcanzable, que van desde el príncipe azul con el que sueñan las adolescentes, hasta la fe en los conjuros mágicos de una fea y arrugada hechicera.
Todas estas ideas descabelladas que corresponden a lo que algunos llaman “el mundo de los sentidos” o de "las percepciones extrasensoriales", que serían poderes ocultos o poco desarrollados en la raza humana, pero que si son del dominio de esta legión de charlatanes, confluyen en un solo sentido: Y es, que por una razón misteriosísima, pero de la cual dan cuenta oráculos orientales y viajeros del espacio, avalados por príncipes demoníacos que manipulan el destino humano, algo hay, algo malo y nauseabundo que afecta directamente a todos aquellos crédulos que buscan asistencia esotérica, cuyo “tratamiento personalizado y urgente” para liberarlo de esa carga maligna, cuesta indudablemente algún dinerillo.
Hoy no es difícil encontrar a cientos de gurús, misioneros de la Nueva Era, embajadores del misterio, espiritistas, astrólogos, telépatas, clarividentes y una serie de ejemplares de esta fauna esotérica, deambulando por los estudios televisivos, programas radiales, en consultorios elegantes, en institutos creados al margen de la educación regular, pontificando sobre las Buenas Nuevas de la Ufolofía y el mito Ovni, la parapsicología, el sicoanálisis, el curanderismo o las terapias magnéticas.
Las librerías están atiborradas de folletos y libros de estos temas seudocientíficos o falsa ciencia, manifestaciones todas, de una presunta capacidad extrasensorial o mágica que existe dentro del hombre, que precisa de ciertas técnicas para aflorar, o bien, transmitida por "maestros" de un pretendido universo tridimensional, que a veces y dependiendo del lunático que lo postula puede ser incluso del centro de la tierra, de galaxias lejanas o desde el mismísimo cielo, noticias que de ser verídicas serían no solo extraordinariamente positivas para los humanos sino que tendrían el potencial de cambiar el mundo tal como lo conocemos, pero que lamentablemente jamás nadie ha podido probar, demostrar públicamente ni presentar un solo caso verdadero.
También es frecuente encontrar artículos sobre “Creacionismo científico”, engañosa teoría que por supuesto no tiene nada de científica, que pretende que las especies han sido creadas de la nada y no han surgido por evolución, apoyados en una interpretación literal de algunos párrafos de la Biblia judeo cristiana y en una manipulación muy poco seria de los hechos, que por ejemplo adjudica a la tierra una antigüedad de solo 4.000 a 6.000 años, ignorando prácticamente toda la extensa información existente y coincidente, de una multiplicidad de disciplinas como la geología, paleontología y otras, que demuestran que tanto las especies como los elementos han ido sufriendo alteraciones y fenomenologías que permiten calcular su antigüedad aproximada, que se sitúa generalmente en varios millones de años

Hace poco la consultora Gallup realizó al respecto un estudio sobre una muestra de 1.236 adultos de Estados Unidos sobre estas creencias y algunos de sus resultados son los siguientes:
• Uno de cada cuatro cree en los fantasmas.
• Uno de cada cuatro cree haberse comunicado con otras personas mediante algún tipo de experiencia extrasensorial.
• Uno de cada seis cree haberse comunicado con alguien fallecido.
• Más de la mitad cree en el demonio y uno de cada diez asegura haber hablado con él.
• Uno de cada siete cree haber visto un OVNI.
• Tres de cada cuatro leen con regularidad el horóscopo y uno de ellos actúa en concordancia con sus predicciones.

Según Mario Bunge, pensador argentino radicado en Canadá, “existen varias razones por las cuales es importante estudiar las seudociencias. De hecho, su popularidad entre las masas y los niveles de venta en los libros de temas seudocientíficos son altos. De hecho, las secciones de ciencia en muchas librerías son reemplazadas por libros de pseudociencia.
Esta popularidad ha propiciado que la seudociencia se haya convertido en un negocio multimillonario que explota la credulidad del público y que goza de las simpatías de los medios de comunicación".
Algunos críticos de las seudociencias la consideran como pasatiempos inofensivos. Otros, como Richard Dawkins, Carl Sagan y el mismo Mario Bunge, afirman que son dañinas, causen o no daños inmediatos a sus seguidores.
Para estos científicos, la seudociencia es peligrosa de muchas maneras. Estimula la mentalidad de “algo a cambio de nada” o la creencia de que algo puede llegar a ser cierto si creemos y sentimos intensamente que es cierto, por un acto de fe; que hay respuestas fáciles a problemas serios y que el pensamiento positivo puede sustituir al trabajo duro, lo que genera falsas esperanzas y expectativas irreales.

El daño personal que puede producir la aceptación de tesis seudocientíficas se puede ver claramente con las curaciones por fe y la cirugía psíquica. La gente consulta a estos charlatanes de feria y a menudo salen convencidos erróneamente de que han sido curados. Esto los puede llevar a no buscar ayuda médica verdadera y cuando se percatan que no han sido curados posiblemente su condición es médicamente irreversible.

Hay muchos ejemplos más del peligro de tomar como verdad las seudociencias. La creencia en las brujas con poderes psíquicos diabólicos llevó a la cacería de brujas desde mediados del siglo 14 hasta el principio del siglo 18 en Europa. La supuesta supremacía racial aria sirvió de soporte intelectual al horror nazi. Ambas tesis fueron y son incompatibles con un pensamiento científico.
Por otra parte, como sabemos, las Ciencias Naturales reúnen una gran variedad de disciplinas que tienen por objeto el estudio de la naturaleza. La Biología trata de los seres vivos que pueblan nuestro planeta y más específicamente de su origen, evolución y propiedades, la Astronomía se ocupa del estudio de la tierra, sistema solar y el Universo; la Zoología es la rama dedicada al estudio de los animales y la Botánica, la que se ocupa de los vegetales; la Física atiende el estudio de las propiedades del espacio, el tiempo, la materia y la energía; la Ecología estudia la interacción de los organismos entre sí y su relación con su medio ambiente; la Geología sobre la forma interior del globo terrestre, la materia que lo compone, su textura, su mecanismo de formación, cambios y alteraciones de su estructura; la Paleontología trata de los fósiles y la vida en el pasado; la Exobiología, la posibilidad de que exista vida extraterrestre; la Química del estudio, composición, estructura y propiedades de la materia y sus cambios, etcétera, etcétera…
Y como muy bien lo establecen Xabier Pereda Suberbiola y Nathalie Bardet en su magnífico artículo El Arca de Noé de los Seres extraordinarios y que con gran placer reproducimos,"al margen de estas disciplinas, existe lo que podríamos denominar manifestaciones excéntricas de las ciencias naturales. Por citar sólo los casos más significativos, la búsqueda de animales ocultos o misteriosos se conoce como Criptozoología, la descripción de los animales del mundo futuro se denomina Futurozoología y el tratado de los seres extraordinarios surgidos de la mente de los hombres de ciencia responde al nombre de Parabiología (o fantazoología). Los criptozoólogos siguen la pista del Yeti, el monstruo del lago Ness, el Mokele-Mbembe y otras quimeras. Los futurozoólogos viajan en el tiempo al encuentro de animales como los cañizancos, gigantílopes, capicornios y pelargónidos. Y los parabiólogos y fantazoólogos especulan sobre la anatomía de los rinogrados, la formación de la nummulosfera y el origen de las microcriaturas orientales. Todos estos seres forman parte de lo que se ha dado en llamar el imaginario científico. En algunos casos, este imaginario se nutre o inspira de los seres fabulosos que componen el bestiario mitológico: dragones, unicornios, hombres-lobo y otra fauna de leyenda.


La criptozoología del griego kryptos, oculto, desconocido, misterioso, nació como disciplina con pretensiones científicas en 1955 con la publicación del best-seller "Sur la piste des bêtes ignorées", obra del zoólogo belga Bernard Heuvelmans. Heuvelmans puso a punto una metodología con el fin de rastrear e identificar los animales desconocidos o ignorados por la ciencia. Los criptozoólogos defienden que detrás de cada enigma zoológico se esconde una especie por descubrir o que se supone extiguida.
Para legitimar sus propósitos, Heuvelmans creó en 1982 la Sociedad Internacional de Criptozoología (ISC), con sede en Tucson, Arizona. La ISC ha adoptado al okapi como símbolo y edita periódicamente el boletín Cryptozoology. La lista de animales ocultos o misteriosos crece con el tiempo y se cifra actualmente en más de 150 criptoespecies. Entre los mismas, se dan cita félidos desconocidos, marsupiales supuestamente desaparecidos, gigantescos pulpos y serpientes de mar, monstruos acuáticos, dinosaurios, pterosaurios y otros reptiles prehistóricos, mamuts supervivientes y grandes homínidos salvajes [Mackal, 1983; Barloy, 1985; Heuvelmans, 1995].
A imagen y semejanza del profesor Challenger, personaje de ficción creado por Arthur Conan Doyle, los criptozoólogos más recalcitrantes organizan expediciones a lugares recónditos del planeta con la esperanza de encontrar mundos perdidos poblados de animales misteriosos. El biólogo Roy Mackal, empleado de la Universidad de Chicago, ha viajado varias veces hasta Africa central con la intención de atrapar al Mokele-Mbembe, un supuesto dinosaurio que se oculta en los pantanos del norte del Congo. La cirujano franco-rusa Marie-Jeanne Kauffman obtuvo una subvención del prestigioso Collège de France para financiar una expedición a las montañas del Cáucaso en busca del Almass (o Almasty), un primo hermano del Yeti. Y qué decir del número de rastreos efectuados en el lago Ness de Escocia en busca de su famoso inquilino acuático. Todos estas tentativas se han saldado con rotundos fracasos.
Los criptozoólogos emplean una jerga pseudocientífica en sus libros y artículos y son grandes consumidores de nuevas tecnologías. Uno de sus pasatiempos favoritos es dar nombres científicos a los animales que persiguen. Por ejemplo, Heuvelmans propuso que el monstruo del lago Ness era un pinnípedo desconocido, concretamente un otario gigante de cuello largo, y lo bautizó Megalotaria longicollis [Heuvelmans, 1965]. Diez años más tarde, Peter Scott y Robert Rines, de la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston, Massachussetts, publicaron unas fotografías de Nessie en la prestigiosa revista inglesa Nature. Dijeron que se trataba de un plesiosaurio con aletas en forma de rombo y lo denominaron Nessiteras rhombopteryx [Scott y Rines, 1975]. Posteriormente, se supo que las fotos habían sido retocadas [Merino, 1987]. Otro caso es el del popular hombre de Minnesota, un ser simiesco que se exhibió en las ferias norteamericanas preservado en un bloque de hielo. En 1969, Bernard Heuvelmans y el zoólogo escocés Ivan Sanderson confirmaron su autenticidad y le dieron por nombre Homo pongoides. La criatura desapareció sir dejar rastro pero la Smithsonian Institution de Washington comunicó más tarde que se trataba de un muñeco de látex [Napier, 1973; Broch, 1991]. El Yeti o abominable hombre de las nieves también ha recibido varios nombres, siendo uno de ellos Dinanthropoides nivalis [Heuvelmans, 1958].

La creación de nombres binomiales basados en conceptos hipotéticos es rechazada por la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN). Esta comisión vela por los intereses de la nomenclatura zoológica y paleozoológica, a través de un código o conjunto de reglas y recomendaciones que preconiza la estabilidad e universalidad de los nombres científicos de animales [International Code of Zoological Nomenclature, 1985]. Los científicos deben apoyarse en pruebas concretas un espécimen tipo conservado en un museo o institución, descrito e ilustrado convenientemente en una revista científica reconocida para erigir una nueva especie. Esto equivale a decir que las especies descritas por los criptozoólogos no son formalmente válidas ya que no cumplen los requisitos necesarios.

El ornitólogo Jared Diamond reconoce que resulta fácil ridiculizar a los criptozoólogos [Diamond, 1985]. Los pretendidos cazadores de monstruos se interesan únicamente en la llamada caza mayor. La posibilidad de encontrar un dinosaurio rezagado en Africa, un mamut en Siberia o un gigantopiteco en Asia es practicamente nula, pero seduce más a los criptozoólogos que la búsqueda de nuevas especies de insectos en zonas tropicales o de aves en las islas del Pacífico. A los criptozoólogos, tampoco parece importarles que numerosas especies de plantas y animales desaparezcan todos los días a causa de la polución y la desforestación. Su objetivo parece limitarse a buscar la notoriedad persiguiendo presas espectaculares [Simpson, 1985]. De hecho, limitan generalmente su campo de investigación a los animales cuya talla supera los 30 centímetros de longitud [Raynal, 1997].

Esta caprichosa restricción les lleva a interesarse especialmente en los grandes vertebrados y en algunos grupos de invertebrados como los cefalópodos. Mal que les pese, han dejado escapar grandes mamíferos en el sudeste asiático, como es el caso del saola, un bóvido descubierto recientemente en Vietnam. A pesar de mencionarlo en todos sus informes, los criptozoólogos tampoco participaron en la caza del celacanto, el famoso pez considerado fósil del que se han recuperado varios ejemplares vivos en aguas de las islas Comores. Otro tanto cabe decir del okapi, un giráfido africano, y de otros muchos mamíferos y reptiles descubiertos en pleno siglo XX. El escaso bagaje de los criptozoólogos puede estar motivado por sus propias exigencias metodológicas. Michel Raynal, impulsor del Instituto Virtual de Criptozoología, en Francia, sostiene que el descubrimiento fortuito de nuevas especies es algo frecuente en zoología, pero no así en criptozoología. Raynal [1997] pretende que su disciplina tiene un carácter predictivo, en el sentido de que aspira a anticipar los descubrimientos zoológicos futuros. Por desgracia, las evidencias aportadas por los criptozoólogos son paupérrimas. La mayor parte de las pruebas es de tipo testimonial y las escasas pruebas circunstanciales no están apoyadas en especímenes completos ni en evidencias físicas irreprochables. En el mejor de los casos, se trata de fotos borrosas o restos anatómicos de dudosa procedencia [Napier, 1973; Binns, 1984; Diamond, 1985.


El folclorista Michel Meurger ve en los criptozoólogos a los herederos excéntricos de los naturalistas del Siglo de las Luces: su misión es el desencantamiento del mundo y la racionalización de las criaturas legendarias. Los criptozoólogos extraen del folclore popular las informaciones necesarias para poder naturalizar adecuadamente a los seres fabulosos. En este sentido, su empresa es más etnológica que zoológica y contribuye al enriquecimiento del imaginario científico. Para Meurger, las figuras de este imaginario responden a los deseos del hombre contemporáneo: los monstruos que persiguen los criptozoólogos, llámense Yeti, Nessie, Mokele-Mbembe, Almass o Bigfoot, no son sino productos culturales muy elaborados [Meurger, 1995].


Una zoología futurista
El zoólogo Desmond Morris cuenta que, siendo joven, comenzó a inventar seres imaginarios para satisfacer sus caprichos evolucionistas privados. Ideó monstruos y extraños organismos, plantas y bestias fabulosas de cualquier color, forma y tamaño y los llamó biomorfos. En una línea similar, el paleontólogo británico Dougal Dixon se propuso imaginar, basándose en los conocimientos actuales sobre la evolución, cómo sería la vida animal en la Tierra dentro de 50 millones de años. Así nació After man: a zoology of the future, un bestiario ilustrado de la vida futura en nuestro planeta [Dixon, 1981].

Dixon supuso que el clima y la vegetación de la Tierra serían similares al modelo actual, pero que la geografía habría cambiado de acuerdo con los procesos de la tectónica de placas. Africa, Eurasia, Australia y Norteamérica estarían en conexión, mientras Sudamérica estaría separada del resto formando una isla-continente. Los principales hábitats terrestres permanecerían sin alteraciones notables. Mamíferos y aves dominarían las comunidades de vertebrados. En el mundo futuro de Dixon, el hombre y otros animales que hoy nos son familiares -cetáceos, perisodáctilos, proboscídeos, monotremas- se han extinguido hace tiempo. Por el contrario, los roedores e insectívoros estarían ampliamente diversificados. Los principales pacedores ya no serían los ungulados o animales con pezuñas. Las regiones templadas albergarían rebaños de conejílopes, un tipo de conejos del tamaño de un ciervo. Los gigantílopes y capicornios, rumiantes descendientes de los antílopes, ocuparían las praderas tropicales y los bosques de coníferas. Los carnívoros actuales habrían dejado sus nichos a las ratas depredadoras y a ciertos primates e insectívoros. Los habitantes del océano Austral serían los pelargónidos o aves acuáticas. El más impresionante sería el vórtex, un descendiente del pingüino que alcanzaría el tamaño de una ballena. Las faunas insulares estarían representadas por formas endémicas. La isla de Lemuria, en el océano Indico, sería la ciudadela de los ungulados, y las islas de Batavia, en el Pacífico, albergarían un mundo variado de murciélagos [Dixon, 1981].

En el prólogo del libro, Morris opina que cada animal "nos enseña una lección importante sobre los procesos conocidos de la evolución: adaptación, especialización, convergencia y radiación". Morris añade: "Dixon ha equilibrado sus precisos sueños con una disciplina científica estricta, lo que hace que su libro sea tan acertado y sus animales tan convincentes". No obstante, todos los zoólogos no comparten su opinión. Más de uno ha puesto en entredicho el valor científico de los animales de Dixon, criticando algunas anomalías biológicas y la falta de credibilidad de varias reconstrucciones [Turner, 1981]. Pese a todo, el libro de Dixon es original y divertido, desbordante de imaginación y está magníficamente ilustrado.

La segunda obra futurozoológica de Dixon se publicó en 1988. Esta vez, trató de imaginar cómo sería el mundo actual si el asteroide que cayó sobre la Tierra hace 65 millones de años, y supuestamente aniquiló a los dinosaurios y muchos otros organismos, no hubiera existido. Según el esquema de Dixon [1988], los dinosaurios dominarían todavía los ecosistemas terrestres y los mamíferos estarían relegados a ocupar un papel secundario. Sólo los placentarios habrían sobrevivido, mientras los monotremas y marsupiales se habrían quedado en el camino. Las aves compartirían el medio aéreo con los reptiles voladores. The new dinosaurs: an alternative evolution es un atlas ilustrado de lo que podrían haber sido los dinosaurios si no se hubieran extinguido. Dixon se inspiró en la evolución de los ecosistemas durante los últimos 65 millones de años a la hora de reconstruir a sus criaturas. Muchos de los dinosaurios futuros son versiones reptilianas de los grandes mamíferos que conocemos hoy en día: elefantes, rinocerontes, bóvidos, cérvidos, etcétera. Algunos son el resultado de una evolución paralela condicionada por el hábitat. Así, ciertos hipsilofodóntidos, pequeños dinosaurios fitófagos corredores, se habrían adaptado a vivir en medios litorales como los actuales sirénidos o vacas de mar. Otros, como el balaclav, pacerían formando manadas en las montañas y se protegerían del frío gracias a una espesa piel lanuda. Los pequeños dinosaurios carnívoros también habrían desarrollado adaptaciones prodigiosas. Dos ejemplos son la forma saltarina de las cumbres y el dinosaurio carpintero.
Dixon [1988] no se atrevió a crear un dinosaurio antropomórfico, aunque esta idea ya había sido propuesta con anterioridad por otros autores. En 1982, el paleontólogo norteamericano Dale Russell concibió un dinosauroide, es decir una criatura inteligente que podría haber sido el más evolucionado de los dinosaurios si éstos hubieran sobrevivido. Russell tomó como punto de partida un pequeño dinosaurio carnívoro llamado troodon. Este animal poseía una visión estereoscópica, un pulgar oponible y, lo que es más interesante aún, el mayor cociente de encefalización conocido entre los dinosaurios. Basándose en extrapolaciones, Russell imaginó lo que podía haber sido la evolución del troodon y elaboró, con ayuda del taxidermista Ron Séguin, un modelo tridimensional en fibra de vidrio [Russell y Séguin, 1982]. A primera vista, el dinosauroide es un reptil bípedo con forma de humanoide. El cráneo es voluminoso, los ojos grandes y ovales, y el hocico chato. Carece de orejas y sus mandíbulas, desprovistas de dientes, presentan un revestimiento córneo. El dinosauroide conserva tres dedos en las manos y pies, pero el cuello es corto y la cola ha desaparecido. No tiene rótulas y los órganos sexuales son internos, como en los reptiles. Sin embargo, posee ombligo, ya que se supone que habría dejado de poner huevos para convertirse en vivíparo. En resumen, el dinosauroide de Russell es una criatura inteligente de sangre caliente, capaz de comunicarse utilizando algún tipo de lenguaje y desarrollar una vida social compleja. El trabajo de Russell y Séguin es citado a menudo en libros serios sobre dinosaurios, lo que demuestra que sus colegas han tenido en cuenta la propuesta, aunque sea a título de paleontología-ficción.

La última experiencia futurozoológica de Dixon es a la vez la más delirante y decepcionante de todas. Man after man es una extrapolación de la evolución del hombre dentro de cinco millones de años [Dixon, 1990]. Los problemas de superpoblación humana han provocado un éxodo hacia nuevos mundos. Mientras unos buscan refugio en las estrellas, otros, lisiados como consecuencia de las mutaciones genéticas, recurren a la biotecnología para adaptarse a una nueva vida en la Tierra. Los experimentos de ingeniería genética realizados sobre seres humanos les permiten a éstos ocupar nichos ecológicos vacantes. Cinco millones de años después, la evolución humana recuerda un festín antropófago. El libro de Dixon ilustra criaturas convertidas en peces, delfines, topos, perozosos y otros seres que parecen sacados de un bestiario medieval. Algunos periodistas han tachado el libro de poco serio y se ha llegado a decir que recuerda más a una idea de libro de ciencia-ficción de Brian Aldiss, el autor del prefacio, que a una obra de futurozoología [Gee, 1990]. Decepcionado quizá con la acogida dispensada a su última obra, Dougal Dixon ha vuelto a dedicarse a la divulgación científica y ha abandonado momentáneamente sus ideas de zoología futurista.

Una biología extravagante
A finales de la década de los 50, el fisiólogo alemán Gérolf Steiner publicó, con el pseudónimo de Harald Stümpke, un libro cuyo objetivo era ayudar a sus alumnos a comprender los mecanismos de la evolución biológica. Imaginó unos seres extraños, llamados rinogrados, que tenían la facultad de desplazarse sobre sus apéndices nasales e inventó todo un mundo nuevo inspirándose en la selección natural. El divertido y pedagógico libro de Steiner llevaba por título Bau und leben der rhinogradentia [Stümpke, 1958]. En su introducción, puede leerse: "Entre los mamíferos, el orden de los narigudos ocupa una plaza particular, que se explica ante todo por el hecho de que estos extraños animales han sido descubiertos en una época muy reciente. Que hayan permanecido ignorados por la ciencia durante tanto tiempo es debido a que su patria, el archipielago de las Ayayay traducción inglesa de Hi-iay, situado en los Mares del Sur, no se descubrió hasta el año 1941. La casualidad quiso que, durante la Guerra del Pacífico, unos europeos civilizados dieran con estas islas. Por otro lado, el descubrimiento de este grupo zoológico es de gran importancia, ya que manifiesta unos principios morfológicos, modos de comportamiento y tipos ecológicos sin parangón no sólo entre los mamíferos, sino entre los vertebrados".

Los rinogrados o narigudos se caracterizan, como su nombre indica, por un desarrollo particular de la nariz. Ésta puede ser simple o múltiple y desempeña diversas funciones. El nasario es el órgano de locomoción de los rinogrados, de tal modo que las otras extremidades han perdido esta función. Los miembros posteriores son generalmente reducidos, los anteriores se han transformado en órganos prensiles y la cola puede adoptar formas aberrantes. Los rinogrados son de pequeño tamaño, están recubiertos de pelo y ocupan una gran diversidad de nichos ecológicos. La mayoría es insectívora, pero también se conocen formas vegetarianas, sobre todo frugívoras, y una especie carnívora. Aunque algunos narigudos son sésiles, muchos de ellos han desarrollado la facultad de saltar, como los saltonáceos, y uno de ellos es incluso capaz de volar. La clasificación de los rinogrados está basada en la forma y función del nasario. Stümpke describió quince familias diferentes, que reúnen un total de 138 especies. Por desgracia, el archipielago de las Ayayay fue destruido durante una experiencia atómica secreta, y los rinogrados desaparecieron sin dejar descendencia.

El descubrimiento de los narigudos fue considerado como una de las más grandes demostraciones de la parabiología, también llamada fantazoología [Izzi, 1996] o zoología-ficción [Ros, 1997]. El eminente biólogo Pierre Grassé, profesor de la Sorbona de París, concluía con estas palabras el prefacio de la edición francesa de la obra de Steiner: "El libro de Harald Stümpke no sólo aporta hechos nuevos, insospechados, sino que invita al hombre de ciencia a reflexionar sobre las causas de la diversificación de los seres vivos sobre nuestro planeta, el motor de la evolución. La parabiología se muestra con todo su esplendor. En conclusión, amigo biólogo, acuérdate de que los hechos mejor descritos no son siempre los más ciertos".

La parabiología alcanza cotas extremas de excentricidad cuando la imaginación se desboca y los científicos confunden sus esperanzas con las observaciones. Una buena ilustración es la nummulosfera de Randolph Kirkpatrick, considerada por el conocido paleontólogo de Harvard Stephen J. Gould [1980] como "la más demente de las teorías descabelladas desarrolladas en el presente siglo por un naturalista profesional". Kirkpatrick es el nombre de un invertebrista inglés especializado en esponjas coralinas. Sus trabajos taxonómicos pasaron prácticamente desapercibidos por la comunidad científica hasta el día en que decidió publicar a cuenta de autor un libro absurdo [Kirkpatrick, 1913]. Kirkpatrick argumentaba que todas la rocas de la corteza terrestre, incluyendo las volcánicas, estaban hechas de fósiles y, más concretamente, de nummulites -foraminíferos en forma de lenteja-. El chiflado de Kirkpatrick llegó a pensar que los meteoritos también estaban hechos de nummulites y propuso que la forma en espiral de la concha de estos organismos unicelulares era la "expresión de la esencia de la vida, como la arquitectura de la propia vida" [Gould, 1980]. Sin duda, Kirkpatrick se engañó a sí mismo y llegó a convertir su pasión en una teoría extravagante. La nummulosfera es un ejemplo de cómo la imaginación disparatada puede jugarle malas pasadas a un científico honrado.

En nuestra época, algunos chiflados han adoptado la parabiología como una doctrina de tipo religioso. El mayor exponente es el japonés Chonosuke Okamura, director del llamado Laboratorio Fósil Okamura. Entre 1975 y 1977, Okamura obtuvo una gran cantidad de muestras de caliza paleozoica de la montaña Nagaiwa, cerca de la ciudad de Ofunado, en la prefectura japonesa de Iwate. Preparó una serie de láminas delgadas y las examinó con ayuda de un microscopio. Cuál no sería su sorpresa al descubrir que contenían microcriaturas fósiles de un tamaño comprendido entre 1 y 5 milímetros, entre las cuales reconoció especies actuales y extintas. Las calizas de Nagaiwa parecían encerrar los vestigios de un mundo microscópico remoto. Okamura [1980] identificó cerca de cien especies diferentes, incluyendo plantas, invertebrados, peces, anfibios, tortugas, serpientes, dinosaurios, pterosaurios, aves y mamíferos, incluyendo ¡microseres humanos! Por increíble que resulte, muchos de los vertebrados de la caliza Nagaiwa se conservan en carne y hueso. Otros componentes de la fauna son desconocidos para la ciencia: Okamura señaló la presencia de dragones y bautizó un grupo de reptiles serpentiformes con el nombre de yokozuquios. Yokozuchi era el término utilizado antiguamente por los campesinos de la región de Tokuyama para definir una especie de serpiente venenosa de forma rechoncha. En su informe, Okamura describe también aspectos inéditos sobre la oviparidad, crecimiento, canibalismo y diferentes técnicas de camuflaje de lo que él identifica como dragones.

Según Okamura, la formación de los fósiles de Nagaiwa tuvo lugar en la parte oriental del antiguo continente de Angara y se debió probablemente a un gran seísmo que sacudió la región durante el período Silúrico, hace unos 400 millones de años. Debido a las sacudidas, los microvertebrados terrestres cayeron al agua y atrajeron la atención de los dragones y otros organismos marinos. Todos estos seres se vieron sepultados por enormes coladas de barro. Posteriormente, la lava esterilizó los cadáveres y el aumento de la temperatura del agua hizo que los cuerpos se convirtieran en cera. Con el paso del tiempo, se transformaron en carbonato cálcico, su estado actual.

Las microcriaturas de Nagaiwa están en contradicción con los conocimientos actuales en biología, paleontología y geología, por lo que Okamura llegó a la conclusión de que Darwin se había equivocado y desarrolló una nueva teoría. Según él, todos los grupos de vertebrados que conocemos aparecieron a principios de la Era Primaria, hace unos 500 millones de años. Si la perdición de Kirkpatrick fue su pasión incontrolada por la síntesis, el grave error de Okamura ha sido dejarse influenciar por sus convicciones personales e intentar reorganizar la ciencia a su manera, simplificándola hasta la caricatura. Las muestras de Nagaiwa contienen en realidad una fauna paleozoica clásica, formada por foraminíferos, equinodermos, crinoideos, gasterópodos, briozoos, etcétera. Algunas de las microcriaturas no dejan de ser recristalizaciones de calcita que han adoptado formas caprichosas.

Por último, una materia que podría convertirse con el tiempo en una disciplina hermana de la futurozoología y fantazoología es la Exoparabiología, o biología excéntrica de los seres extraterrestres. Algunos hombres de ciencia la practican con fines pedagógicos o especulativos. Dos casos significativos son la descripción de las mantas y las medusas, seres vivos de la atmósfera de Júpiter imaginados por Arthur C. Clarke [1971] y popularizados como cazadores y flotantes, respectivamente, por Carl Sagan en su célebre obra de divulgación Cosmos [Sagan, 1980], y la idealización de un marciano según Isaac Asimov [1967], basada en los conocimientos de la época sobre la geología marciana. Los escritores de ciencia-ficción practican con talento la exoparabiología. La novela Solaris, del escritor polaco Stanislaw Lem [1961] y llevada al cine por Andrei Tarkovski en 1971, en la que se nos describe un ser-océano pensante, y la compilación Bestiario de ciencia-ficción [1986] son dos ejemplos representativos de lo que puede dar de sí esta disciplina.

Nota final
Los libros de Steiner [1958] y Dixon [1980] son obras de especulación zoológica. Aunque no son manuales de ciencia, ponen en juego los mecanismos de la evolución y pueden ser una excelente introducción para jóvenes de los procesos biológicos. El trabajo de Okamura [1980] es un puro disparate, obra de un chiflado. La parabiología y la futurozoología no son disciplinas científicas sensu stricto porque su tema de estudio es ficticio. Otro tanto puede decirse de la criptozoología, aunque los animales de los que trata nos sean más familiares. Si actúan con método y rigor, los criptozoólogos pueden ayudar a los biólogos a descubrir nuevas especies de animales y plantas, pero su trabajo tiene más que ver con la labor de un detective que con la de un científico. La principal contribución de las manifestaciones excéntricas de las ciencias naturales es el enriquecimiento del imaginario científico.


Una comunicación basada en este texto se presentó en la Conferencia Internacional sobre Evolucionismo y Racionalismo, celebrada en Zaragoza en septiembre de 1997. Xabier Pereda Suberbiola es doctor en Paleontología. Universidad del País Vasco; Facultad de Ciencias; Departamento de Estratigrafía y Paleontología y Nathalie Bardet es doctora en Paleontología. Laboratoire de Paléontologie de Vertébres; Université Pierre et Marie Curie, Paris.

domingo, 20 de septiembre de 2009

No estoy ni ahí con los dioses, los brujos ni los poderes paranormales.


“La vida inteligente sobre un planeta alcanza su mayoría de edad cuando resuelve el problema de su propia existencia” [Richard Dawkins, El Gen Egoísta]

Cada vez resulta más penoso convivir en sociedad. La complicación reside en que para hacerlo hay que acomodarse a aceptar de buena o mala gana los criterios, extravíos y forma de ser de otras gentes. Ello no es fácil, a menos que hagamos la del cínico que pone una sonrisa estereotipada en su rostro y le da la razón a cada estúpido que encuentra en su camino. Eso ha pasado a ser equivocadamente sinónimo de “saber vivir”,“open main”, “condescendencia”, “tolerancia”, “respeto a los derechos humanos” y hasta a la “libertad de pensamiento.”
En la esquina te topas con un tipo que cree en fantasmas y vive angustiado y temeroso. El dueño del bazar te pregunta de qué signo del Zodíaco eres. Tu tía preferida está feliz porque la adivina fulana de tal le dijo que pronto sería inmensamente rica. Un amigo de la infancia que se perdió por una semana relata que fue abducido por un ovni. Otro que está desesperado porque perdió su amuleto preferido, le da con sobajearle la joroba a su cuñado. En la oficina el jefe es “creacionista”, por lo tanto los escritos de la Biblia fueron dichos de boca de dios mismo y cada párrafo es palabra sagrada, por lo que es peligroso contradecirlo.
Vas al cine y la película es de zombies asesinos. En el cine del lado, de seres extraterrestres. Abres el periódico y la noticia principal son las nuevas incursiones del “chupacabras”.
Aquel de allí cree fervientemente en la reencarnación, el otro en seres sobrenaturales, el de más allá en los fenómenos polgerstei, los demonios juguetones, ...el del lado en la homeopatía.
El monstruo del lago Ness existe. Hitler está vivo y toma té en Inglaterra con Elvis Presley. Los Yeti ahora se han vuelto carnívoros. Los brujos brasileños por algunas críticas de esterilización ya no usan las manos, operan utilizando los codos. El poder de una pequeña pirámide en casa, te sirve lo mismo para dormir bien, potenciarte sexualmente, afilar cuchillos o tranquilizar al perro. Los cursos de meditación te hacen más sensible, sabio y te conducen a encontrar tu propio Yo (que de seguro en algún momento extraviamos), sin contar que si dominas las técnicas podrías hasta vencer la ley física de gravitación y levitar, flotar por los aires a la altura que prefieras y de esa forma ahorrarte el autobús. La telepatía te permite la comunicación mental con cualquier persona. Qué decir de la quiromancia, donde las líneas y arrugas de las manos y hasta quizás las verrugas, describen el carácter de las personas y te hacen conocer cualquier aspecto de su futuro. Claro está que el Tarot es superior, pues como alto instrumento de adivinación mágica puedes saber cualquier cosa del pasado, el presente o el porvenir, que no es cosa menor. Y ahí están los Biorritmos, que establecen que factores como la suerte, los estados de ánimo y habilidades como la creatividad, la potencia sexual entre otros, se deben a superposiciones de ritmos físicos, emocionales e intelectuales. La cuestión es apuntarle al ritmo.
Y la inefable Astrología, que afirma que la posición de algunos cuerpos celestes influye en el destino de las personas, en sus profesiones, en su carácter, en su forma de morir.
También está la Fuerza Astral, que permite apersonarse en forma no física en lugares lejanos mediante una disociación del cuerpo físico y del “cuerpo astral”. Ello posibilita el turismo espacial, conocer gente de otras galaxias. Y el Espiritismo, práctica que permite comunicarse con espíritus normalmente a través de personas intermediarias llamadas “médiums”, sujetos también dotados de poderes excepcionales. Algunos afirman que se tiene línea directa con Dios, el Diablo incluso y por supuesto con los sabios de la antigüedad y preguntarles cualquier duda existencial que te aqueje o acongoje.
Para aquellos con facilidades aritméticas está La Numerología, por la que se predice matemáticamente el futuro de una persona interpretando el orden de los números en la fecha de nacimiento o un valor numérico de las letras de su nombre.
Y para los más conservadores, que no tengan fe en estas técnicas de búsquedas modernas, sean tesoros, objetos o personas, está la Radiestesia o Rabdomancia, que facilita entre otras cosas localizarlas mediante un péndulo o una varita sobre un mapa.
Y algo que ha penetrado mucho en el comercio de la salud informal, La Homeopatía, que pretende que los poderes curativos de una sustancia pueden aumentarse reduciendo su concentración en agua, incluso hasta la desaparición física de la misma, es decir, dejando solo….agua.
Y por último, con algo de paciente búsqueda en los periódicos locales o farmacias de barrio, sino con adivinadores y brujos que se anuncian en los avisos económicos, acceder a recetas milagrosas, que te darán salud y belleza, como beber tus propios orines, un asado de placenta de mujer virgen o algunas gotitas de sangre menstrual en tu trago preferido.
Y para cualquier cosa que hayamos omitido, sea por desconocimiento o desidia, consulta en las páginas amarillas a los curanderos, brujos, meigas y chamanes, o mejor aún, Google en Internet, allí en 0,11 segundos aparecen ante tus ojos, en un despliegue de magia moderna, 20.500 páginas donde te sorprenderás conociendo la variedad de filtros de amor, incluso virtuales, importantes secretos rituales provenientes de la selva misma, como la famosa y exótica bebida mística espiritual peruana Ayahuasca, que te dará el pase para la realización de todos tus deseos, incluso los más bellacos, o el polvo zombie africano hecho con huesos humanos, tarántulas, gusanos y otras exquisiteces selváticas de largo detalle, que sirve para producir la muerte aparente. También hallarás técnicas antiquísimas de culturas extinguidas, secretos guardados celosamente a través de los siglos en poder de alguna nigromante reencarnada de Lemuria, adivinaciones a la usanza de los antiguos sabios mochicas y sus pallares sagrados de la costa andina peruana, pociones de sacerdotes Atlantes, limaduras de uña de la gran bestia, polvos del corno del unicornio azul, babas del profeta, té sagrado de la mortaja de Tutankamón, aplicaciones de ungüentos sanadores de grasa de dragones vírgenes, Etc. Etc. Etc.
También estas interesantes lecturas sirven para culturizarse y “ponerse a tono” con tanto imbécil ignorante suelto por las calles.
Una de las tantas páginas que me fascinó es la que indico más abajo llamada “Los 7 Poderes Las Huaringas”. http://www.geocities.com/siete_poderes/
Allí encontré una preciosa disertación “científica” de antología, donde se responde a la pregunta ¿por qué funcionan los talismanes?.. La transcribo textualmente: “Sabemos que en todo lo que existe hay resonancia o afinidad entre unas cosas y otras, o sea que estan vibrando a la misma armonía aunque en diferente escala vibratoria. Los planetas todos sabemos que tienen resonancia con diferentes metales, esto es: Marte con el Fierro, Venus con el Cobre, Sol con el Oro, Luna con la Plata, etc. por lo que cuando en el cielo se encuentran algunos de los planetas en angulos que dan al convinarse una fuerza positiva o constructiva, en ese momento se derriten y se vacian para que al solidificarse conserven la estructura atomica armonica que los unió, por lo que el talismán en esa forma ayudara durante toda la vida a la persona que lo lleve y que le sea armónico”.
No me cabe duda que no faltarán lectores, a diferencia mía, que entenderán perfectamente de que se habla. Yo no, pero este párrafo me ayuda a explicar por qué sufro tanto al relacionarme con tantas personas, que aparentan ser normalitas, pero que moran en un espacio-tiempo distinto, en un mundo de dioses y ángeles divinos, con diablos e infiernos, con santos milagrosos que los protejen, temerosos del mal de ojo y la visita inoportuna de los muertos, vecinos de espíritus malignos y seres sobrenaturales, creyentes a raja tabla de enigmas indescifrables, brujas, aparecidos, enanos malditos, almas o espíritus humanos o demoníacos, sanaciones milagrosas, viajes astrales, animales fabulosos que rondan en las noches oscuras, sustancias mágicas, rezos cabalísticos, muertos que resucitan y caminan por los bosques,
hombres lobos, animitas, espeluznantes extraterrestres que viven entre nosotros usando figuras humanas, mostruos míticos que han vuelto del pasado que a veces aúllan sobre los tejados o se comen las aves y animales del corral, espíritus que se posesionan de nuestros cuerpos, de nuestras casas y meten ruidos molestos. Criaturas oscuras chorreando sangre y humores nauseabundos, que salen de sótanos de viejas iglesias.
Hoy no saldré de casa. No tengo ganas de simular que vivo en un mundo ideal ni quiero ver gente rara. Ni de sonreir. Solo meditaré y me entregaré en brazos del dios Morfeo.

sábado, 12 de septiembre de 2009

NOE, EL TATARA ABUELO DE MANDRAKE EL MAGO.-

“Yo formo la luz y creo las tinieblas, doy la prosperidad y causo el mal, yo Jehova hago todas estas cosas”Isaías 45:7

Interpretación mítica y versión casera de la Biblia.

Las cosas nunca han sido fáciles para nadie y de seguro menos para Dios, con tanto trabajo que se dio creando al mundo, a su Corte Celestial compuesta de Angeles, a los hombres y todas las criaturas vivientes. Y planificando el futuro de la humanidad, trazando el destino de las gentes y colocándose omnipresentemente como hacedor, testigo y conocedor de todas las leyes que rigen el Universo. Eso de que lo hizo en seis días y luego descansó un poco el séptimo impresiona muy bien. Le da un carisma de SuperDios, de deidad que sabe lo que hace.... Otra cosa impresionante es que creó el mundo de la nada, y al hombre incluso con ombligo y a los animales con edad aparente, es decir ya crecidos, sin desarrollo evolutivo. Y lo mismo hizo con todas las criaturas que puso en el Jardín del Edén.
No obstante si examinamos su obra bajo la mirada crítica del siglo veintiuno, donde todos sabemos algo de mercadotecnia, si nos detenemos en particular a lo relativo a los seres humanos, es fácil llegar a la conclusión que probablemente las cosas no le salieron de acuerdo a lo planeado.
Es más, todo le salió torcido. Eso no tiene que haberle gustado.
No resulta sorprendente entonces, que sus numerosas salidas de madre, su fama de Dios violento y vengativo y sobre todo su ira asesina -que según relatan pasajes de la Biblia-, lo conducen a la destrucción no solo de sus detractores, sino -como en el caso de Sodoma y Gomorra a la total destrucción de ciudades enteras,- iban indefectiblemente, si llegaba al paroxismo de su enojo, a desembocar en un magnicidio, el más grande de todos los tiempos, el exterminio total de todo lo creado.

Como es posible que haya personas que piensan que se está exagerando, o bien que no aceptan por una cuestión de sectarismo personal que en las Biblias existen exabrutos, discriminaciones inaceptables y crueldades de gran barbarie, me permito agregar un par de direcciones donde se registran 885 crueldades cometidas por Dios en la Biblia y 512 por Alá en el Corán. Lista de crueldades cometidas por Dios en la Biblia (en inglés):http://skepticsannotatedbible.com/cruelt…Lista de crueldades cometidas por Alá en el Corán (en inglés): http://skepticsannotatedbible.com/quran/...

Curiosamente, buscando anexar además el mismo tipo de exabrutos y crueldades del Angel Caído Luzbel, más conocido como Satanás, pensándose que habría una cantidad de citas parecidas en la Biblia Católica, solo se encontraron dos, la primera cuando se ensaña contra Job y la segunda cuando tienta a Jesús en el desierto, probablemente porque en el afán de los escribas bíblicos o de la curia, de no dejar rastro de este personaje ocultando a sus fieles su historial, también desaparecieron aquellos dislates que pudieron existir al respecto, con lo que resulta que el demonio, comparado con Yhavé, es una blanca paloma.


A pesar que no tenemos en la actualidad otro Dios para compararlo y hacer un parangón de su mayor o menor eficiencia de su gestión como Hacedor Supremo, dado que todos los existentes derivan de un tronco común -los llamados libros sagrados- y que son en el fondo una copia corregida y aumentada de otros dioses anteriores, podemos concluir fehacientemente que una vez que puso manos a la obra para crear a Adán, que salió de un puñado de polvo que recogió del suelo, comenzaron para Elohim, que en hebreo antiguo significaba “los fuertes y poderosos”, (que la iglesia moderna ha desechado porque daba la idea que los dioses eran varios), una serie de problemas con los que no había contado.
Su experimento primigenio no parecía feliz y se paseaba aburrido por el jardín del Edén, sitio regio donde supuestamente no había lugar sino para maravillarse porque todos los días había novedades, nuevas creaciones espectaculares, aves, flores y animales sofisticados, frutos novedosos. Pero eso no satisfacía a Adán, se sentía desorientado y muy solo. Pensarlo y contárselo a Dios fue todo uno.
Dios le complació, tomó otro puñado de tierra y le hizo una hermosa compañera a la que llamó Lilith, pero por un descuido involuntario ésta salió muy rebelde y caprichosa, una feminista que quería hacer el amor encima de Adán y además se permitió llamar a Dios por su verdadero nombre, insolencia inexcusable que estaba prohibida...
El creador, disgustado la expulsó del Paraíso y ella se fue con los demonios jurando venganza y no quiso regresar jamás. Esto violentó profundamente a Elohim, llamado después por error Jehová siendo rectificado a Yahvé, y ahora, simplemente Dios, que se reprochaba haber sido tan descuidado al recoger polvo contaminado, quizá con fecas de alguna de las bestias. Pero viendo que su criatura predilecta, que creó con tanto amor a su imagen y semejanza, fornicaba con toda clase de hembras de los animales que vagaban en los alrededores, decidió traerle otra compañera, pero esta vez, sacando experiencia de su yerro anterior, no utilizó polvo ni barro sino que la construyó a partir de una costilla de Adán, a la que llamo Eva.

Pero todo iba de mal en peor, la mayor parte de su ejército de ángeles y arcángeles, sus creaciones anteriores que conformaban su reino, se encontraba en rebeldía porque Luzbel o Lucifer, su ángel de confianza, el de mayor jerarquía después de Dios mismo, de quien se decía que irradiaba tanta bondad que la luz de su amor llenaba de éxtasis a sus hermanos, se mostró partidario de entregar conocimiento al hombre, desaprobando a Dios cuando este prohibió a la primera pareja humana comer frutos del árbol del conocimiento. Dios no quería que el hombre fuese sabio ni inmortal como los dioses, pero Lucifer abogaba porque así como los ángeles tenían este don, los hombres también debían tenerlo. Esta discusión trajo como consecuencia una verdadera división en el ejército celestial a la que sucedió una sangrienta guerra donde no hubo vencedores ni vencidos, solo compartimentación de territorios y áreas de influencia. El cielo para Dios y el Infierno para Lucifer, con un tramo intermedio que se acordó llamar Purgatorio.
Allí las almas se sopesarían, de acuerdo a un complicado procedimiento de juzgamiento de sus actos terrenos, para determinar donde sería su destino. Por supuesto no había lugar para una elección voluntaria. Por eso eran las complicaciones, porque había que establecer un complejo sistema evaluativo que fuese absolutamente justo y equitativo. Con el tiempo, Lucifer se convirtió en Satanás y luego el fanatismo religioso fundamentalista, presente en todas las religiones, incluidas las judeo-cristianas lo estigmatizó como el diablo o demonio, representante del mal, eliminando en la Biblia hasta hoy, toda mención sobre él.
Luego lo que todos sabemos; los hijos de Adán y Eva y su sucesión salieron unos "malandrines" mal criados y se mataron entre ellos. Las tribus que nacieron de sus generaciones solo pensaban en mentir y engañar y desde luego en fornicar y dejaron de adorarle reemplazándole por otras creencias, por ídolos y efigies. Por otra parte había muchas quejas y maldiciones en su contra. Que el clima era muy frío, que las cosechas no prosperaban, que se morían las bestias domésticas, que los rayos quemaban los bosques y un sinfín de otras calamidades que debía solucionar a diario.
Hastiado de estas criaturas desagradecidas y del quehacer con que lo agobiaban sus creaciones estrella, en un momento de exasperación incontrolable decidió eliminarlas de la faz de la tierra. De seguro pensó en varios métodos ya que no resultaba nada fácil eliminar de una sola vez a los varios millones de seres vivientes que ya poblaban el mundo. Pensemos en las fieras del bosque, en la fauna, las aves, los reptiles y la flora, en los organismos microscópicos, en las especies marinas y en los humanos.
Sin revocar su cruel determinación pero consciente de su fracaso en la Gan Obra, Dios decidió mostrar un gesto de reconocimiento a quienes habían mantenido un comportamiento ejemplar y ese era el caso de Noé, uno de sus pocos seguidores. Según el Génesis, Noé fue el único varón justo de toda su generación, puesto que los demás, influenciados por los hijos de los “Angeles Caídos” (los Nefilim), la facción disidente que luchaba contra Dios, un pueblo de gigantes o titanes hijos de los “hijos de Dios” y las "hijas del hombre" estaban confabulados en su contra.
Llamó al fiel Noé y le dijo. Mira, he decidido acabar con todo lo que respire sobre la tierra, para lo cual haré llover hasta que todo se inunde y las criaturas se ahoguen, pero si tú quieres salvarte junto a tu familia y deseas salvar a todas las especies que he creado, construye un barco, toma una pareja de cada especie y luego cuando todo vuelva a ser como antes, deja que se reproduzcan y todo empiece de nuevo.
(Y dijo Jehová: "Raeré de sobre la faz de la Tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Génesis 6:7)
("He decidido el fin de todo ser, porque la Tierra esta llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la Tierra".Génesis 6:13)
("Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearas con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabaras a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero." Gn. 6:14-169)
(“Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. Génesis 6:19-20)
(“De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. Génesis 7:2-3). ("Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. Génesis 6:21).

Me permito aquí, hacer algunas reflexiones personales, ya que esta parte de los escritos sagrados, que se supone son palabras expresadas por el mismo Dios, adquieren a mi juicio gran relevancia, principalmente porque dejan establecido que en esos tiempos Dios se daba el tiempo para hablar directamente con los humanos que le simpatizaban, darles órdenes e incluso escuchar sus argumentaciones y sugerencias. Ello es indudablemente un raro privilegio difícil de creer, pues lo habitual es que los dioses hablen por intermedio de sus profetas. Da la impresión que este Dios guerrero y depredador era también un solitario que a veces se sentía nostálgico y buscaba compañía. ¿O es que no confiaba ya en nadie y debía resolver sus asuntos en persona..? Hoy eso no ocurre con ningún Dios y no se tiene noticia, a lo menos en los últimos 2000 años de nada parecido. Tal vez se aburrió de esta modalidad. Claro que puede ser solo desinformación de mi parte, teniendo en cuenta que hay cientos de sujetos en el mundo que dicen haber escuchar la voz de Dios dictándoles mensajes. Muchos de ellos, eso si, fueron quemados en la hoguera por la celosa Inquisición que no aceptaba mensajes externos y casi todos los demás son alojados en hermosos resort donde la única obligación es usar un camisón blanquizco. Y aún hay unos cuántos, conocidos como síquicos que “hablan con Dios”, lo entrevistan telepáticamente o a través de “un medium” y le piden su opinión para algunos clientes a quienes luego timan. Estos últimos son a mi juicio, irremediablemente “carne de cárcel”. Y el otro punto a destacar es su implicito reconocimiento a que la Creación se le fue de las manos. ¿Qué tipo de Dios es éste que se arrepiente de su obra?
Noé, que sabía como se las traía Dios, acató de inmediato tal orden y puso manos a la obra. Claro está que el pobre no sabía el lío en que se había metido. Obviamente toda esta operación era muy costosa. Y no solo eso, sino muy sacrificada y de largo aliento. En ninguna parte del libro sagrado aparece cuánto capital aportó Dios para que Noel cumpliera su cometido, pero hay que suponer que los gastos no pudieron solo correr de parte de Noé, que no debió ser hombre rico. Si Dios no le ayudó, se justificaría la velada acusación de que además era un Dios avaro, especie atribuida más tarde a todo el pueblo judío. No olvidemos que estamos hablando del Dios de los judíos, el Dios de Israel adoptado después por el catolicismo.

Como es fácil apreciar, los inconvenientes que se presentaban a Noé para cumplir su cometido eran excepcionalmente complicados. En aquellos tiempos la gente era muy modesta y solo existían como medio de subsistencia la ganadería, la pesca y la agricultura. El forjado del hierro y la existencia de cobre u otros metales era absolutamente rudimentaria y no había diques o infraestructura y ni siquiera barcos de gran calado que tomar de modelo. Tampoco hay información respecto si para tal empresa Noé contó con ayuda de otras personas. Probablemente este proyecto era reservado porque estas personas indudablemente también querrían salvarse y subir al barco, lo que no era posible porque contrariaba las órdenes del Hacedor.
Para tener una idea de la tarea encomendada hay que pensar en un barco de tamaño superior al Titanic o a las gigantescas naves de turismo que actualmente conocemos. Qué construir tamaña embarcación precisaba de maderas, herramientas y elementos especiales, tanto para darle solidez a la embarcación como para conseguir los tres niveles que Dios le ordenó fabricar para ubicar las jaulas con las diferentes especies. Luego había que pensar en las jaulas mismas, probablemente todas diferentes. En la comida para estos miles de animales, en la forma de almacenamiento y administración, que por supuesto tenía que ser de varios tipos, granos, carne, etc., en la ventilación y circulación de aire y hasta había que pensar en como sacar las deposiciones o excrementos de tanta bestia entre las ocho personas que constituían su grupo familiar. Si sacamos cuenta que Noé, como digno nieto de Matusalén (“cuando muera, será enviado” en hebreo) -que se dice murió a los 969 años de edad y la persona más vieja que se menciona en el Antiguo Testamento,- tenía cerca de seiscientos años de edad cuando fue interpelado por Dios, resulta para cualquiera comprensible que estamos hablando de un anciano.
Pese a ello, Noé laboró infatigablemente junto a su parentela, según algunas cuentas, durante 120 años hasta completar su cometido, lo que no deja de ser una gracia si se piensa que debió cazar, arrear y enjaular alrededor de 25 mil especies distintas de animales, reptiles y aves, subirlas y acomodarlas dentro de la embarcación y esperar el mentado Diluvio.
Así tenemos que este abuelito junto a su familia que aparentemente también eran bastante longevos, debió darse el no despreciable trabajo (quizá debiésemos decir peligroso oficio) de agarrar uno a uno los elefantes, los leones, las jirafas, los cangurus, los osos polares, los tigres de Bengala, los búfalos, las serpientes pitones, los cocodrilos, los rinocerontes y los otros miles de animales, que por mucho que Dios se los haya acercado hasta los alrededores de su casa, le tienen que haber causado muchos sustos y peligros, así como la utilización de innumerables artilugios de su invención para ponerlas de dos en dos en sus respectivas jaulas.
Todo ello, suponiendo que la captura de estos especímenes ocurrió cuando la barcaza estaba lista, por que si Dios le allegó estos 25.000 animalejos, que multiplicados por dos serían 50 mil ejemplares cuando le hizo “el encarguito” de construir el Arca, significaría que el pobre Noé debió cuidar, alimentar y mantener a salvo estas especies durante los últimos 120 años, lo que nos traería una primicia que no se menciona en ningún texto sagrado, que los animales también en ese tiempo mítico ostentaban esa curiosidad de ser como los humanos longevos, cosa que obligaría a los sostenedores del Record Guiness, a recoger estas estadísticas.


Lo que no se entiende, es cómo Dios con su infinito poder, sencillamente no le puso a su amigo y seguidor un barco completo, bien hecho y seguro, con animales arriba y todo. Con buena comida y hasta con ceremonia de lanzamiento. Todo ésto, más algunas investigaciones cojonudas que hemos hecho, nos llevan a pensar que la única forma factible para que Noé pudiera cumplir este compromiso y Dios no lo fulminase en conjunto con sus seres queridos con algún tipo de rayo mortal, es que haya sido, como se nos dijo de muy buena fuente, el antecesor en línea de consanguineidad directa con el único mago de la historia que llevó a cabo hazañas imposibles, también de nombre Noé, pero más conocido como Mandrake El Mago.


Por fin, el cielo se estremeció con el ruido del trueno y los destellos de miles de rayos y los cielos se abrieron dejando caer un inusitado y poderoso aluvión de agua, que jamás cesó en 40 días y cuarenta noches y hete aquí que un buen día Noé, sus familiares y las 25 mil especies de animalejos se vieron flotando sin destino, porque sería mucho pensar que el esforzado Noé, además de carpintero, constructor de barcazas, cuidador de fieras, financista de la operación y justísimo hombre bueno, fuese además marino con suficiente destreza para dirigir esta gigantesca embarcación (a remo claro, porque aún no existían los motores).
Del cielo, dice la biblia, caían torrentes de agua que cubrían poco a poco toda la superficie de la tierra, destruyendo a toda la humanidad y las criaturas de aire y tierra, pues se supone que aquellas otras que podían sobrevivir en el agua no fueron recogidas, pues no corrían gran peligro. La barcaza con su carga genérica se balanceaba bruscamente amenazando con hundirse a cada momento con su precioso y peculiar cargamento pero resistía. Así pasaron cuarenta días y cuarenta noches. Por alguna razón, (divina por supuesto), Dios era aficionado al número 40, debió ser una especie de cábala o muletilla personal, una manía, porque este número se repite en varias historietas de la Biblia.
Al cabo de este tiempo dejó de llover y el agua descendía lentamente, pero durante casi un año, Noel ni sus acompañantes vieron tierra firme en el horizonte y se supone que a pesar que todos debieron estar muy ocupados alimentando, limpiando y dándole ejercicios a los animales para que no enfermasen o entumecieran, los alimentos forzosamente empezaban a escasear dramáticamente.
Nadie lo ha mencionado, pero conociendo la naturaleza humana, a veces me entra la insistente sospecha que más de alguien a bordo cayó en la tentación de hacerse un guiso de ave o engullir un trozo de carne fresca, bien asada. Si así ocurrió y alguna especie no llegó a su destino, la humanidad se perdió la oportunidad de admirar otra faceta de la inventiva del creador.


Finalmente, después de muchos días, el arca se asentó en el Monte Ararat, y las aguas retrocedieron por algunos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que «salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra». Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, pero esta vez el ave no regresó. En el año 601 de la vida de Noé la Tierra se secó, y no obstante su deseo por abandonar el arca, Noé y su familia esperaron un mes más, hasta que que el Señor les ordenó salir.


Noé ofreció un sacrificio a Yahvé, y éste decidió que nunca volvería a maldecir a la Tierra debido al hombre, y que no volvería a destruir toda la vida en ella.
Para recordar esta promesa, Yahvé puso un arcoris en las nubes y dijo, “Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, de todo tipo sobre la Tierra".


"Sin embargo, un día los cielos y la tierra serán destruidos por fuego". (2 P. 3:6-7, 10, 12).


Antes de acabar, un último comentario. Quizá no el más importante pero si curioso y al parecer bastante frecuente y sobre todo muy instructivo para comprender un poco el pensamiento común de gran parte de la población. Se refiere a la extendida visión por parte de los creyentes fundamentalistas; primero, que todo lo que dice la Biblia es una verdad inconmovible y segundo, que esa convicción está acorazada por el fanatismo mas recalcitrante que no permite la intromisión no digamos del razonamiento científico, porque no podemos pedir que todas las personas sean medianamente instruidas, sino lo que es más grave, de la cultura universal y hasta del más elemental sentido común.


Transcribo textualmente algunos acápites de la página:, que no es la única de su tipo que podemos encontrar en una búsqueda corriente en internet: http://www.answersingenesis.org/sp/articles/2008/02/25/dinosaurs-on-noahs-ark


"La historia que todos hemos escuchado de las películas, la televisión, los periódicos, y la mayoría de las revistas y libros de texto es que los dinosaurios gobernaron la Tierra por 140 millones de años, se extinguieron hace 65 millones de años, y por lo tanto no se encontraban por ahí cuando Noé y compañía se embarcaron en el Arca hace unos 4.300 años.
Sin embargo, la Biblia nos da una cosmovisión completamente diferente de la historia de la Tierra (y por ende, de los dinosaurios). Como es la palabra de Dios escrita para nosotros, podemos confiar en que dice la verdad acerca del pasado.
Se puede hacer un cálculo matemático de la edad del universo estudiando cuidadosamente las Escrituras:
1. Dios hizo todo en seis días, y descansó el séptimo. (A propósito, esta es la base para nuestra semana de siete días: Éxodo 20:8-11). Prominentes eruditos hebreos indican que, basados en la estructura gramatical de Génesis 1, estos día' eran de duración normal, y no representaban largos periodos de tiempo.
2. Se nos dice que Dios creó al primer hombre y a la primera mujer, Adán y Eva, en el Día Seis, junto a los animales terrestres (que habrían incluido a los dinosaurios).
3. La Biblia registra las genealogías desde Adán hasta Cristo. Por las edades dadas en estas listas (y aceptando que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra hace unos 2000 años), podemos concluir que el universo sólo tiene unos cuantos miles de años (quizá sólo 6000), y no millones de años. De esta manera, los dinosaurios vivieron dentro de los últimos miles de años.
En Génesis 6:19-20, la Biblia dice que dos de cada clase de vertebrado terrestre (siete de los animales limpios) fueron traídos por Dios al Arca. Por lo tanto, los dinosaurios (vertebrados terrestres) estaban representados en el Arca.En esta misma página está un comentario anexo por Diego Pineda, fundador de la organización creacionista Planeta Joven :


"La Biblia, por ejemplo, como la Palabra de Dios, es el mejor fundamento sobre el cual basar todo nuestro pensamiento. Si comenzamos por la Biblia, podemos tener la confianza de que el Dios omnisciente y verdadero, nos dice la verdad acerca de la naturaleza humana y la historia del universo. Si alguien me dice que los dinosaurios vivieron hace más de 65 millones de años según el Discovery Channel, yo respondo que los dinosaurios vivieron hasta hace sólo unos cientos de años según Dios. (Sin descartar que hayan descendientes de los dinosaurios vivos, en lugares recónditos de la Tierra.)"


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