lunes, 24 de agosto de 2009

¿UNA MUJER EN EL TRONO DE PEDRO?


A la altura del año 857 la ciudad de Roma ovaciona al Papa Juan VIII mientras este desfila en procesión desde la Basílica de San Pedro hasta su residencia, el palacio Laterano. De pronto el Papa tropieza y cae. Todos acuden a socorrerle pero ante la sorpresa general el Santo Padre debe ser atendido de urgencia por una labor de parto. Ahí se descubre que el prelado es en verdad una mujer que en ese mismo momento estaba dando a luz trayendo al mundo a su hijo.

Como muchos de los hechos y escándalos controversiales que atraviesan las grandes instituciones, la existencia real de un Papa de la Iglesia Romana que en verdad era una mujer, es negado en la actualidad por el Vaticano, que durante siglos, ha buscado bajar el perfil de esta aseveración histórica encontrando justificaciones para desmentirla.
Existiendo variada argumentación en favor y en contrario, este desconocimiento postrero de la Iglesia, que lógicamente no quiere pasar un nuevo ridículo, la priva no obstante de la gran oportunidad de posar como proclive al feminismo, ya que una de las mayores críticas modernas que se hace al Vaticano es su inveterado machismo, que no logra soslayar –pese a que el tema se ha discutido hasta la saciedad en casi todos los Concilios - por cuanto los elementos más conservadores de la iglesia se oponen tenazmente a que las mujeres oficien el sacerdocio. Y no solo eso, sino que este reproche apunta además a que éstas no tienen participación real en la Iglesia y que se utiliza a las monjas solo para aspectos secundarios y para nada relevantes de la actividad proselitista y de apoyo eclesiástico.
Esta obcecación misógena de la Curia romana no debe extrañar a nadie pues solo basta buscar en el Nuevo Testamento el párrafo contenido en 1ª. Cor.14:33-40, que dice: “…pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?. Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Mas el que ignora, ignore…”
Y por si esto no fuese suficientemente claro, aquí va otra “perlita”: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”(1ª. Timoteo 2:11-12)
Para cortar definitivamente el tema, el fallecido Papa Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotales, sobre la ordenación sacerdotal reservada solo a los hombres, escribió: “…con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos,(cf,Lc, 22,32) declaro que la iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictámen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la iglesia.”
Por tanto, que sorpresa puede existir respecto de la negativa de la iglesia a reconocer que una mujer ocupó un día el trono de Pedro, sin importar que este hecho ocurrió mil años atrás. Reconocerlo, significaría una trasgresión a este criterio fundamental del credo, que no solo deben evitar a toda costa, sino que de probarse pone en riesgo la fundamentación básica del legado de Cristo.
Por otra parte, esta reluctancia a la participación activa de la mujer en la Iglesia Católica, ha generado desde hace mucho tiempo, un sentimiento de rechazo cada vez más pronunciado del mundo femenino. Tanto el sacerdocio regular como los llamados “Príncipes de la Iglesia” han caído en un descrédito mundial, que hace que la opinión pública nos los vea precisamente dotados de una gran santidad.
Y no tan solo por los numerosísimos escándalos sexuales de sus miembros y los cientos de miles de casos de pederastia y pedofilia de sus integrantes en todo tipo de jerarquía, de que la prensa internacional da cuenta a diario, sino también por otros antiguos y oscuros crímenes, depravaciones, herejías y despropósitos que se han ido develando, al desclasificarse los archivos de los Monarcas de la Iglesia, los llamados representantes de Cristo en la tierra, cuyas vidas dispensiosas, soterradas en el secreto de la biblioteca vaticana, permanecieron inviolados primero, durante los quinientos años que duró la Inquisición, donde nadie podía investigar ni menos deunciar a ningún miembro del clero so pena de arriesgar la vida en la hoguera, como después, en los siguientes siglos hasta llegar a nuestros días, donde la verguenza de estos hechos fue ocultada celosamente por los jerarcas del catolicismo para que los fieles y la opinión pública no se horrorizara de las horrendas felonías de la mayor parte de los Papas de la Iglesia Católica y Romana.

Solo se conocen los hechos históricos y reales de facil comprobación, de los cuales solo la gente común tenía nociones generales, como las llamadas "guerras santas" contra los impíos, Las Cruzadas y la instauración de la tenebrosa Inquisición Vaticana, que causaron un fanatismo religioso que produjo la muerte y alevoso asesinato de millones de seres humanos en el planeta. Y también, como la crueldad y los crímenes de la familia Borgia, donde Alfonso de Borja, Papa conocido como Calixto III, su sobrino que le sucedió en el papado Rodrígo Borgia, conocido como Alejandro VI y los hijos de este último César y Lucrecia Borgia fueron acusados de violaciones, incestos y eliminación de personas con fines políticos y de conveniencia personal, pero hay mucho mas y ya lo contaremos.

Entre los delitos cometidos por este Papa, destaca el asesinato de varios Cardenales, contrarios a sus ideas, a quienes hizo envenenar mediante "cantarela", veneno utilizado en el Renacimiento y por las relaciones incestuosas con su hija Lucrecia.

César Borgia, si bien no fue Papa como su padre, fue duque, príncipe, conde, condottiero, gonfaloniere, Obispo de Pamplona a los 16 años de edad, Arzobispo de Valencia a los 19 y Capitán General del Ejército del Vaticano y Cardenal de la Iglesia Católica a los 20 años de edad, siendo investido además como Duque en Francia a la edad de 23 años, obviamente no por méritos propios sino impuesto por su padre El Papa. Otro miembro de este poderoso clan familiar fue el Santo San Francisco de Borja, quien fue implantado en la realeza y que era por supuesto el nieto del Papa Alejandro VI. También pesa en la memoria colectiva de la humanidad para este juzgamiento, el tan cacareado voto de castidad a que se juramentan los sacerdotes y cómo ha sido vulnerado e incumplido durante siglos por los propios Papas y dignatarios de la Iglesia Católica Apostólica y Romana y por supuesto por el clero subalterno, para darse cuenta de la poca seriedad de muchos de sus postulados.
Como se sabe Pedro, el primer Papa de la Iglesia y la mayoría de los llamados Apóstoles eran hombres casados. En el siglo I, II y III, a pesar de las prohibiciones, los sacerdotes fueron casados o vivían en una especie de concubinato aceptado.
“En el Concilio de Elvira del año 306 en España, mediante el Decreto 43 se dispone: “todo sacerdote que duerma con su esposa la noche antes de dar misa perderá su trabajo”.
Solo en el año 325 en el Concilio de Nicea se decreta tímidamente “que una vez ordenados lo sacerdotes no pueden casarse”.
En el Sínodo de Laodicea del año 384, se regló que “las mujeres no pueden ser ordenadas sacerdotes”. Esto sugiere que antes de esta fecha se realizaba la ordenación de mujeres.
El Papa Siricio, en el 385 abandona a su esposa para convertirse en Papa. Siricio fue el primero en usar el título de Papa.
En el siglo V, año 401, San Agustín escribía lo que se considera como uno de los mayores anatemas contra el sexo femenino. “Nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer”.
En el siglo VI del año 567 el Concilio de Tours II establece “que todo clérigo que sea hallado en la cama con su esposa será excomulgado por un año y reducido al estado laico”
En el año 580, el Papa Pelagio II, queriendo moderar estas cláusulas especificó que la política de su mandato “no sería meterse con sacerdotes casados en tanto éstos, no traspasaran los bienes y propiedades de la iglesia a sus esposas o hijos”.
En el siglo VIII, San Bonifacio informa escandalizado al Papa que en Alemania “casi ningún Obispo o sacerdote es célibe”.
En el año 836, el Concilio de Aix-la-Chapelle admite abiertamente que "en los conventos y monasterios se han realizado abortos e infanticidio para cubrir las actividades de clérigos que no practican el celibato”.
En el siglo XI el Papa Bonifacio IX se dispensa a si mismo del celibato y renuncia al papado para poder casarse.
En el año 1095 el Papa Urbano II como una forma de poner coto a tanto exceso, hace vender a las esposas de los sacerdotes como esclavas y sus hijos son abandonados.
En el siglo XIV, el Obispo Pelagio se queja de que las mujeres son aún ordenadas y administran confesiones. En 1951, el Papa Pío XII ordena a un pastor luterano casado como sacerdote católico en Alemania. Bajo el mandato de Pablo VI hay dispensas al celibato y otras reformas. En la década de 1970, Ludmilla Javorova y otras mujeres checas son ordenadas para atender las necesidades de las mujeres prisioneras de los comunistas. En 1980 se realiza la ordenación de pastores anglicanos y episcopales casados como sacerdotes católicos en los Estados Unidos; en 1994 esto también sucede en Canadá e Inglaterra y una última joyita acerca del tema. En 1966 el Papa Juan Pablo II, declara en julio de 1993: “El celibato no es esencial para el sacerdocio; no es una ley promulgada por Jesucristo…”
A estos antecedentes se suma que muchos Papas de la iglesia durante su mandato fueron casados y tuvieron hijos, Cómo San Félix III, 483-492, que tuvo dos hijos. San Hormidas, 514-523, un hijo. San Silverio 536-537, un hijo. Adriano II, 867-872, una hija. Clemente IV 1265-1268, una hija. Félix V, 1439-1449, un hijo.
Pero como si estos ejemplos fueran pocos, en la historia de estos sucesores de Pedro, hay muchísimos que luego ascendieron al grado Papal del Catolicismo, siendo hijos de Papas, Obispos o sacerdotes, en una especie de “tradición familiar”, conseguida por supuesto con una cadena de intrigas palaciegas, negociados, tráfico de influencias, eliminación de los contrarios, chantajes y pactos secretos para conseguir este objetivo.
El Papa San Damasco, 366-384 fue hijo de San Lorenzo, sacerdote.
El Papa San Inocencio I, 401-417 fue hijo de Anastasio I, Papa.
El Papa Bonifacio, 418-422 fue hijo de un sacerdote
El Papa San Félix, 483-492, hijo de sacerdote.
El Papa Anastasio II, 496-498, hijo de sacerdote.
El Papa San Agapito I, 535-536 fue hijo de Giordano, Papa.
El Papa San Silverio, 536-537 fue hijo de San Hormidas, Papa.
El Papa Marino, 882-884, fue hijo de un sacerdote.
El Papa Bonifacio VI, 896-996 fue hijo de Adrián, Obispo.
El Papa Juan XI, 931-935, fue hijo del Papa Sergio III.
El Papa Juan XV, 989-996 fue hijo de León, sacerdote.
Además, muchos de estos representantes de Cristo en la tierra tuvieron hijos ilegítimos después del año 1.139. Es el caso de Inocencio VIII, 1484-1492, que tuvo varios hijos; Alejandro VI, 1492-1503, también con varios hijos; Julio, 1503-1513, 3 hijas; Pablo III, 1534-1549, tres hijos y una hija; Pío IV, 1559-1565, con tres hijos y finalmente, hasta donde se sabe, Gregorio XIII, 1572-1585, que tuvo un hijo ilegítimo.
De tal manera, que resulta más probable pensar que sí es verdad que alguna vez una mujer engañó a la curia y fue nombrada por sus méritos propios como Jefe de la Iglesia, que aceptar que ello es solo una leyenda. La historia nos dice que este no es el primer hecho que el Vaticano oculta y que sus errores históricos han demostrado hasta el cansancio que su mentada infabilidad en asuntos religiosos y morales es solo un mal chiste, para evitar los juicios y críticas de la sociedad y zanjar a su favor sus aberraciones más rechazadas.




En referencia a la figura de la Papisa transcribo a continuación lo que expresa la página http://www.foroekklesia.com/showthread.php?t=39523, de EKKLESIA VIVA, Foro Cristiano Evangélico, que con el título de La Historia Escondida de la Iglesia Católica Romana dice lo siguiente a este respecto, haciendo la salvedad que por tratarse de una web de otra postura religiosa, que discrepa con el catolicismo clásico y tiene interés en desacreditarlo, ha investigado acuciosamente el tema para usarlo a favor de su dogma, entregándonos de paso, detalles bastante documentados que no encontramos en otras publicaciones.


LA HISTORIA ESCONDIDA DE LA IGLESIA CATOLICA ROMANA.
“Distintos cronistas católicos romanos, entre ellos obispos, cardenales, sacerdotes, pero especialmente monjes, nos hablan de esta mujer que llevó el nombre de Papa Juan VIII. El reinado de la Papisa fue de dos años, cinco meses, y cuatro días, desde el año 855 al 858. Esto la sitúa después del Papa León IV (847-55) y antes que Benedicto III, cuyo reinado normalmente lo datan de 855 a 858, pero evidentemente con el fin de no
dar lugar a la Papisa.
El monje benedictino Marianus Scotus (1028-86), pasó los últimos 17 años de su vida en la Abadía de Mainz. La misma ciudad alemana donde Juana había nacido 250 años antes. Este cronista, en algunos de sus manuscritos de su "Historiographi" donde describe eventos hasta el año 1083, tiene una anotación en el año 854 que dice: «El Papa León murió en las Calendas de agosto. Fue reemplazado por Juana, una mujer, que reinó por dos años, cinco meses, y cuatro días» (Marianus Scotus, Hist. sui temp. ciar.; RGSS I, p.639; citado en The Femóle Pope, Rosemarie and Darroll Pardoe, 1988, p.14).
Posteriormente, en el siglo XII, tenemos dos cronistas que hacen referencia a la Papisa Juana. Cronológicamente primero está Sigebert de Gemblours, un monje benedictino nacido en 1030 y muerto en 1112 o 1113. Su historia, la "Chronographia", termina en el año 1112, y contiene la siguiente corta narración bajo el año 854: «Se rumora que este Juan es una mujer, y conocida así solamente por su familiaris (compañero) que terminó enbarazándola. Dio a luz mientras era Papa, debido a lo cual ciertas gentes no la cuentan entre los Papas...».
El segundo cronista es Gotfrid de Viterbo, secretario de la Corte Imperial. En su obra el Pantheon, de 1185, incluye una nota después del Papa León IV, donde especifica que Juana, el Papa femenino, no es contado.
La historia de Juana consiste, por otro lado, en que ella nació en Ingelheim, cerca de Mainz, Alemania. Y, debido a que en ese entonces a las mujeres se les negaba la educación, Juana viajó disfrazada con un hábito de monje benedictino -juntamente con otro monje de la misma Orden- desde Fulda (Alemania) hasta Atenas.
Allí rápidamente adquirió tal conocimiento que después, cuando fue a Roma, deleitaba a filósofos, cardenales y teólogos con su enseñanza (The Chair of Peter, F. Gontard, 1965, p. 190). Una vez elegida Papa, y estando ya embarazada por su amante el monje benedictino que la ayudó a salir de su país, se descubrió su verdadero sexo cuando en el transcurso de una procesión del Coliseo a la iglesia de San Clemente, dio a luz a un niño en plena calle.

La papisa Juana dando a luz durante la procesión (De Mulieribus Claris, Giovanni Boccaccio, 1539).

Las referencias más amplias y precisas respecto a la Papisa Juana datan del siglo XIII, y fueron registradas por Martín Polonus. Martín, un sacerdote que pertenecía a la Orden de los frailes Dominicos, era originario de Troppau en Polonia, y se le conoció frecuentemente como Martín von Troppau. Después, cuando fue a Roma, obtuvo el nombramiento de capellán papal y penitenciario. Sus deberes en la burocracia de la Iglesia le dejaban bastante tiempo libre para el estudio, así que se dedicó a un pasatiempo muy popular en la Edad Media, la compilación de una crónica histórica. Para esto se valió de los Archivos Vaticanos, a los cuales tenía fácil acceso dada su posición en la curia papal. Su obra, "Chronicon Pontiflcum et Imperatum", en donde registra el caso de la Papa Juana, fue un best-seller de su tiempo y se difundió por todo Europa, alrededor del año 1265. La obra se consideró de carácter casi oficial, pues reflejaba la autoridad y opiniones de la misma Iglesia.
En la crónica de Martín la primera fuente citada respecto a la Papisa, en orden cronológico, es Anastasio el Bibliotecario, un hombre estudioso del siglo IX a quien se le atribuye la autoría del Líber Pontiflcalis, una colección de biografías papales que empieza desde el Papa Nicolás 1 (858-67). Anastasio participó intensamente en la intriga política que rodeó al papado en ese entonces, y por ello fue capaz de basar su narración sólidamente con su propia experiencia y observación. En el Líber Pontificalis de Anastasio, el manuscrito donde se hace mención de la Papisa está codificado en los Archivos del Vaticano como MS 3762 (ver Elude sur le Líber Pontificalis, Louis Duchesne, 1886, p.95); una copia del manuscrito en cuestión aparece en Un pape Nominé Jeanne, H. Perrodo-Le Mayne, 1972).
Por otro lado, para evitar la elección de otra mujer Papa en la «legítima línea de sucesión apostólica» de los Papas romanos, se desarrolló una extraña tradición en el Vaticano que perduró hasta el tiempo del Papa León X (1513-21). La cual consistía en que los Papas, antes de ser coronados, se sentaban en una silla de mármol rojo para ser examinados a fin de probar su sexo. La silla estaba agujerada pues había sido en realidad un excusado de los antiguos baños públicos romanos. Y, de la misma manera como solían restaurar todo aquello que tenía que ver con el gran pasado pagano de Roma, la silla también fue restaurada e introducida en la ceremonia papal.

A esta silla la denominaron entonces como la Sella stercoraria. Y, durante la ceremonia de inspección, un diácono metía la mano por debajo de la silla para palpar los genitales y cerciorarse del sexo del futuro Papa, y después gritaba ¡Habet!, la gente entonces contestaba ¡Deo gratias! (Gontard, op.cit., p.190; The Bad Popes, E. R. Chamberlain, 1969, p.91). Respecto a la existencia de esta silla existe también el testimonio del inglés William Brewyn, que en 1470 compiló un fascinante libro guía de las iglesias en Roma. Cuando describe la capilla de San Salvador en la Basílica de San Juan Laterano, dice: «...en esta capilla existen dos o más sillas de mármol rojo, con aberturas en ellas, sobre las cuales según he escuchado, se prueba si el Papa es hombre (A XV th Century Guide-Book to the Principal Churches of Rome, William Brewyn, 1900, p.33).
La misma explicación da Bartolomeo Platina, que fue Prefecto de la Biblioteca Vaticana bajo el Papa Sixto IV (1471-84). En su obra Vida de los Papas (1479) dice: «Algunos han escrito que debido a esto... cuando los papas van a ser entronados en la silla de Pedro, son primeramente examinados por el diácono más joven que esté presente « (La Légende de la Papesse Jeanne, Eugene Müntz, 1900, p.330).

Otros testimonios bastante interesantes respecto a la existencia de la Papisa Juana, y que tuvieron lugar también durante la Edad Media, consisten en lo siguiente:
Resulta que el Palacio Laterano, lugar donde residen los papas, fue donado por Constantino a la Iglesia en el siglo IV. Anteriormente había sido un palacio imperial, pero después se convirtió en la principal residencia del Papa en Roma. La basílica que Constantino construyó a un lado, donde estaban las barracas de su caballería, se convirtió después en la catedral episcopal del Papa como obispo de Roma. El Palacio Laterano, no obstante, se encuentra en el lado opuesto de Roma en relación a los focos de actividad Papal que son el Vaticano y la Basílica de San Pedro. Desde entonces, y a través de toda la Edad Media, siempre había procesiones papales yendo de un extremo al otro. La ruta entre ambos extremos incluía el paso por el Coliseo y la Basílica de San Clemente, la cual se construyó sobre un Miíhraeum (lugar de sacrificios a Mithra) del siglo III.

Sin embargo, el punto es que estas dos antiguas construcciones están conectadas por la Via S. Giovanni en Laterano; y, en la Edad Media, esta ruta directa era evitada por los Papas por causa de que allí había dado a luz y había muerto la Papa Juana cuando se dirigía a la Basílica de San Pedro (Pardoe, op.cit., p.43).
En 1486 John Burchard, obispo de Estrasburgo y Maestro papal de Ceremonias bajo el Papa Inocencio VIII (1503-13), Alejando VI (1492-1503), Pío III (1503) y Julio U (1503-13), organizó una procesión para Inocencio VI que rompió con la tradición de evitar la ruta directa. En su Líber Notarum registra la dura crítica a la que se hizo acreedor como resultado de su decisión: «En su ida así como en su regreso, él (el Papa) vino por
la ruta del Coliseo, y por aquella calle recta donde la estatua del Papa mujer (imago papissae) está localizada, en recuerdo, se dice, por haber dado allí a luz a un niño el Papa Juan VIII. Por esta razón muchos dicen que
a los papas no se les permite pasar a caballo por allí. Por lo tanto el señor arzobispo de Florencia, el obispo de Massano, y Hugo de Bencii el subdiácono apostólico, me enviaron una reprimenda»
(Líber Notarum, John Burchard; RISS, XXXII pt. 1, vol. I, p.176).
La estatua de la Papisa (imago papissae) que aquí menciona Burchard en el año 1486, también fue vista por Martín Lutero cuando visitó Roma a finales de 1510. Lutero hizo un comentario acerca de la estatua expresando su sorpresa que los papas permitiesen que un objeto tan embarazoso permaneciera en un lugar público. La estatua que Lutero vio era la de una mujer con vestiduras papales, sosteniendo un niño y un cetro (La Légende de la Papesse Jeanne, Eugene Müntz, 1900, p.333). Teodorico de Niem afirma que «la estatua fue erigida por el Papa Benedicto III, con el fin de inspirar horror al escándalo que sucedió en ese lugar» (Pope Joan -A Histórica! Study, Emmanuel D. Rhoides, 1886, p.82). El dato es confiable porque cuando Teodorico escribió al respecto en el año 1414, la estatua tenía apenas poco más de 50 años, lo cual no deja mucho margen de error.
Por otro lado, en relación al fin o desaparición de la estatua de la Papisa, existe el testimonio de Elias Hasenmuller quien el la última década del siglo XVI fue informado por una autoridad confiable que la estatua había sido arrojada al río Tíber por Pío V (1566-72). Según lo registra el mismo Hasenmuller en su obra Historia lesuitici Ordinis (1593, p.315). Esto explica también por qué el famoso cardenal jesuíta Roberto Belarmino (1542-1621), quien intervino como miembro del Santo Oficio en el juicio contra Galileo, cuando
hace referencia a la estatua en su obra "De Summo Pontífice en 1577", siempre se refiere a ella en tiempo pasado, con la clara implicación que la estatua en ese entonces ya no existía.

Un testimonio más, concerniente a la existencia de la Papisa Juana, lo encontramos en el juicio que se le hizo al valiente y gran reformador de Bohemia John Huss. En el mes de noviembre de 1414 se convocó un Concilio general en Constanza (Alemania), con el fin de decidir una disputa entre tres idiotas que querían ser papas al mismo tiempo. John Huss fue llamado a comparecer ante este Concilio porque se le acusaba de herejía. Huss argumentó en su
defensa, entre otras cosas, que la única cabeza de la Iglesia podía ser Cristo mismo y no el Papa. Razón por la cual también, dijo Huss, la Iglesia había podido seguir funcionando durante todo este tiempo sin una cabeza terrestre a pesar de los Papas corruptos. Y fue precisamente aquí, cuando a manera de ejemplo de tal corrupción papal, Huss citó entonces la existencia de la Papisa Juana. Y, como bien dice el historiador del siglo XVIII
James L’Enfant: «Si esto no hubiese sido en ese entonces un hecho innegable, los miembros del Concilio seguramente habrían tratado de corregir a Huss con disgusto, o se hubieran reído de él, como ciertamente lo hicieron por cosas de menor importancia» (The History of the Council of Constance, James L’Enfant,
1730,1, p.340.)"

Después de esta información consignada en esta web, importa decir que Roma trató de ocultar este hecho por razones obvias. Sin embargo, antes de la época de la Reforma, la cual expuso a la luz pública muchos pecados ocultos de la Iglesia, esta historia de la Papisa fue parte de las crónicas y conocida por obispos e incluso los mismos papas (historia de los papas, Bowers, Vol.1,p.226). También que existe abundante evidencia, más de 500 textos en distintos siglos, que certifican no solo la existencia de su papado sino también que este hecho era públicamente reconocido por los más altos dignatarios de la Iglesia Católica.
El mismo Papa León II en carta al patriarca de Constantinopla, a mediados del siglo XI, menciona a “una mujer que ocupó el trono de los pontífices de Roma…” En la Enciclopedia Católica se lee: “ocupó el solio pontificio después de León IV (855) y antes de Benedicto III (858). De hecho, todos los libros de historia de antes de la Reforma mencionan a la papisa Juana o en texto, o en el margen (Ecumenismo y romanismo, p. 59, 60).
Autores como Petrarca o Boccaccio la mencionan en sus escritos y existen documentos del siglo XV que hablan de la estatua de “La mujer Papa con su hijo en brazos.”
También es oportuno aclarar, que la suplantación de miembros del clero por mujeres no era extraña en esos años. Existen registros de numerosos casos. Muchas santas y beatas, como Eufrasia, Hildegarda y Eugenia, ampliamente reconocidas por el Vaticano, vivieron de incógnito entre monjes vistiendo ropas masculinas hasta su muerte
Nadie ha osado desmentir que desde principios del siglo XV la presencia histórica de la papisa es aceptada por todos, puesto que varios dignatarios de la Iglesia dan fe de ello en sus escritos, lo que Roma no juzga necesario censurar, existiendo constancia que durante más de dos siglos hubo en la catedral de Siena, Italia, una estatua llamada “Papa Juan VIII, una mujer inglesa”, que estaba situado entre los bustos de otros Papas. Finalmente el Papa Clemente VIII lo rebautizó como Papa Zacarías.
La presencia de la Papisa Juana en los mazos del tarot, es otra evidencia del arraigo que tuvo en el pueblo su papado. El acervo popular la inmortalizó en forma de naipe y el tarot de Marsella nacido en la Edad Media, la representa en la carta número dos de los arcanos mayores. En el naipe representa la sabiduría femenina. En años más recientes, esta carta ha sido rebautizada como “La Sacerdotisa”.
En 1886, el escritor griego Emmanuel Royidios publicó el libro “La Papisa Juana", traducido solo en 1939 al inglés por el británico Lawrence Durrell y recientemente se ha publicado “El Papa Mujer”, por Pardoe, Rosemary, Pardoe, Darroll.
Algunos estudiosos de la historia oficial de la Iglesia piensan que en el afán de hacer desaparecer todo vestigio de su Papado, habrían usado la estratagema de llamarle Benedicto. Benedicto III es el Papa que se dice sucedió a León IV. Alargando el período del mandato de este último y achacándole a Benedicto la titularidad, la iglesia lograba disimular su sexo y confundir documentalmente a quienes investigaran los escritos oficiales. Curiosamente, el nombre del papa Benedicto III no se menciona en el más antiguo ejemplar conocido del “Liber Pontificales”, donde aparecen todos los Papas de la antigüedad. Los cronistas de la época lo describen poseedor de un físico atractivo, pero con una marcada aversión por aparecer en público, así como un muy bajo perfil. En la práctica nada se sabe realmente de él, solo se registra el hecho que fue víctima de un Antipapa y que murió súbitamente el 17 de abril de 858, siendo enterrado fuera de la Basílica de San Pedro, acorde a su última voluntad, ya que se habría juzgado a si mismo como: “indigno de estar junto a los santos…”
Sin embargo, no es necesario que el Estado Vaticano siga ocultando la existencia de la Papisa Juana, porque como se ha comprobado es imposible establecer una real “sucesión apostólica” de los Papas. Los registros están tan manipulados y son tan confusos que malamente se puede saber con certeza el historial de estos prelados y si efectivamente esas historias corresponden a la verdad. Según la lista oficial de pontífices de Roma, de un total de 264 papas, 38 o bien son antipapas o bien son Papas dudosos. Entre los dudosos, hasta existe uno elevado a los altares como Santo, San Hipólito.
No hay salud.

jueves, 6 de agosto de 2009

LA CIENCIOLOGIA, Parte 2.-



A cualquiera que ataque mi Iglesia: “Se le puede privar de su propiedad o ser lastimado por cualquier medio por cualquier Cientólogo sin que ninguna acción disciplinaria se emprenda contra el Cienciólogo. Puede ser embaucado, demandado, difamado o destruido”.
L. Ron Hubbard

Resulta muy impresionante constatar que la penetración ideológica de la Iglesia de la Cienciología mediante la proliferación y abundamiento de material en Internet hace que la mitología respecto de la vida y biografía de Hubbard engañe a millones de personas e instituciones que se dicen respetables y que seguramente cometieron el descuido de no investigar sus fuentes. Por ejemplo en el Diccionario de las Religiones (dirigido por el Cardenal Paul Poupard), Herder, Barcelona 1987, p. 1292-1293 leemos:
“Un ingeniero americano, Lafayette R. Hubbard, nacido en 1901, volvió de la guerra aquejado de una incapacidad física permanente y se enfrentó a un cruel sufrimiento moral. Trató entonces de recuperar por sí mismo la paz de su espíritu y el bienestar. Expuso sus descubrimientos en el libro Dianética, Ciencia moderna de la salud mental (1950) o ciencia del espíritu, y trató de difundirlos a través de una escuela llamada Cientología o ciencia del saber…]”

Otro: “Hubbard nació en Nebraska en 1911, vivió en la India, fue piloto aviador, estudió física y psicología y realizó viajes de variada índole, dotado de una inteligencia puntillosa y la imaginación de un psicópata de costumbres disipadas y recia personalidad. Se dedicó a escribir ciencia ficción, ocupación que dejó, según sus propias palabras "porque el verdadero negocio estaba en fundar una nueva religión". (Diccionario de Sectas y Ocultismo).

Todas esas percepciones que se tienen de su vida, extractadas de escritos de la página web oficial de la Cienciología son falsas de falsedad absoluta. Está establecido que Lafayette Ronald Hubbard no es ingeniero ni matemático, no vivió en la india, nunca estudió psicología y no hay pruebas fehacientes de que haya sido piloto aviador. Su historial registra que fue educado en las escuelas públicas de Montana, California, Washington y Virginia, dado los traslados de su padre que era oficial de la Marina de EE.UU.

Hubbard efectivamente asistió a la Universidad George Washington, donde consta que fue alumno entre 1930 y 1932, cursando solamente algunos ramos de ciencias e ingeniería civil recibiendo un promedio de grado D, que es considerado debajo de la media y en su segundo año recibió también grado D en cálculos electrónicos y magnéticos y en un curso corto que no finalizó, física atómica y molecular, una F. No se tituló ni obtuvo ningún grado de reconocimiento y no se le conoce ninguna otra educación formal.
Es igualmente falso que en la guerra fuera herido y por tanto aquejado de una incapacidad permanente y que sufriera un cruel sufrimiento moral.
Esta versión tan difundida en todos los miles de libros escritos por la Cientología ha sido contrastada con los archivos, abiertos hoy día a la opinión pública por el Gobierno americano donde se habla del servicio de Hubbard en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
La Iglesia afirma por boca de Chris Owen, un supuesto alto Oficial de la Marina de Guerra de USA que éste es un héroe de guerra, varias veces condecorado por sus actos de arrojo y valor en combate. El resultado de estos archivos es que no existe registro en la marina sobre tal Oficial y que Hubbard jamás recibió ninguna medalla al valor por acto heroico, ni estuvo en ningún barco ni combate y por ende jamás fue herido.
Este hecho en su tiempo causó un gran revuelo periodístico y constituyó un grave escándalo que la Iglesia ha procurado por todos los medios acallar y sumir en el olvido. Tal situación ha sido incluso develada en importantes programas televisivos, entre ellos 60 minutos y Nigthline. En ambos se han comentado estas discrepancias entre la versión de la iglesia y los documentos de la milicia norteamericana. En absoluto contraste con las hagiografías de la iglesia y las conferencias para cienciólogos donde se muestra “al maestro” luciendo sus heroicas medallas en uniforme de Oficial de Marina, en estos archivos se logra establecer que no solo no participó en combates, fue herido o cegado como se menciona en algunas publicaciones, ni condecorado con tantas medallas fraudulentas como aparece en las fotos, sino que también fue expulsado de la Marina por incompetente.

Importa decir entonces que dado que no sufrió heridas en combate ni daños morales, ni ceguera ni ninguno de los embustes anotados, la afirmación que se hace de que su técnica dianética le curó de tales heridas es otra falacia que inventó Hubbard y que la Cientología sigue difundiendo.
En un artículo llamado "Mi Filosofía", Hubbard dijo haber sido "cegado por heridas en los nervios ópticos, y lisiado por heridas en la cadera y la espalda produciéndole cojera, al final de la Segunda Guerra Mundial... Mi Hoja de Servicio indica... 'impedido físico permanente'." Se jactaba de haber sido el primer herido repatriado desde el lejano Oriente.
La realidad es que la razón de su ingreso en el Hospital militar fue una úlcera y no heridas de guerra. Según un informe médico de 1945: “…es opinión de este tribunal que este oficial no está físicamente preparado para afrontar las tares propias de su rango, por lo que se debería iniciar un proceso de retiro.”


Efectivamente en el inicio de la guerra y con el grado de subteniente se le asignó un par de misiones de instrucción como Comandante (en una lancha antisubmarina) para realizar un crucero de inspección por la costa oeste. Durante el curso de dicho viaje, Hubbard dirigió una batalla de 55 horas contra lo creía que eran dos submarinos japoneses. En una misión de rastreo confunde un sedimento magnético con un submarino y batalla contra un enemigo inexistente . El incidente fue revisado por el Almirante Fletcher quien escribió: "un análisis de todos los informes me hacen creer que no había ningún submarino en dicha área..." Los Oficiales Comandantes de todas las naves excepto el PC-815 (comandado por Hubbard) afirman que no existe evidencia de ningún submarino y no piensan que hubiese ninguno en el área."
Hubbard completó este "crucero improvisado" disparando sobre una, afortunadamente, deshabitada isla mexicana. Fue relevado de su puesto y el Almirante en retaguardia Braisted escribió en un informe acerca de su estado físico, "Considero a este oficial carente de las cualidades esenciales de juicio, liderazgo, y cooperación. Actúa sin pensar previamente ... No le considero cualificado para el mando o la promoción en estos momentos”.
Hay páginas de la Cienciología donde se pontifica a Hubbard como un aventurero de excepción. A este respecto, los únicos datos que se han encontrado, es que efectivamente, durante su último semestre en la Universidad y teniendo 21 años, fue uno de los organizadores estudiantiles que realizaron el proyecto “Expedición Cinematográfica al Caribe”. Más tarde diría que dicha expedición proporcionó "datos de valor incalculable" para la Universidad de Michigan y la Oficina Hidrográfica, pero en ninguno de estos lugares existe ninguna constancia de ello.
De hecho, el viaje se anunció en el periódico universitario bajo la cabecera "L. Ronald Hubbard encabeza crucero cinematográfico por las antiguas rutas de los piratas". Dicha expedición sólo recorrió tres de sus dieciséis puertos previstos, fracasando en realizar ninguna película. En una entrevista de 1950 Hubbard calificó los hechos como "un fracaso económico". La segunda supuesta expedición de Hubbard fue descrita por él mismo como "el primer estudio mineralógico completo" de Puerto Rico. De nuevo, no existen pruebas de semejante estudio, por lo que parece que Hubbard pasó mucho de su tiempo en Puerto Rico realizando fallidas prospecciones auríferas. En resumen, trabajó como asistente de un ingeniero civil antes de regresar a los Estados Unidos.
Escribiendo para el "Seattle Star" en Noviembre de 1940, Hubbard argumentó que la "expedición" había sido estropeada por repetidos fallos del Magician. Hubbard y su primera esposa pasaron mucho tiempo varados en Ketchikan, Alaska, mientras él trataba de escribir suficientes historietas para pagar las costosas reparaciones del aparato. Finalmente, usó dinero prestado para abandonar Alaska, dinero que nunca devolvió.
También es oportuno dejar constancia que al igual que es ridículo creer que a sus tres años ya domaba caballos broncos y era hermano de sangre de los indios Pies Negros, no son creíbles ni han podido ser probadas algunas otras afirmaciones como que a los doce años Hubbard era el Eagle Scout más joven de Estados Unidos; que era íntimo amigo en 1924 de Calvin Coolidge Jr, hijo de John Calvin Coolidge, el 30 Presidente de Estados Unidos; que estudió con gurús en China, India y el Tibet de 1925 a 1929; que fue un exitoso explorador y aventurero en los años treinta; que era un físico nuclear…(Mientras estuvo en la Universidad, como ya dijimos, Hubbard suspendió también un corto curso de "física atómica y molecular", de donde viene su gratuita afirmación de haber sido "uno de los primeros físicos nucleares de América". El título original de uno de sus libros era "All about radiation by a nuclear physicist and a medical doctor". A este respecto reproduzco algunos párrafos de la página de ABC.es: http://www.abc.es/20090806/sociedad-/cienciologia-200908061738.html
"El Foreign Office británico investigó en los años 70 al fundador de la Cienciología, el estadounidense Lafayette Ron Hubbard, y estableció que el doctorado que se atribuía, que le daba una aureola de científico y de persona de alto conocimiento, en realidad era falso. La documentación ahora desclasificada por el Ministerio de Exteriores pone de manifiesto tanto el fraude de Hubbard, como cierta psicosis que entonces la Iglesia de la Cienciología provocó en la Administración norteamericana y en la británica.
Hubbard, un autor de ciencia ficción que en 1952 puso en marcha la Cienciología, un conjunto de creencias y prácticas relacionadas con su teoría sobre la dianética (poder de la mente en el propio desarrollo), aseguraba haber obtenido en 1953 un doctorado por la Universidad de Sequoia, en atención a sus aportaciones en el campo de la dianética, y que ese grado había sido reconocido por el Departamento de Educación de California.
Enfrentado con la Iglesia de la Cienciología, por haber puesto su sede mundial en un condado al sur de Londres, el Gobierno británico prohibió en 1968 la entrada en el país a los seguidores de Hubbard y quiso investigar algunos datos de la biografía de éste para intentar demostrar que era un fraudulento charlatán. Así queda detallado en la documentación de Exteriores dada a conocer ahora a requerimiento legal de «The Times».
A través de la gestiones realizadas en 1977 por su propio cuerpo diplomático, con pesquisas llevadas a cabo desde el consulado de Los Angeles, el Gobierno de Londres pudo saber que la tal Universidad de Sequoia en realidad no existía y que era una entidad nominal que legalmente pertenecía a Hubbard, con la que éste repartía títulos académicos".

Hubbard jamás estuvo en el Tibet ni en India y menos hizo estudios en sus pagodas y lamasterios y dos breves viajes a China que realizó fue acompañando a sus padres en período de vacaciones a los 17 años de edad.
Hubbard dijo a sus seguidores que pasó cinco años, desde la edad de catorce a diecinueve, viajando sólo por China, Mongolia, India y el Tíbet, y estudiando con hombres santos. En realidad tampoco visitó Mongolia. Hubbard confesó la brevedad de sus estancias en China en una entrevista al magazíne "Adventure" en 1935.

El mito de la Iglesia Cientológica es que Hubbard fue considerado como uno más de los sabios chinos y tibetanos con quienes compartía largas veladas de estudio y meditación y que “con su fina sensibilidad por la música” estudió durante meses todos los ritmos y tocó todos los instrumentos originarios de la mayoría de los países asiáticos.
A este respecto, no se sabe de ningún tema musical de calidad o de éxito compuesto por “El maestro”, ni nadie lo ha visto pulsar, soplar o rasguear nunca un instrumento. No obstante hay páginas y páginas en la web donde se lee sobre sus sublimes composiciones y donde el maestro dicta cátedra de cómo otros deben mejorar su estilo o donde Cienciología describe instituciones (inexistentes) que se guían por las enseñanzas del maestro. Dejo algunas para que se diviertan ya que a pesar que señalan institutos en todo el mundo donde se enseña la docencia instaurada por el maestro y sus composiciones excepcionales en instrumentos autóctonos de varios continentes, no es posible abrir ninguna de estas páginas:
http://acecultura.galeon.com/paginas/glosario.html
http://spanish.ronthemusicmaker.org/score.htm

A tanto ha llegado esta infiltración de la Cienciología en la red, que el Lunes, 1 de Junio de 2009 el Tribunal Supremo de la Wikipedia, en un esfuerzo sin precedentes para acabar con la autoedición de artículos, ha prohibido las contribuciones de todas las direcciones IP pertenecientes o gestionadas por la Iglesia de la Cienciología y sus asociados. Este es uno de los casos de arbitraje que más ha durado dentro de la Wikipedia. El Comité de Arbitraje votó 10 a 0 (con una abstención) en favor de la iniciativa, que entrará en vigor inmediatamente. Según indicaron los administradores de la Wikipedia, este hecho marca un hito, al ser la primera vez que una gran organización es baneada debido a la autoedición de su información.
La enciclopedia decidió inhabilitar a los usuarios que se conecten desde máquinas relacionadas con la organización que durante meses realizó cambios engañosos acusando a esta organización de manipular artículos para eliminar las críticas dirigidas contra ella. Wikipedia prohibió a los afiliados a la Iglesia de la Cienciología colocar cualquier artículo o contenido en la popular enciclopedia digital, en la que fue calificada como una movida drástica sin precedentes. La decisión de Wikipedia, según la revista estadounidense Wired está vinculada a la acusación contra la organización religiosa de publicar informaciones engañosas sobre su actividad contenida hasta ahora en más de 400 artículos. Según ANSA, la prohibición impuesta por Wikipedia va contra el propio "manifiesto existencial" de la enciclopedia: "compartir gratuitamente, con el mayor número de personas, información sobre cualquier tema escrita por cualquier individuo".

Esta inusual medida vinculada a la actividad de internet en su accionar en el ciberespacio y que tiene por lo tanto vigencia mundial, confirma en parte un juicio emitido en 1984, por el Juez Latey, Presidente del Alto Tribunal de Londres, en un caso relacionado con esta Iglesia:
"Cienciología es una organización inmoral y socialmente desagradable. ...es corrupta, siniestra y peligrosa. Es corrupta porque se basa en mentiras y engaños y sus objetivos verdaderos son dinero y el poder para el Sr. Hubbard. Es siniestra porque consiente las malas prácticas entre sus adherentes que indudablemente se someten a su disciplina en contra de los que lo critican o los que se oponen. Es peligrosa porque está en el mundo exterior, para capturar a las personas y para adoctrinarlas y lavarles el cerebro, estos cautivos son las herramientas incuestionables del culto, pues están prohibidos de actuar como el común de la gentes en sus relaciones con otros."

A propósito de ésto, y mientras buscaba información para escribir este artículo, me llamó la atención una página que encontré por casualidad. Se titula El retorno de los Charlatanes III (lo que significa que debe haber un artículo No. 1 y otro No.2, que no encontré), firmado por un tal Horacio Velmont, donde para mi sorpresa ataca y se refiere despectivamente y con gran virulencia a una serie de personas ( 11 en total), de las que pone fotos y curriculo, por el solo hecho que (según me pude enterar) estos periodistas, sacerdotes, investigadores, prelados de la iglesia y ex cienciólogos, entre otros, alguna vez escribieron “contra la Cienciología”.

Esta divulgación, a mi juicio, atenta contra la libertad de expresión que toda persona tiene cuando utiliza cualquier medio de información lícito y con mayor razón Internet y constituye un acto de intolerancia dogmática inadmisible. A la vez es un acto intimidatorio que procura amedrentar a todo aquel que en el futuro exprese su opinión respecto de esta secta. Yo no conozco a las personas afectadas y creo que provienen de distintas fuentes ideológicas pero aprovecho de expresarles aquí mi solidaridad por esta torpe acción de matonaje dialéctico.
Esto me motivó a buscar información sobre este sujeto, estableciendo que pertenece a lo que se conoce como GRUPO ELRON, según publican ellos mismos una: “Organización científica independiente, sin fines de lucro, religiosos o políticos, dedicada a erradicar los falsos conceptos en todos los campos del conocimiento a través de las enseñanzas de los Maestros de Luz”. Fundador: Horacio Velmont. Director: Jorge Raúl Olguín
De inmediato me llamó la atención que se definieran como organización científica, palabra muy usada justamente por las organizaciones que generalmente nada tienen de científico y que por algún tipo de complejo de inferioridad utilizan engañosamente, como es el caso de la Cienciología y otras sectas y que además, se declararan independientes, sin fines de lucro, religiosos o políticos, dedicada a erradicar los falsos conceptos en todos los campos del conocimiento, a través de los Maestros de Luz.
Por lo pronto y al tenor de lo que estaba leyendo, pude establecer que ya estaban mintiendo en su predicamento de asegurar que no tenían fines religiosos, pues, en páginas siguientes que adjunto, se puede ver que son parte de la iglesia Cienciológica, miembros de sus filas y voceros de sus predicados. Que todas sus páginas, que suman decenas sino cientos en internet, algunas de ellas en otros países, tienen avisos económicos de terceros y avisan prestaciones de servicios personales que llaman "espirituales", por lo que tampoco es cierto que sean independientes y sin fines de lucro. Que tanto el señor Velmont, como el señor Olguín, son de los que tienen ese tipo de chifladura que los hace creer que son capaces de hablar con los muertos,
por lo tanto malamente son los indicados para erradicar los falsos conceptos en todos los campos del conocimiento. Primero, porque nadie en el mundo ha sido capaz de hablar con un muerto, lo que significa que esta aseveración carece de fundamento y verdad y segundo, por que asegurar tal cosa, no solo es engañoso sino que puede ser constitutivo de delito si se cobra por ello una tarifa. Esto tiene singular importancia y gravedad porque los únicos que podrían creer, al ser engañados y convencidos por el señor Olguín y Velmont, que ellos pueden traerles mensajes de sus seres queridos o entablar algún tipo de contacto con sus deudos, son aquellos que privados por la muerte de sus seres queridos, en su desesperación y sufrimiento, no dudan en intentar incluso los actos más descabellados. Eso, en términos judiciales, se llama engaño a la fe pública y es un acto que debidamente configurado constituye una estafa, delito penado por la ley.
Si estos caballeros u otros hablaran con los muertos serían hombres muy poderosos y el mundo científico y los gobiernos harían fila para aclarar dudas con los muertos ilustres y sabios, pero nada de eso sucede. También serían ricos y adivinarían todo tipo de loterías y juegos de azar. Tampoco usarían teléfono ni internet, pues harían conferencias telepáticas con cualquier persona y si usaran estos "poderes" como auxiliares de la policía, para descubrir el paradero de personas y especies al igual que la identidad de asesinos, resultarían auxiliares fantásticos.

Hago hincapié que no me interesa ni haré mención a que estos señores crean en la Cienciología o en esas entidades abstractas que ellos nombran como Maestros de Luz porque ello es absolutamente legítimo y son dueños de creer y tener fe, si así lo estiman en El Gran Burro Coronado o en Las Sagradas Ballenas Voladoras. En lo que a mi respecta los únicos maestros de luz que conozco son aquellos que arreglan los problemas eléctricos. Pero sí me percato que esta dupla de pseudo científicos, tiene como objetivo, además de promocionar sus personales prestaciones de dudosos servicios, el destacar la figura de Ron Hubbard y los postulados de la Cienciología haciéndole declarar sobre distintos temas a pesar que éste murió en Enero de 1986. De esta forma "el maestro" aparece milagrosamente vigente en infinidad de páginas de Internet después de esta fecha, opinando muy suelto de cuerpo desde el más allá por boca del Medium, el mentado "Doctor" Jorge Olguin y el inefable interlocutor "Profesor" Horacio Velmont, (¿dónde habrán conseguido estos títulos?) que entablan un diálogo con preguntas y respuestas con esta supuesta entidad tal cual como si estuvieran hablando por teléfono a corta distancia, el que publicitan ampliamente dando por sentado que esta "entrevista" revela la real verdad del hecho en comento, muchas veces cambiando o tergiversando la versión histórica.
Esta ridícula situación se repite hasta el infinito siguiendo seguramente las instrucciones de la secta, sino su pago, que tal como lo hizo en Wikipedia procura por toda clase de medios, sean éstos lícitos o no saturar la red con información engañosa y proselitista. Curiosamente, de acuerdo a estas fantasiosas revelaciones que nos regalan graciosamente estos dos únicos y peculiares miembros del Grupo Elron, Hubbart sigue ocioso en el más allá, porque siempre está disponible para "contactarse" con el mentado Doctor y su medio pollo El Profesor en el sitio donde mora, que debe ser una especie de calle con mucho tránsito de otros "Maestros de Luz", porque en algunas de estas sesiones de telepatía remota, "el maestro Hubbard", poco seguro de alguna respuesta le consulta inmediátamente a Einstein, Jesús, Cristóbal Colón u otro muerto relevante que pasa "casualmente" a su lado.

Muchas de las crítica a La Iglesia de la Cienciología es que llega a dominar muy rápidamente al nuevo miembro y luego y con mayor profundidad a sus integrantes más avanzados, prohibiéndole el contacto con toda persona hostil al movimiento, e insistiendo en que existe una vasta conspiración que intenta destruírles. La marca del fanático es la incapacidad de siquiera considerar las evidencias. Desafortunadamente, muchos Cienciólogos simplemente cierran los ojos ante las críticas.
A este respecto pienso que es equivocada en grado extremo la posición de la Iglesia de la Cienciología, de sus adeptos y de cualquiera que asuma la dogmática postura de
nó aceptar opiniones adversas a sus criterios ni menos atacarlos por ello. La historia de la vida de Ronald Hubbard es un hecho público, hay documentos oficiales de instituciones respetables que dan cuenta de ello y además existen las versiones de sus más cercanos, de sus hijos, de sus ex esposas, de ex compañeros de la Cienciología que vivieron su ideal por muchos años.
Quienes escriben este tipo de crónicas se basan en estos hechos que son los más fidedignos. Hay además versiones de magistrados, de diversos países, de gobiernos, de personalidades políticas. Estas versiones contrastan con la versión e imagen de la Iglesia de la Cienciología, pero ello es porque esta organización ha querido tamizar su historia, disimular sus defectos humanos y endiosar a su líder, postura muy entendible pero claramente inexacta.
En el caso de Velmont y Olguin, no pueden usar la política del avestruz; no es ético ni racional acusar a los autores de estos escritos que son "parte de una confabulación", o la niñería de decir que son “espíritus de error",(¿?) o que sus "opiniones no son válidas porque no han estado ni pertenecido a la Iglesia", argumento este muy endeble, porque no es necesario ser drogadicto para opinar de la drogadicción, ni convertirse en criminal para opinar sobre los criminales. Tampoco decir, ¿porqué no se hablan cosas buenas de esa secta y no solo lo malo?, porque si hay algo que abunda en internet son "las cosas buenas" de la Cientología y de Ron Hubbard. Están en las páginas oficiales de Cienciología y en miles de sitios en Internet. Sin embargo como nunca han podido ser establecidas y existen versiones distintas y contradictorias, la gente tiene el derecho no solo a opinar y tomar partido, sino también de rechazar aquello que no le agrada o que encuentra vergonzoso o falso. Eso se llama libertad de expresión. Y por supuesto no puede ser que, como aseveran algunos afectados por la ira del profesor y el doctor, que a manera de venganza (de muy baja estofa por supuesto), se envíen por parte de los aludidos nubes de spam al correo privado o destructivos virus a sus páginas para perjudicarles. Eso, ya tiene otro nombre, no es solo materia de ley, sino de consulta siquiátrica. También es una canallada.

Dicho esto, espero por el bien de los internautas y por el prestigio y seriedad que todos deseamos para esta gran herramienta que es Internet, que sus ejecutivos responsables tomen medidas al igual que Wikipedia, en todas estas publicaciones espúreas, mal intencionadas y tendenciosas que constituyan falacias, ataques a terceros y otras esquizofrenias estrafalarias, que procuran confundirse con las disciplinas académicas. Creo además, que los organismos policiales, las oficinas de Tax o de Impuestos en cada país, así como Interpol, deben investigar estos engaños a la fe pública realizadas con publicidad en la red como la que estamos comentando, de los numerosísimos charlatanes síquicos que la utilizan para conseguir nombradía y pingues ganancias utilizando el dolor, la ignorancia y la buena fe de gente insegura que busca respuestas a sus tribulaciones. Y que, con la siembra de sus disloques y disparates que no ayudan a la cultura general y más bien colaboran en la pérdida de interés por la verdadera divulgación científica solo confunden a la opinión pública. Adjunto aquí, para quienes quieran informarse, algunas “joyitas” de estos sicarios de la secta y sus métodos de fanática "venganza" para silenciar a sus críticos.
http://unnocomounacasa.blogspot.com/2006/05/el-grupo-elron-y-hitler.html; http://blogs.periodistadigital.com/politicamenteacorrecto.php/2008/03/01/cienciologia-elron-muerte-y-locurahttp://www.grupoelron.org/general/jerarquiasplanetariasysolar.htm; http://paranormalidades.blogspot.com/2005/06/grupo-elron-difamando-carl_111954310751022905.html
http://paranormalidades.blogspot.com/2006/01/la-amabilidaddel-grupo-elron.html
http://www.elfraudejocoso.com/index.php?option=com_content&task=view&id=112&Itemid=71
http://www.foroastral.com/index.php/topic,109.0.html; http://www.antesdelfin.com/foro/showpost.php?p=249761&postcount=33


Retomando al tema de L. Ron Hubbard, existe literatura donde se habla de sus investigaciones y logros científicos en horticultura, pero éstos hallazgos son tan insignificantes y seudocientíficos que no aparecen en ninguna revista especializada. Una de las anécdotas más famosas que lo hicieron el hazmirreir de la comunidad científica fue su declaración de que los vegetales también sufrían dolores al ser rebanados (a pesar que no poseen sistema nervioso central) y que había descubierto ésto merced a pruebas realizadas en ajíes y tomates con el instrumento E-metro “de su invención”.
Este manido invento tampoco es obra del “maestro”, como se puede demostrar. Es simplemente el invento creado por otro hombre al que engañó para apropiárselo.
En los años 50, ya existían varios polígrafos eléctricos como el “electropsicómetro” inventado por Volney Mathison en los años cuarenta, que era una especie de detector de mentiras que de acuerdo a las teorías de Carl Jung´s, acusaba en el organismo reacciones conscientes y subconscientes que era muy usado por los quiroprácticos. También estaba el “neurocalómetro” o “termocupla”, utilizado por los quiroprácticos, que supuestamente detectaba enfermedades a través de la médula espinal. Pero el más famoso de estos dispositivos fue el conocido como “La Caja de Orgón” de Wilhelm Reich, que servía para “cargar” de energía orgón al paciente para descubrirle enfermedades.

Hubbard, asistió a las presentaciones públicas del electropsicómetro de Volney Mathison y le propuso que trabajaran juntos para usarlo en las curaciones espirituales que pensaba hacer con su reciente teoría de La Dianética. Mathison aceptó y fue reclutado por Hubbard para fabricar dispositivos similares para su todavía no bien desarrollado concepto de Diánética y Cienciología. Los dispositivos fueron llamados Mathison E-Metros, la abreviatura de electro-psychometer ya que otro nombre usado era “electroencephaloneuromentimograph”, muy largo y difícil de retener.
Esta relación de negocios terminó abruptamente a mediados de los años cincuenta cuando Hubbard ya había coaccionado y hecho firmar documentos a Mathison para completar la transferencia de propiedad de la patente. Este se negó y Hubbard suspendió el uso de este E-Metro e hizo fabricar uno muy parecido cambiándole algunas características el que patentó a su nombre. Cuatro años más tarde, en 1958, el E-Metro se puso en acción pero ahora se llamaba E-Metro Hubbard, con ligeras modificaciones hechas por Don Cria y Joe Wallis, convirtiéndose hasta el día de hoy en una parte esencial de la Cienciología para realizar la “audiotoría”. Ello dio pábulo a un bullado escándalo donde Volney Matheson acusaba a Hubbard de fraude. Específicamente el inventor de la E-metro denunciaba a Hubbard como “Faker”.

Curiosamente y como prueba por parte de la Iglesia de la Cienciología que Hubbard había inventado antes que Matheson el E-Meter, en 1994 se aportó una foto que se publicó en la revista Der Speigel de la Cienciología, que muestra a Hubbard haciendo presentaciones públicas con el E-Meter supuestamente antes de 1950. Por desgracia para “el maestro” y “la Iglesia”, luego apareció una foto original donde se prueba que la foto de Hubbard está trucada. En ella aparece la misma escena, pero la foto del “maestro” reemplaza a Mathison. Aquí se muestran las dos fotos, la “trucada” por Hubbard y la original, donde se aprecia el mismo cliente y el primitivo E-Meter, como curiosidad.


En los primeros escritos de Dianética el E- Metro era considerado una pieza importante y decisiva de diagnóstico de casi todas las enfermedades humanas. Posteriormente y bajo un fallo judicial de los Tribunales americanos, que la acusaron de prácticas médicas ilegales y fraudulentas no otorgándole propiedades curativas al aparato la cienciología fue obligada colocar en su mención de las propiedades del E-Metro que: "El E-Metro no está concebido ni es efectivo para el diagnóstico, tratamiento o prevención de enfermedad alguna".

Antes se afirmaba que con estos métodos "Dianética cura, y cura sin excepciones". Ahora gracias a Cienciología, "el ciego ahora vé, el cojo camina, el enfermo se recupera, el loco se torna cuerdo y el cuerdo más cuerdo todavía".
Aún así, sigue siendo utilizada obligatoriamente para detectar el estado mental de las personas, dado que el principio del aparato es básicamente el de un detector de mentiras. Con los datos interpretados por el experto auditor, éste pretende establecer la presencia en el auditado de almas impregnadas en su cuerpo, seres malignos alienígenas que provocan todos nuestros problemas físicos y espirituales. En el documento cienciológico conocido como "HCO WWW Sec Form 4" , de aplicación interna, se encuentran algunas de las preguntas vitales que debe contestar el nuevo miembro :

• ¿Alguna vez esclavizó a una población?
• ¿Alguna vez devaluó la moneda de una nación?
• ¿Alguna vez mató a la persona equivocada?
• ¿Alguna vez estrujó la lengua de otra persona?

• ¿Alguna vez exterminó a una familia?
• ¿Alguna vez intentó hacer quedar mal a la salud mental?
• ¿Ha practicado el sexo de forma consistente de alguna forma antinatural?
• ¿Alguna vez ha vuelto radiactivo algún planeta o nación?
• ¿Alguna vez ha tenido sexo con un cadáver?
• ¿Alguna vez ha practicado la piratería?
• ¿Alguna vez ha sido un proxeneta?
• ¿Alguna vez ha comido un cuerpo humano?
• ¿Alguna vez le dio de comer arena a un menor?
• ¿Alguna vez desfiguró un objeto bello?
• ¿Alguna vez exterminó una especie?
• ¿Alguna vez fue verdugo profesional?

• ¿Alguna vez hizo quedar mal a los robots?

Como los lectores pueden apreciar, este inteligente test, producto de la experimentada mente de los cienciólogos, es infalible para el objetivo buscado que es descubrir reencarnaciones de alienígenas en los entrevistados y dependerá en gran parte de las respuestas entregadas por los miembros de la secta en diversos niveles para aplicarle los tratamientos adecuados para eliminar estos peligrosos engramas. Se me ha dicho que aunque no lo parezca, las almas más malignas adheridas a nuestro cuerpo mortal y que por lo tanto ameritan un tratamiento personalizado de varios ceros a la derecha, sea en dinero efectivo o documento al día, son aquellas que han estrujado más de una vez la lengua de una persona por ser este un delito galáctico despreciable de la peor especie.