viernes, 4 de enero de 2008

EL GRAN BANKSY

“Hay gente que quiere hacer del mundo un lugar mejor; yo solo quiero hacerlo un lugar más vistoso. Y si no te gusta, puedes pintar sobre él..” BANKSY.

Hace un par de años, circuló en los medios artísticos e intelectuales de Los Angeles, USA, una inesperada invitación donde el famoso graffitista inglés Banksy citaba a un encuentro público a connotados personajes de la farándula e intelectualidad.
El resultado fue una marea de gente entre los que se destacaban artistas de cine como Brad Pitt, Jude Law y Keanu Reeves, entre otros.

Todos ellos preguntaban por el anfitrión y abordaban a todo hombre blanco de alrededor de treinta años que veían preguntándole si él era Banksy.
En el lugar, que reflejaba pobreza y mal gusto había un gran living con paredes empapeladas al estilo de décadas atrás, con sofá, alfombra y ¡Oh sorpresa!, un elefante macho de 37 años de edad pintado caprichosamente de igual manera que el empapelado, oscilando su enorme cuerpo en medio del salón.

Cada invitado al ingresar había recibido un papel. Este decía: “Hay un elefante en la habitación. Hay un problema sobre el cual nunca hablamos.
El hecho es que la vida no se está volviendo más justa y que 1.7 mil millones de personas no acceden a agua potable y 20 mil millones viven por debajo de la línea de la pobreza. Para colmo, cada día cientos de personas se enferman por artistas idiotas que muestran sus obras y dicen que el mundo anda mal pero no hacen nada al respecto”.
¿Alguien desea una copa de vino gratis?

Un día cualquiera de no hace mucho tiempo, en uno de los museos ingleses, en una muestra de arte románico del Museo Británico, que se jacta de tener uno de los servicios de seguridad más sofisticados del mundo, apareció misteriosa-mente una nueva pieza que durante varias semanas concitó el interés de los especialistas sino su asombro. Se trataba de una piedra tallada mostrando a un hombre primitivo que arrastraba con esfuerzo un “troley de supermercado”.
Los entendidos sabían que la invención de la rueda ocurrió hace 5.500 años en Mesopotamia, pero no podían comprender cómo podía existir en ese tiempo un artefacto parecido a un carrito de compras moderno

Fue preciso que apareciera un comunicado en la página web de Banksy aclarando que se trataba de un fraude de su invención y que había adquirido el compromiso de regalar una de sus pinturas a la primera persona que se fotografiase con esta pieza.

Algo parecido ocurrió poco después en el Museo Metropolitano de Nueva York, pero esta vez era un cuadro de época mostrando a una mujer con algo en el rostro que semejaba una máscara antigás. El cuadro se llamaba: “Tienes unos ojos hermosos”.

En el Museo de Brooklin se filtró un hermoso retrato colonial de un soldado soberbia-mente uniformado pintando graffitis contra la guerra. En el Tate Modern de Londres, apareció igualmente colgada una pintura de una bella y clásica escena rural a la que Banksy agregó un cartel en que la policía solicitaba testigos. Firmaba, Banksy 1975. También se encontró la pintura de una lata de frijoles británicos al mejor estilo del artista Andy Warhol.

En el Museo de Historia natural se encontró un cuadro representando un frasco de vidrio en el que un escarabajo fue modificado teniendo ahora alas, misiles y satélite.
Lo mismo ha seguido ocurriendo en Centros tan famosos y vigilados como El Museo del Louvre en Francia y muchos otros espacios públicos como el Muro de Cisjordania en Israel donde se aprecian imágenes satíricas sobre la vida “al otro lado”. En una se puede ver un agujero a través del cual se aprecia una playa paradisíaca. El año pasado se inauguró una estatua de la Justicia en un parque de Londres, la que al descubrirse para la estupefacción de los pulcros ingleses, estaba disfrazada de prostituta.

¿Quién es en verdad BANKSY o Robin Banks como algunos aseguran es su verdadero nombre?
Lo cierto es que hoy por hoy nadie nos lo podría decir, porque ello constituye el mayor secreto del mundo del arte y de la cultura de nuestros tiempos. Incluso se especula que este nombre podría ser una broma fonética por su parecido con “robbing banks”, robando bancos en inglés.

Sin embargo es el artista europeo de mayor fama mediática del momento, por sus extraordinarias obras artísticas por supuesto, pero también por el hecho de ocultar su identidad real a la prensa, ya que nadie sabe exactamente cómo ni quién es; si es blanco o negro o amarillo; si muy joven o viejo, ni menos dónde vive, qué hace y quiénes forman parte de su familia y amistades.

En esencia, de él se sabe que es un artista callejero inglés, probablemente de Bristol, presuntivamente menor de treinta años; un graffitero de profusa producción de esténciles y graffitis, pero evidentemente una excepción de este movimiento de “ensucia paredes” tan vilipendiado por moros y cristianos, que por su cercanía con el lúmpen y sus rayados obscenos y antiestéticos constituyen una de las lacras sociales a las que se enfrentan las autoridades de la mayor parte de los países del mundo entero, que han declarado esta actividad ilegal, por que no respeta la propiedad ni los espacios públicos ni privados.

Banksy, no es solo la excepción, es el maestro, el genio del aerosol, el restaurador del arte suburbial elevado ahora a la categoría de arte popular que con sus bromas carismáticas y su capacidad para crear un discurso crítico en complicidad con la ciudadanía, se ha hecho merecedor a ser consagrado oficialmente no tan solo por los críticos de arte y dueños de galerías y lugares de encuentro de los hacedores de estas connotadas obras maestras, sino que, cosa excepcional, también recibe el reconocimiento y aplauso de los propios artistas del pincel, caricaturistas y dibujantes de alto nivel y qué decir de los grafiteros de todos los orígenes, para los cuales es un auténtico héroe.

A su vez ayuda a su fama, su semiclandestino quehacer artístico, los mil disfraces que emplea para pasar inadvertido, la capacidad de romper todos los círculos y sistemas de seguridad de los grandes museos, palacios y lugares sagrados; su audacia suprema para reirse de las figuras más respetables de la sociedad, todo lo cual lo convierte en un icono de lucha, en un guerrillero de la avanzada poblacional espesa y municipal que ha penetrado profundamente en los centros de poder de los conductores del pensamiento colectivo, que orientan a las masas para moldear sus gustos estéticos, rebajándolos ahora con una mirada socarrona hacia las cosas cotidianas y simples, que apasionan a las mayorías y que hacen arrugar el ceño a las minorías intelectuales.

Esta falta de respeto al orden establecido, esta irreverencia anónima de este pintor fantasma, la falta de autoría o firma en estos trabajos que no es lo acostumbrado en los autores que desean perpetuar su obra, este ocultarse bajo su alter ego para desplazarse solitario entre las gentes, no está sin embargo reñido con el lucro ni la fama, que Banksy cultiva a su manera.
La semana antepasada, 10 obras suyas se adjudicaron un total de medio millón de libras esterlinas, unos 700.000 euros, en la casa de Subastas Bonhams. Según el representante de esta cadena Gareth Williams, “lo más increíble del fenómeno Banksy no es su ascenso meteórico ni las importantes sumas que se pagan por sus obras, sino el hecho de que él mismo “establishment” al que satiriza le haya acogido entusiasmado.”

Algunas de las celebridades que han invertido comprando sus cuadros son Angelina Jolie y Cristina Aguilera. En su página :http://www.banksy.co.uk/menu.html, apareció hace unos días un boceto donde se ve a pensionistas jugando a las bochas con bombas. En una clara alusión al reciente remate donde este lienzo de su propiedad se vendió en la suma de 200.000 dólares, podemos leer una de sus típicas salidas de madre. Dijo: “no puedo creer que hayan sido tan imbéciles para comprar esa mierda.”

La última de sus gracias consistió en la falsificación que hizo de alrededor de quinientas copias del álbum debut de Paris Hilton, para cuyo efecto tomó los originales en alrededor de 48 tiendas de música en ciudades como Bristol, Birmingham, New Castle, Glasgow y Londres, reemplazándolos por sus propias versiones. Para que la gente los llevase sin sospechas dejó incólume el código de barra.

Banksy, en colaboración del DJ Danger Mouse, ya conocido por mezclar el disco Blanco de Los Beatles con el Disco Negro del rapero Jay Z, compuso tres canciones con la voz de la Hilton, exclamando su usual “That´s hot” “es genial”, que por supuesto no dejan nada de bien parada a la escandalosa rubia tontita, canciones cuyos títulos son preguntas muy sugestivas como: ¿Por qué soy famosa?, ¿Qué he hecho yo? y ¿Para qué sirvo? Las fotografías de la portada del disco muestran a la Hilton en “topless” y con una “cabeza de perro” en vez de la suya propia, en una clara alusión a su limitada inteligencia. Lo curioso es que ningún cliente se ha quejado o devuelto alguna de estas versiones falsificadas.
Como es de suponer no todos simpatizan con las incursiones activistas de Banksy, en particular porque los deja en ridículo y los expone al jolgorio público. Nadie ha olvidado cuando en Mayo del 2002, para el Jubileo de Isabel II, que fueron las celebraciones de los 50 años de su llegada al Trono de Inglaterra, Banksy convocó a sus seguidores en un punto de la capital británica para celebrar este acontecimiento a su manera, una fiesta que tituló”Graffiti, hostilidad y Jubileo”.

Esta citación alarmó a la autoridad, ya que por las características anotadas el artista es entre otras cosas prófugo de la policía y buscado por INTERPOL, declarando esta fiesta ilegal y apersonándose en el lugar amenazando con detener a sus organizadores.
Por supuesto a la llegada de la fuerza policial ya era muy tarde, solo encontró a cientos de seguidores y grafitteros alborozados que habían plagado las paredes de dibujos y leyendas y…. la obra del maestro subversivo: todo un mural de su Majestad, pero con su cara simulando la de un chimpancé.

Otros que no desaprovechan de criticar a Banksy y sus métodos son un curioso colectivo que se hace llamar “Anarquitectos Space Hijackers”, cuya filosofía es redimensionar el espacio que ocupan las personas y las construcciones en un nuevo orden, más lógico, dinámico y espacial. Ellos le critican y hacen resaltar el irónico uso que el artista hace del imaginario anticapitalista, mientras trabaja para grandes empresas y galerías de arte.
Los hay, como es el caso de Meter Gibson, quien es el portavoz de la campaña Keep Britain Tidy, que consideran que su obra, como la de otros grafitteros es mero vandalismo. También le critican que plasme mensajes anti-sistema en barrios y edificios, los cuales no son compartidos ni bien acogidos por sus habitantes.

Lo último de lo último de este impredecible artista cuyo lema reza: “ Es más fácil pedir perdón que pedir permiso”, ha sido la noticia conocida recientemente que da cuenta que una cámara peatonal le ha sorprendido por primera vez en plena faena clandestina haiendo un mural callejero, fotografía que ha recorrido el mundo siendo portada en varios diarios británicos.
La toma le muestra prolongando las líneas paralelas amarillas que hay en la calle junto a la acera, para convertirlas en una flor en la muralla adyacente. Junto a ésta aparece sentado un obrero armado de un rodillo de pintura.
Todo intento hecho por la prensa para conseguir que esto sea confirmado por los representantes del artista ha sido en vano. Por su parte el Alcalde de la ciudad ha dicho que ordenará borrar todos los graffitis existentes en los muros y calles de la capital, incluyendo los dibujos de Banksy.

Desde luego, a juzgar por la foto que supuestamente lo muestra, nunca será posible su plena identificación, a menos que la policía tenga mejores tomas, máxime cuando Banksy como el maestro del disfraz que ha demostrado ser, en su propia página web expone las filmaciones de cómo hizo para suplantar y plantar sus obras en los distintos museos, trabajos que hizo personalmente siempre caracterizado de distinta forma.

Es importante destacar que la obra conocida de este peculiar artista callejero de élite, no se limita a sus graffitis y murales dispersos por todo el mundo, sino que también ha incursionado en la literatura escribiendo varios libros con fotografías ilustrativas de su obra, mostrando sus trabajos y exposiciones. Su primer libro publicado en blanco y negro es Banging your head against a brick wall, golpeando tu cabeza contra una pared de ladrillo. Después publicó Existencilism, existencialismo (de existencialismo y stencil-plantilla) ; en el 2004 Cut it Out y en 2006 Wall and Piece.

La última reflexión que nos merece el Gran Banksy, es que evidentemente se trata de un personaje genial, lo que se demuestra no tan solo en su capacidad artística lograda sin duda con una práctica de muchísimos años, sino de la inteligencia para convertir sus productos en obras de arte requeridas por el gran público.

En el presente es tanto su poder de convocatoria y la fascinación que su particular modalidad de artista incógnito produce, que no dudamos que la única forma en que puede ser detectado e idenificado, será cuando deba explicar como ciudadano común los inmensos ingresos que está percibiendo ante la autoridad contralora del tax, al igual que ha ocurrido antes, con Al Capone y numerosos millonarios que no pudieron detallar de dónde provenía su cuantiosa fortuna.

Suerte BANKSY.

3 comentarios:

Vivianne dijo...

Saludos amigo, ayer nos estuvimos acordando de ti, en casa de Julio Mèndez,el candidato a alcalde de Penco, nos invitò a tomar una copita, no has actualizado tu blog, mucho trabajo ahora que no està apatronado???
Un abrazo desde Penco que estuvo de aniversario!!!

Anónimo dijo...

Algo está claro: o Blanski son los padres o el pirata Roberts.

Anónimo dijo...

Otra cosa. En la película Ronin aparece un grafitti con la silueta de una persona recibiendo un disparo en 1h 20 min. Es curioso que yo pensase que fuese de Blanski ya que parece más tosco. Por cierto que me parece raro que no hayan dado con él: es que no pueden seguir donde va la pasta de sus obras?.