viernes, 4 de mayo de 2007

S.O.S., Terrestres buscan nueva casa.

La tierra se está muriendo, el calentamiento global y el efecto invernadero no podrá detenerse. La raza humana en un futuro cercano desaparecerá si no consigue otro hogar en el espacio, un nuevo planeta donde recomenzar.

El descubrimiento del planeta "OGLE-2005-BL-390Lb" que por sus características similares al planeta tierra puede haber engendrado vida, ha puesto en acción a toda
la comunidad científica tanto porque abre una ventana a la ciencia y al espíritu aventurero y de conquista del hombre, como por el inminente riesgo de un cambio radical de las condiciones climáticas del planeta que pone en peligro la seguridad de la raza humana.

Así lo entendemos cuando tenemos acceso a diversa literatura astronómica, como la que a continuación recojemos de la página "Astroseti.org", que da cuenta entre líneas, de la alta preocupación de los gobernantes de las naciones empeñadas en la conquista espacial.

"La búsqueda de planetas habitables y de vida se funda en la premisa de que los efectos de hasta las formas de vida más básicas sobre un planeta son globales, y de que las pruebas de la vida, o firmas biológicas, de la atmósfera de un planeta o de su superficie serán reconocibles en el espectro de la luz del planeta. Se necesitan observaciones en un rango de longitudes de onda tan amplio como sea posible, para determinar plenamente la habitabilidad de un planeta y detectar esos signos de vida. La detección por imágenes directas y la caracterización espectroscópica de planetas cercanos de tipo terrestre será llevada a cabo por las misiones del Terrestrial Planet Finder (Buscador de Planetas Terrestres).

El coronógrafo TPF (TPF-C), cuyo lanzamiento está previsto para 2014, operará en la longitud de onda del visible. Suprimirá la luz de la estrella central hasta niveles sin precedentes, permitiendo la búsqueda de planetas de tipo terrestre en unos 150 sistemas planetarios cercanos. El TPF-C será seguido 5 años después por el Interferómetro TPF (TPF-I). El TPF-I operará en el infrarrojo medio y hará un reconocimiento de un mayor volumen de nuestra vecindad solar, buscando planetas terrestres en hasta 500 estrellas.

La búsqueda de vida en otros sitios en el universo comienza por comprender las firmas de la vida en nuestro propio mundo. La Tierra tiene señales biológicas debidas a la vegetación, y varias firmas biológicas atmosféricas, incluyendo el espectro característico de los compuestos relacionados con la vida como el oxígeno – producido por bacterias fotosintéticas y plantas – y su producto fotoquímico, el ozono. La prueba espectroscópica más convincente de la vida tal y como la conocemos es la detección de grandes cantidades de oxígeno tanto como de gases reducidos, como el metano y el óxido nitroso. El oxígeno, el metano y el óxido nitroso se producen en grandes cantidades por plantas, animales y bacterias hoy en día en la Tierra, y se encuentran varios órdenes de magnitud fuera del equilibrio termodinámico entre ellas.

Entre las firmas biológicas de la Tierra están el metano, el agua líquida y el ozono.
Sin embargo, no deberíamos esperar que los otros mundos habitables fueran exactamente como el nuestro. Debemos ser capaces de ir más allá para identificar potenciales “falsos positivos”, la generación de características planetarias que imitaran las firmas biológicas. Por ejemplo, mientras que el metano atmosférico puede ser una marca biológica en un planeta como la Tierra, especialmente cuando aparece en presencia de oxígeno, en un cuerpo como Titán es simplemente un componente de la atmósfera que no está generado biológicamente. La búsqueda teórica y experimental y el análisis son necesarios para asegurar una comprensión detallada de las firmas biológicas que se pudieran encontrar.

El TPF-C y el TPF-I tendrán la suficiente capacidad espectroscópica para detectar pruebas de gases tales como el dióxido de carbono o el vapor de agua. El espectro visible e infrarrojo, junto con los modelos teóricos y empíricos, puede decirnos mucho acerca de la cantidad de atmósfera, los gases presentes en esa atmósfera, la presencia de nubes, el grado y variabilidad de la cobertura de nubes o del polvo suspendido en el aire, y la presencia de gases de efecto invernadero.

La concentración de gases de efecto invernadero puede determinar si la superficie es lo bastante cálida como para mantener agua líquida o si (como en la Tierra) el equilibrio de temperaturas sin dichos gases daría como resultado una superficie congelada. Las nubes y los aerosoles en forma de polvo pueden determinar la cantidad de luz absorbida y reflejada, y, por consiguiente, la temperatura superficial. Los espectros también pueden hablarnos sobre la superficie, tanto si es de tipo rocoso con poca o ninguna atmósfera, como si está cubierta por un océano.

Más allá del TPF, más allá de las misiones TPF, la próxima generación de misiones de Life Finder (Buscador de Vida) debería emplear un área mayor de recogida de datos y una mayor resolución espectroscópica para proporcionar una búsqueda más sensible de firmas biológicas adicionales y extender nuestra búsqueda de mundos de tipo terrestre hasta quizá miles de estrellas.

La doble meta de extender nuestra búsqueda a más sistemas planetarios, y de proporcionar mayor información resuelta al momento, desafiará nuestra imaginación y nuestra destreza en las próximas décadas. La Decadal Review (2000) confirmó fuertemente la búsqueda de vida más allá de nuestro sistema solar, apuntando que “Esta meta es tan desafiante y de tal importancia que podría ocupar a los astrónomos durante todo el futuro previsible”.
http://www.astroseti.org/imprime.php?num=3281

En el intertanto, los dramáticos muestreos de una naturaleza desatada, con grandes tifones, huracanes y tornados que arrasan ciudades y territorios, tsunamis devastadores que destruyen ciudades enteras, lluvias intermitentes que producen inundaciones espantosas, contaminación atmosférica que amenaza con hacer irrespirable algunas zonas del planeta, sequías que empobrecen países enteros, el hambre que mata millones de seres, la falta de agua potable en inmensas extensiones de territorio de países en vías de desarrollo y otras calamidades que todos conocemos, significan lisa y sencillamente que todos los cálculos acerca de un futuro calentamiento del planeta y de un desarrollo paulatino de las condiciones del efecto invernadero que harían insostenible la vida humana en algunos siglos más han fallado.

Los fenómenos climáticos de los diez últimos años, que han ido creciendo en intensidad y duración, indican sin lugar a dudas que hemos comenzado un etapa que se esperaba para trescientos o cuatrocientos años más. Ello indica por lo tanto una hoja de ruta distinta, el inicio de estrategias que nadie nunca soñó para este milenio.

En un siglo más o en dos, quien lo sabe, las condiciones del planeta tierra pueden llegar a sus extremos. Los hechos confirman que el planeta sí se está calentado.

Así lo demuestra el cuarto reporte del grupo I de trabajo del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), reunido en París en Febrero pasado. http://www.greenfacts.org/es/cambio-climatico/index.htm

Este reporte sobre "El Cambio Climático 2007: Evidencia Físico-Científica” se resume en 18 páginas dirigido a las personas que toman las decisiones de las políticas de estado. Se espera que las evidencias plasmadas en este documento contribuyan para que se mejoren las políticas de control de gases de invernadero e impulsen la búsqueda de nuevas y mejores alternativas de combustibles para el futuro.

El panel de científicos que conforman el grupo de trabajo que elaboró este reporte menciona que con todos los datos recopilados y analizados, se puede concluir con un alto nivel de confianza que el efecto de las actividades humanas a partir de 1750 (era pre-industrial) es altamente significativo en el cambio del equilibrio térmico del planeta. Esto se debe principalmente al incremento de la concentración atmosférica de gases de invernadero tales como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, producidos principalmente por la quema de combustibles fósiles y actividades industriales entre otros. Las concentraciones alcanzadas por estos gases de efecto invernadero no tienen precedente en los últimos 10,000 años de historia en nuestro planeta.

El calentamiento del planeta no tiene lugar a dudas, es completamente evidente a partir de las observaciones de las temperaturas promedios del aire y del océano, así como lo demuestran los amplios derretimientos de nieve y de los casquetes polares, y del aumento del nivel promedio del mar. Otros datos evidencian cambios drásticos tales como la pérdida de la capa de hielo en Groenlandia y en el Antártico, así como la pérdida del permafrost en amplios sectores del hemisferio norte y del Antártico. De igual manera el incremento en las actividades ciclónicas en el Atlántico norte desde 1970, correlacionadas con un incremento en la temperatura superficial de los océanos tropicales.

En su última publicación: “Case Studies on Climate Change and World Heritage”, la UNESCO ha querido manifestarle a la población mundial la importancia de sensibilizar a las personas y el extender los esfuerzos hacia la protección de los lugares elegidos como patrimonio de la humanidad. Esta publicación dedica gran parte de su contenido al calentamiento global y los efectos sobre dichos lugares. El reporte esta divido en cinco capítulos, glaciares, biodiversidad marina, biodiversidad terrestre, sitios arqueológicos, ciudades históricas y asentamientos.

Uno de ellos esta dedicado al efecto del calentamiento global sobre la biodiversidad marina. Se advierte que para el año 2100, el 70% de los arrecifes profundos serán afectados por cambios relacionados al aumento temperatura e incremento en la acidificación en los océanos. Además, Presenta ejemplos específicos de blanqueamiento y mortalidad de corales y peces en la Gran Barrera de Corales de Australia, asociados al calentamiento global.

Es fácil de entender que aún la comunidad en general no haya tomado verdadera conciencia de la magnitud del problema que afrontamos. Pero es la única ruta para que se exija a los legisladores y a los gobiernos, para que se asuma una posición más firme y resuelta para detener los estragos que estamos infligiendo a nuestro medio ambiente y por ende estimular la difusión de métodos alternos de energías eficientes para detener nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

El mapa del mundo comienza a cambiar por efecto del calentamiento global, tras confirmarse la formación de una nueva isla en la costa este de Groenlandia debido al deshielo de un glaciar.

La isla tiene la forma de una mano con tres dedos, mide 600 kilómetros de largo, está compuesta por enormes picos de hielo y se encuentra rodeada de cientos de icebergs, según indica el veterano explorador estadounidense Dennis Schmitt, quien ha bautizado el archipiélago con el alarmante nombre de Isla del Calentamiento.

Una serie de fotografías tomadas desde un satélite estadunidense muestran cómo en 1985 esta isla era parte integral de Groenlandia.

En el 2002 sólo estaba unida a esta por un pequeño istmo y para el verano del 2005 ya estaba completamente separada.

Según la Investigación Geológica Norteamericana, la Isla del Calentamiento se ha creado a una rapidez antinatural, mediante una enorme y rápida transformación física y se espera que se convierta en un símbolo de los futuros efectos a los que deberá hacer frente la humanidad como consecuencia del calentamiento global.

La formación de esta isla es una demostración palpable de la desintegración del manto de hielo que conforma y cubre Groenlandia, el mayor después de la Antártida. En condiciones normales, la formación de esta isla hubiese tardado alrededor de mil años

Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos a causas naturales y, en los últimos siglos, también a la acción del hombre.

El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global.

La Convención Marco de las naciones Unidad sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:

"Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables"
Artículo 1, párrafo 2

Al producido constantemente por causas naturales lo denomina variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cambio_clim%C3%A1tico

El hombre es un animal que nunca ha respetado la naturaleza que es su habitat natural. En vano los astrónomos. astrofisicos y los más disímiles profesionales relacionados con la ciencia astral, han vaticinado que de no dar marcha atrás en el proceso contaminante y de la alta industrialización, tal como lo gestionan actualmente los países mayormente desarrollados, solo estamos acelerando este proceso que amenaza con desestabilizar el clima, las mareas, las estaciones y los procesos productivos existentes, lo que sumado a los trastornos cuyos efectos hemos tenido ocasión de comprobar, producirán hambre y pobreza a más del ochenta por ciento de la humanidad, creándose el caos, guerras fraticidas y búsqueda de hegemonías que pueden provocar la hecatombre nuclear.

No cabe duda que de ahora en adelante la máxima preocupación científica, dado que es un problema de supervivencia de la especie, estará encaminado a la examinación astronómica del espacio, para descubrir el lugar donde tendremos que mudarnos. Este planeta Tierra ya no puede con nosotros. Hemos llenado de latas y de indestructible plástico todos sus ríos y lagos. El mar mismo, se encuentra alfombrado de desperdicios y no solo eso, sino que también, aunque no se declare, basura nuclear.

Lo que ayer era el gran futuro alimentario de la humanidad, una reserva, un universo de vida y de criaturas útiles para la cadena biológica, es hoy una cloaca de las grandes ciudades que ha diezmado gran parte de las especies marinas y subacuáticas que se alimentan de los desechos del mar.

Grandes manchas de petroleo flotan en todos los mares produciendo cambios en las migraciones de peces y aves y especies mamíferas como la ballena; toneladas de excremento y basura industrial contaminante son arrojadas cada hora en los mares. Cañerías misteriosas atraviesan los fondos marinos. Nadie sabe cuántos accidentes producen derrames de sustancias mortales para la flora y la fauna que ocurren en esas soledades. Los desechos radioactivos de las centrales nucleares tienen como tumba, además de los desiertos y de las montañas más lejanas, las aguas turbulentas y profundas de los océanos.

Los países subdesarrollados no tienen más camino que aceptarlos para que sus pueblos tengan semillas, cereales, centrales eléctricas y otros intercambios que precisan para mantener el hambre y la pobreza a raya.

Por su parte, las naciones altamente desarrolladas ya han agotado la mayoría de las reservas estratégicas no tan solo de sus suelos, sino que de todos los países monoproductores. Si no consiguen el trato que buscan, lanzan contra ellos guerras inmisericordes, para domeñarlos, aplastarlos bajo su bota y quedarse con el gran botín.. Ayer fue el plomo y el estaño, después el salitre, luego la plata, el oro, el caucho, los diamantes y todo aquello que genera riqueza, no importa en que latitud pueda encontrarse. Hoy van tras el petróleo y mañana tras el agua.

La humanidad ha quemado etapas de procesos industrializadores y de invenciones colaterales a las necesidades básicas y ha convertido las tierras cultivables en selvas de cemento donde gigantescos edificios aplastan los subsuelos y desiquilibran las capas terrestres.

El consumo de las energías es sencillamente fantástico. Prender las luces de una ciudad, mantener sus torres de alta tensión, las maquinarias, los edificios, los medios de transporte, las centrales que generan esta luz vital, la televisión el computador, las luces de emergencia, los semáforos y tantas otras cosas más, es de por si algo que la mente ya casi no logra asimilar.

La búsqueda de minerales horada montañas y provoca redes de túneles inconmensurables que minan cientos de miles de kilómetros y penetran profundamente en el subsuelo marino. El espacio inmediato hierve de aviones y máquinas aéreas y el espacio exterior cada día tiene más luces que no son estrellas.

El hombre se ha ganado justamente su fama de gan depredador. No le basta con la barbarie de la producción en serie de organismos descendientes de las aves de corral, que ancajados en un ingenio de plástico que los moldea, sin ojos, sin patas, sin movimiento salvo en su aparato digestivo son engordados vía tubos de ensayo insertados directamente en sus estómagos. No se puede perder tiempo, no se puede desperdiciar nada. Las aves ni los animales tienen capacidad de sufrimiento.

El desastre de Chernobil a 20 años de ocurrido, continúa siendo el más grave ocurrido en el mundo y para este año se estima que deben morir aún unas cuatro mil personas involucradas. Por supuesto ninguna vaca por varios lustros más puede producir leche para el consumo humano. Cualquiera que se preocupe de investigar
verá que son varios los países que todavía reciben productos lácteos originarios de las nietas de esas vacas contaminadas de radiactividad, como lo está toda la gente, los animales, la tierra y lo que allí pueda vivir o reproducir.

El mundo intelectual, los científicos que están concientes de la terrorífica realidad, los estadistas responsables, saben positivamente que no habrá manera de convencer a las potencias generadoras de contaminación, en paricular Estados Unidos, responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero, para que haya una reestructuración en sus modalidades industriales. Los interes, el dinero, la presión y el pago de favores siempre va a impedir que se considere antes el bien común, aunque ello signifique la destrucción del planeta.

Ellos saben por la historia pasada y reciente que la raza la raza humana es autodestructiva por naturaleza. Y si no podemos gastar energías en destruir a los demás, nos autodestruimos.

Los ejemplos sobran a través de los tiempos, la rapiña, el pillaje y el asesinato a mansalva es ya una característica humana. La zancadilla, la puñalada por la espalda, la traición, el engaño y la desconsideración son el pan cotidiano de millones de personas,

Está demás señalar que ninguno de estos fenómenos sociales que afectan la conducta del hombre de nuestro tiempo es novedoso. Las hordas que en el principio de la historia atacaban ciudades, asesinaban a la población, violaban sus mujeres y a sus hijos y se repartían el botín y el territorio, no constituyen una realidad distinta a lo que hacen hoy los ejércitos invasores de estas superpotencias globalizantes que precisan extender el poder de su imperio.

Vietnam, El Congo, Africa, Afganistan, Iran Irak, son algunos ejemplos recientes. Antes fueron las guerras totales, las guerras entre estados, las revoluciones, las guerras civiles, las guerras por guerrear.

La caza y la pesca indiscriminada de las criaturas marinas, a pesar de esas civilizadas y selectas cumbres de nivel mundial de los gobiernos, continúa siendo una carnicería a ojos vista, pero a diferencia de antaño, donde las focas se mataban a palos, hoy lo hacen con picana eléctrica y con rayos a distancia. Todo está más sofisticado.

Los grandes valores morales de la humanidad, han sido pisoteados una y otra vez; la sonrisa cordial dura poco, luego viene la mueca de desagrado y a continuación la altanería del desprecio.

Los países cambian sus límites frecuentemente, sus hitos fronterizos son movidos en los mapas. Hay gentes que no saben cuál es su última nacionalidad ni su bandera, a pesar que nunca se han movido de su provincia.

Siempre hay luchas, nacionalistas, religiosas, por venganza, por ambición, por celos, por error
Las calles de las ciudades y pueblos hierven de violencia. Miles de personas son objeto cada día de la violencia urbana, física, moral o emocional. Los estafadores, ladrones y todo tipo de delincuentes, brutales y de cuello y corbata se mezclan con los ciudadanos industriosos..

Desde luego hay excepciones. No todo el mundo puede ser mal intencionado, abusivo, malacate o vil. Alguna ancianita quitada de bulla, los infantes, los paralíticos y los enfermos mentales seguro que no pueden caer en estos ejemplos y por supuesto podrían llegar a constituir la excepción de la regla.

Si yo fuera creyente, que gracias a dios no lo soy, juraría que el diablo ha ganado la batalla y que ha llegado el tiempo en que los cuatro jinetes del apocalipsis galopan a su antojo por nuestras calles... porque en las noches oscuras he sentido las herraduras de esos animales contra el pavimento y porque veo el caos a mi alrededor. ..

1 comentario:

Vivianne dijo...

Querido Enrique, muchas gracias por tu visita,más aun siendo usted una persona tan docta y a la vez sencilla, tus escritos son verdaderamente interesantes, explicativos y fundamentalmente investigados,encantada de visitar tu blog, aprender y disfrutarlo plenamente.
No trabajé en la Cosaf, esta es una historia adaptada que me contó alguna vez una tía, soy Pencona y sureña de corazón, brisas y aromas sureños para usted, con cariño.