jueves, 3 de mayo de 2007

¿Estamos solos...? ¡ Parece que no !

Durante siglos, los seres humanos se han realizado esta pregunta. Los expertos medievales especulaban que otros mundos debían existir y que algunos albergarían otras formas de vida.

En nuestro tiempo, los avances en ciencia y tecnología nos han traído la posibilidad de encontrar una respuesta a esta eterna pregunta.

El reciente descubrimiento de numerosos planetas alrededor de otras estrellas aparte del Sol confirma que nuestro sistema solar no es único. De hecho, estos planetas extrasolares parecen ser frecuentes en nuestro vecindario galáctico. Los planetas extrasolares descubiertos hasta ahora son gigantes, como Júpiter y Saturno. Es poco probable que tengan vida tal y como la conocemos. Pero algunos de estos sistemas planetarios podrían también contener planetas terrestres más pequeños como Marte o la Tierra.

En los próximos 15 años NASA emprenderá una serie de misiones para encontrar y caracterizar nuevos mundos. Serán los instrumentos más sensibles jamás construidos, capaces de alcanzar más allá de los límites de nuestro propio sistema solar.

(Concepto artístico del Terrestrial Planet Finder)

El interferómetro Keck combinará la luz de los mayores telescopios del mundo, extendiendo nuestra visión hacia nuevas distancias.

Usando una técnica conocida como interferometría, el Keck estudiará las nubes de polvo alrededor de las estrellas donde se podrían estar formando planetas. También ofrecerá las primeras imágenes directas de planetas gigantes fuera de nuestro sistema solar.

La Space Interferometry Mission (Misión de Interferometría Espacial) medirá las distancias y posiciones de estrellas con una definición sin precedentes. La precisión de SIM nos permitirá detectar evidencias de planetas sólo un poco mayores que la Tierra.

(Concepto artístico de un planeta similar a la Tierra)

Finalmente, el Terrestrial Planet Finder (Localizador de Planetas Terrestres) se construirá sobre el legado de todos los que le han precedido. Con una potencia de imagen 100 veces mayor que el telescopio espacial Hubble, Terrestrial Planet Finder nos enviará las primeras fotografías de sistemas planetarios cercanos.

Analizaremos las atmósferas de estos mundos distantes, buscando dióxido de carbón, agua y ozono. La existencia significativa de estos tres gases nos sugerirá que la vida está presente.

Este descubrimiento nos dará finalmente una prueba convincente de que no estamos solos.

Habremos encontrado otra Tierra.



DESCUBREN PLANETA HABITABLE
(PLANETQUEST) 25 Abril, 2007

Astrónomos europeos anunciaron esta semana el descubrimiento de un planeta potencialmente habitable de un diámetro unas 1,5 veces mayor que el de la Tierra, orbitando una estrella muy diferente de nuestro sol.

(Recreación artística del planeta de cinco masas terrestres que orbita la estrella enana roja Gliese 581c,)

El planeta gira alrededor de la estrella Gliese 581 c, situada a 20.5 años luz en la constelación de Libra, y completa una órbita cada 13 días. Su descubrimiento parece confirmar la existencia de planetas terrestres, que son el objeto de estudio de las futuras misiones de búsqueda planetaria de la NASA.

"Ahora sabemos que hay planetas similares a la Tierra en la zona habitable, al menos en algunas de las estrellas cercanas más pequeñas", dijo el Dr. Charles Beichman, director ejecutivo del Centro Científico Michelson de Caltech. "Este es un paso emocionante en el camino para describir este tipo de planetas, que es el fin último de las misiones de la NASA SIM PlanetQuest y Terrestrial Planet Finder".

SIM PlanetQuest, una misión actualmente en desarrollo, será capaz de estudiar estos planetas con más detalle y será capaz de detectar planetas terrestres alrededor de estrellas solares. Será seguida por los observatorios Terrestrial Planet Finder (TPF), que estudiarán las atmósferas de los mundos similares a la Tierra y buscará las firmas químicas de la vida.
Recreación artística de los observatorios Terrestrial Planet Finder.

Aunque han sido descubiertos 211 planetas hasta la fecha más allá de nuestro sistema solar, este planeta es el primero que se da por hecho que es rocoso en su composición, como la Tierra, y también ubicado en lo que se conoce como la -zona habitable - la región alrededor de una estrella donde la temperatura es la adecuada para que esté presente el agua en forma líquida. Dado que la estrella anfitriona es más pequeña y más fría que el sol, su zona habitable está mucho más cerca que la distancia Tierra-Sol.

Determinar si planetas como este son realmente semejantes a la Tierra dependerá del seguimiento posterior por telescopios espaciales más avanzados, dijo la Dra. Victoria Meadows, miembro de un equipo que ayudó a definir los requerimientos científicos para la misión Terrestrial Planet Finder.

"Se encontrarán más planetas como este. Lo que TPF puede poner sobre la mesa ahora es la capacidad para describirlos. Nos gustaría saber si tiene una atmósfera y de qué está compuesta. ¿Tiene vapor de agua? ¿Tiene las firmas químicas de la vida? TPF será capaz de decirnos lo que es el entorno de un planeta, definitivamente", dijo Meadows.

De Gliese 581 ya se sabía que albergaba un planeta de la masa de Neptuno, y los astrónomos tienen también sólidas pruebas de la presencia de un tercer planeta de unas ocho masas terrestres.

El equipo de científicos suizos, franceses y portugueses que hicieron el descubrimiento usando el Buscador Planetario por Velocidad Radial de Alta Precisión (High Accuracy Radial Velocity for Planetary Searcher, HARPS), situado en el telescopio de 3,6 m. del Observatorio Europeo Austral en La Silla, Chile dicen que este instrumento busca planetas indirectamente observando el 'bamboleo' de las estrellas causado por el efecto gravitatorio de planetas invisibles.


NOTA COMPLEMENTARIA:
FUENTE: BBCMUNDO.COM

Un grupo de 73 científicos de doce países descubrió un planeta muy similar a la Tierra, con océanos subterráneos de agua congelada y ubicado en plena constelación de Sagitario, aproximadamente en el centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia.

El planeta “OGLE-2005-BLG-390Lb”, nombre oficial mientras es bautizado con uno coloquial, tiene una masa cinco veces mayor a la de la Tierra y orbita alrededor de una estrella que es cinco veces más pequeña que el Sol.

Los investigadores principales pertenecen a las Universidades Princeton de EU y St. Andrews de Escocia, y explicaron que se trata del avance más importante en la búsqueda de vida extraterrestre, ya que el exoplaneta —denominación que los astrónomos dan a los planetas extrasolares— fue descubierto gracias a la aplicación de una nueva técnica para la detección de planetas, denominada microlentes gravitacionales.

Hasta ahora, sólo era posible detectar planetas muy grandes, del tamaño de Júpiter o mayores, que no podían compartir características de similaridad con nuestro planeta.

Se trata de un lugar rocoso, congelado -con una temperatura en la superficie de unos 220 grados bajo cero, similar a la de Plutón-, y todos estos detalles son inéditos, ya que se trata de un cuerpo ubicado a unos 28.000 años luz de distancia de la Tierra.

El descubrimiento, detallado en la revista inglesa Nature, abre una nueva ventana en la exploración del cosmos en busca de planetas que puedan albergar vida.

Este planeta está, pese a ser muy frío, en lo que los astrónomos llaman “zonas habitables”, es decir, cuerpos de masa similar a la Tierra, donde las temperaturas, la gravedad y la existencia de agua en estado líquido, así como la distancia a su estrella, pudieran dar lugar a formas de vida.

Los microlentes gravitacionales utilizan el fondo estelar como una especie de lente de aumento para ayudarse a detectar estrellas lejanas y sus planetas.

Un planeta que no es visible con ningún telescopio terrestre se delata por su gravedad, que según la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein desvía la luz y distorsiona el brillo de una estrella ubicada en el fondo cuando un objeto pasa entre ella y el telescopio.

El otro planeta parecido a la Tierra y que está más cerca es “GJ 876”, que tiene 7.5 veces más masa que la Tierra, pero es muy caluroso para la vida.

Los científicos aseguran que la búsqueda de una “segunda Tierra” es vital para develar uno de los más grandes enigmas de la naturaleza: saber si la vida es una rareza y somos una casualidad estadística, o es una constante universal.

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