lunes, 4 de diciembre de 2006

Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen...

Palabras de Julio Anguita González, dirigente político de la izquierda española,a la muerte de su hijo Julio, corresponsal de guerra en Bagdad.-



Cuando escribo este artículo no sé aún cuál será el resultado de esta guerra, aunque lo presumo. Solo doy escape a la indignación que me sube por el pecho al leer y ver las escenas y las imágenes horrorosas de la invasión de Iraq por las tropas americanas.

Hoy es Martes 8 de Abril en el planeta tierra y es solo otro día más. Pero para cientos de seres humanos allí en la zona del conflicto son diecinueve días soportando la invasión de su territorio por una fuerza armada como nunca ha visto otra la humanidad, que lucha contra un pueblo prácticamente desarmado o al menos, con evidente inferioridad de medios, que con estoico heroísmo y justa indignación, miran impotentes hacia el cielo buscando una ayuda que no llega y nunca llegará, ante el avasallador despliegue de tropas y de armamento de última generación de la potencia bélica más grande del orbe, que en una demostración de infinita prepotencia decidió convertirse, como ya lo ha hecho antes en muchos lugares, en la ira de dios.

También es un día distinto para muchos millones de personas, una época distinta, una realidad distinta, tal vez un mundo distinto.

Porque ésta no es una guerra, es una lección moderna de genocidio . No hay razones ni motivos, hay codicia. No hay reglas morales ni legales, solo la ley del mas fuerte. No es una causa justa, una causa del mundo, es una causa de un grupo de enajenados. Esto es un brutal saqueo, donde los mercenarios se repartirán el botín. Una carnicería ejemplarizadora para asustar a todos aquellos que se opongan en el futuro a los genocidas. El plan es paliar la crisis económica del gobierno norteamericano, buscar mayor desarrollo para su industria armamentista y establecer fehacientemente su superioridad militar para conquistar nuevos territorios, requisar otras riquezas y hejemonizar nuevos mercados.

No deseo referirme a las cosas sabidas o adivinadas; a los niños masacrados junto a sus familias, a los cientos de miles de inocentes que han visto caer fuego del cielo, a los animales domésticos y de crianza que vagan y mueren en todo el territorio buscando restos de alimento y a sus dueños, ni al dolor y la amargura de una patria entera que ve demolidas sus casas, destruidas sus instituciones y creencias y obligada por el saqueo, el hambre, la sed y el miedo a rendir pleitesía a sus nuevos amos en los próximos diez años.

Ni siquiera deseo hacer mención enfática a la real motivación que impulsó a la cúpula de poder del gobierno americano a tomar esta siniestra iniciativa ,porque como nunca, gracias a la cibernética y los medios de comunicación, al desarchivo de la documentación confidencial realizada en distintas fases por el gobierno americano, que revelan al desnudo las técnicas del Pentágono y la CIA, todos sabemos las intrigas internas y externas de sus clases políticas corrompidas, las mentiras oficiales, su capacidad de engaño y la vileza de la mano negra usada para derrocar gobiernos de izquierda o inamistosos a quienes se quiere arrebatar la naranja, sin nombrar el apoyo irrestricto a los tiranos y gobiernos títeres a USA en todas las latitudes, que luego, en una asombrosa voltereta de estos expertos manipuladores, fueron a su vez traicionados. Allí está el reciente caso de Manuel Noriega en Panamá, ex Agente de la CIA, sacado del poder en forma sangrienta por una fuerza de ataque americana cuando ya no obedecía a sus patronos y el caso del mismo Saddam Hussein a quien se le acusa de tener armas químicas y biológicas que le fueron proporcionadas por el propio Estados Unidos, según denuncia hecha por el Senador demócrata Robert Byrd, quien presentó en el Congreso pruebas de que en los años ochenta, cuando Washington apoyaba a Irak en su guerra a Irán, el Gobierno y una empresa privada vendieron a Bagdad cepas de agentes patógenos potencialmente letales. Las ventas fueron legales, aprobadas por el Departamento de Comercio, “pero ya entonces debieron haber preocupado al gobierno acerca del uso que Irak pudiera darles dijo Jonathan Ban,experto del Instituto sobre Control de Armas Químicas y Biológicas, con sede en Washington. El CDC (Centro para el Control de Enfermedades) organismo de Gobierno y la Firma American Type Culture Collection (ATCC), vendieron las cepas de ántrax, la bacteria del botulismo y los gérmenes que causan gangrena.

Solo quiero dejar constancia, con amargura, que nadie fue capaz de impedir esta guerra, que más que eso es una mascarada, un ataque abusivo y premeditado, a sabiendas de que existía ventaja y que además es ilegal e injusta, porque ninguno de los argumentos usados para justificar esta acción han resultado verdaderos. Los inspectores afirmaron que no existían pruebas concluyentes de que Irak posea armas prohibidas y a pesar de que el ejército yanqui buscó con desesperación indicios de armas biológicas o químicas en su incursión por territorio iraquí, al igual que los inspectores no encontró una sola evidencia y cuando anunció haberlas hallado resultaron ser insecticidas.

Un día antes de la resolución de la ONU que pretendía conminar a Bagdad para un completo desarme, Bush firmó el plan de ataque contra Irak y la Casa Blanca aclaró oficialmente a los medios de prensa, que USA “no necesita permiso de Naciones Unidas para atacar a Irak...” Es decir, Bush le comunicó al mundo, que actuaría unilateralmente.

¿Qué además estaban y han estado con la postura americana Inglaterra, Bulgaria, España y Australia..? Sin comentarios. Dejemos que esos pueblos hablen en las próximas elecciones y que sea la historia la que nos ilustre en los años venideros sobre el destino de estos gobernantes genuflexos. Los antiguos decían que:” Júpiter ciega a quienes quiere perder.”

Ahora es el tiempo de llorar por tanta crueldad injustificada, por tanta soberbia y ansias de poder, pero por sobre todo por la amoralidad de estos conquistadores de nuevo cuño que como piratas con patente de corso, hoy buscan quedarse con el petróleo iraquí sobrepasando todas las reglas civilizadas en boga , bajo el bárbaro slogan de “quien no está conmigo, está contra mí.”



Pero hay algo que podemos hacer. A pesar de todo aún hay oportunidad de ejercer un derecho que no está conculcado por el señor Bush y sus adláteres. Ello es alzar la voz. Sumar las voces, hacer estruendo. Decir algo ante el silencio de los gobiernos del mundo que solo esperan que el conflicto tenga un desenlace próximo para ir a felicitar al vencedor para ver que migajas pueden recoger, ante el mutismo vergonzante de los organismos internacionales como Naciones Unidas, la OTAN y tantas otras como existen, plenas de burócratas asustados y pusilámines de voz melosa y trajes brillantes que ya no nos representan y que hoy día no están haciendo nada efectivo, sincero o valioso que justifique su existencia.

Decir por ejemplo algo que todos intuímos o más bien percibimos meridianamente y que es, que la mayor parte de estas estructuras supuestamente independientes están al servicio de los intereses de Estados Unidos de Norteamérica y que no se atreven ni se han atrevido nunca a contrariar su voluntad. Por eso es, que están demás, no pueden ser neutrales, no cumplen el propósito para el cual fueron creados y no tienen protagonismo, intermediación o interlocución válida en este conflicto bélico y tendrán que esperar que sea la Administración Bush quien les dicte que tienen que hacer en el futuro inmediato y cuál será el rol que Estados Unidos desea que cumplan en el Iraq conquistado a sangre y fuego, sin que puedan tener ingerencia desde luego, en las reparticiones o concesiones territoriales y petroleras, composición del nuevo gobierno, su durabilidad ni futuro como país de la comunidad árabe.

Ya hay indicios del sesudo plan americano.El Secretario de Defensa Paul Wolfowitz afirmó que la reconstrucción de Irak tras la guerra debería ser dirigida por”los aliados” en la fase inicial y que Naciones Unidas tendrá en ello un papel “importante”pero que no dirigirá las operaciones. Condoleezza Rice, la Asesora de Seguridad Nacional, también consideró que el liderazgo en la reconstrucción de Irak no le corresponde a la ONU, sino a Estados Unidos.

Eso hay que gritar, pedirle a los países que revisen los protocolos que dan forma a estos entes para que puedan ser más efectivos. Estos crímenes no pueden quedar impunes, no pueden quedar en el olvido, las Naciones Unidas tienen el deber ineludible de juzgarlos, de castigarlos y de ejemplarizar con dureza a los instigadores y beneficiarios al mismo tiempo de este tipo de atentados contra la humanidad. Gunter Grass, Premio Nobel de Literatura, autor de la novela El tambor de Hojalata lo decía y nosotros con él.”Los Estados Unidos se implican cada vez más en crímenes de guerra. Tendrían que sentarse hoy mismo en el banquillo de los acusados en un proceso por crímenes de guerra. Han utilizado bombas de racimo y bombas de gasolina , cuya prohibición a nivel internacional es exigida por organizaciones defensoras de los derechos humanos. Grass instó a la comunidad internacional a adoptar medidas legales contra Estados Unidos. Según dijo, está claro que Washington ganará la guerra militarmente, pero al final tiene que hacerse justicia frente a las víctimas. Afirmó, que el Presidente de Estados Unidos, George Bush menospreció a las Naciones Unidas y sus intentos de conseguir el desarme de Irak” porque el presidente estadounidense quería la guerra. Los vencedores no pueden liberarse de toda responsabilidad, considerando que hay que sacar consecuencias de los procesos.de Núremberg, al final de la II guerra mundial en que los alemanes se sentaron en el banquillo de los acusados.”

Hace poco, en una entrevista televisiva Bush padre, expresó textualmente “Odio a Saddam Hussein....no odio fácilmente, no hay nada que lo redima, no tengo nada sino odio por él en mi corazón. Tiene un montón de problemas, pero la inmortalidad no es uno de ellos”. Por su parte, Bush describió a Saddam como”el tipo que trató de matar a mi papá.”.Quizás estos curiosos párrafos den luz respecto de algunas de las motivaciones de esta cruenta guerra, que según los analistas le costará 2 billones de dólares al país del norte y a sus aliados, que saldrán seguramente dela explotación del petróleo iraquí.

Se sabe que ya han habido algunas voces, muchas protestas en todas las capitales, en las provincias y aldeas de casi todas las naciones,pero ahora hay que darles coherencia, pués se ha podido comprobar que los aliados no escuchan a nadie. Están sordos. Están ciegos. Están enloquecidos. Solo desean y sueñan con matar a Saddam Hussein. No escucharon a los Inspectores, No escucharon a Francia, a China, a Rusia, Alemania ni al resto de las potencias que alzaron tímidamente sus voces. No quisieron atender los razonamientos de las Naciones Unidas. No escuchan los lamentos de las víctimas de este holocausto. No oyen el clamor de los niños inocentes que mueren por decenas en cada bombardeo. No se conmueven con el sufrimiento de 22 millones de iraquíes que viven en la antesala del infierno y no han querido escuchar tampoco al Santo Padre, quien refiriéndose al conflicto pidió a los fieles” recen para que el corazón del Faraón no sea obstinado y para que no caigan sobre la humanidad las plagas bíblicas de una guerra espantosa...” Faraón le llamó el Papa a Bush.-El Faraón era por derecho divino el ostentador del poder en la tierra, el Dios-hombre.

Tampoco los aliados escuchan a los intelectuales de sus respectivas patrias que abogan por el fin del conflicto. Carlos Fuentes el famosísimo narrador mexicano dijo “No hay nada más peligroso que un cretino con iniciativa..”refiriéndose al presidente americano. En estados Unidos los escritores federados bajo el lema: “Nó en nuestro nombre” rechazan la guerra.Al respecto, el cantante y estrella de la música electrónica Moby, actuando ante miles de fans, pidió silencio y dijo: “Les pido perdón en nombre de mi presidente. En estos tiempos no es bueno ser norteamericano. Bush es un estúpido.

Ellos nunca escuchan. Malditas sean las guerras y los canallas que no escuchan.

Nota del Editor: 4 de Diciembre de 2006.

Este artículo lo escribí en mi bitácora el 8 de Abril de 2003, conmocionado por los acontecimientos que nos mostraba la televisión en la que el pueblo de Irak parecía sufrir una versión americana del Armagedón. Al menos americanos eran los misiles que llenaban el horizonte con su resplandor fatídico. Americanos eran también los pilotos que descargaban las bombas homicidas que atacaban la población civil indefensa de los alrededores de Bagdad y americano es y sigue siendo el ejecutor intelectual y material de todos estos crímenes de lesa humanidad que se siguen repitiendo desde la invasión en esta parte del mundo.

Saddam Husayn Abd al-Mayid al Takriti, más conocido por Saddam Hussein era el Presidente del país desde el 16 de Julio de 1979 y en ese entonces junto a sus hijos, se mostraba altivo y desafiante amenazando al imperio con la madre de todas las guerras.

No obstante, la acción demoledora de los ajércitos de aire, mar y tierra americanos, que tenían países amigos que autorizaban el paso de su flota en su litoral, sus aviones en su espacio aéreo y los accesos fronterizos para la tropa invasora, terminaron por derribar todas las defensas incluso el escudo de la lealtad de los generales de Hussein, que se vendieron por varios millones de dinares.

El resto de la historia la sabemos todos. Invasión sin resistencia organizada, falta absoluta de armas químicas y poderío militar, muerte de las tropas más leales y de sus dos hijos y sus familias y captura el 13 de Diciembre de 2003 en un refugio subterráneo de un disminuido Hussein, cuya triste condición,vestuario y estado de salud no tenían nada que envidiar a la de un anciano ermitaño.

Después la mascarada de juicio por el Alto Tribunal Penal iraquí, que pasará a la historia como la mayor burla de la justicia internacional, Hussein, tras dos años de juicio, fue condenado por los jueces títeres el 5 de Noviembre de 2006, a morir en la horca, por haber sido encontado culpable de la ejecución de 148 shiítas de la aldea de Duyail en l982. Por su responsabilidad en el ataque químico a Halabja en 1988, el aplastamiento de la rebelión shiíta en 1991, las fosas comunes, la guerra contra Irán entre 1980'88 y la invasión de Kuwait en 1990.

Pero siento y creo, que la opinión mundial todavía no se hace presente como corresponde. Siento que a pesar que Saddam Hussein era un tirano, embebido de personalismo y que su gobierno fue de indiscutible corte totalitario, su pueblo estaba mejor que como está hoy día, dividido, con odiosidades intestinas fraticidas, empobrecido, diezmado por el hambre y la miseria, invadido y acorralado por la fuerza de las armas, a merced de los grupos terroristas y nacionalistas que están dispuestos a inmolarse para echar al enemigo invasor de su territorio, sin fuentes de trabajo, expoliado en su riqueza natural por los invasores que se reparten su petróleo.

Creo también que la actitud de Hussein es más digna que la de sus carceleros y verdugos. Nada ha dicho de la traición de sus leales, nada de la espantosa muerte de sus hijos, nada del saqueo a sus palacios y el embargo de sus cuantiosos bienes. Solo cuando recibió la sentencia de muerte las siguientes frases: Larga vida al pueblo, larga vida a la nación, abajo los invasores, Alá es grande.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola! solo para agradecerte, qe pongas esta clase de informacion en tu blog, de verdad qe me alegra qe cada vez aia mas gente qe se preocupe por lo qe qeda de este mundo y de las masacres qe ocuren en el. De nuevo te agradesco y me gustaria qe purieras cosas realmente importantes como el calentamieno global y esas cosas.