domingo, 3 de diciembre de 2006

Los Cinismos del Sida


En estos días la prensa destaca el Día Mundial del Sida, establecido por los organismos internacionales el 1 de Diciembre.

Llama la atención leer el aterrador avance de esta pandemia, que según cifras oficiales ya ha cobrado 25 millones de víctimas, existiendo en el mundo, peor aún, coexistiendo junto a nosotros, otros cuarenta millones de personas portadores potenciales de esta contagiosa enfermedad, que es decir personas portadoras de la muerte.

Si señores, de la muerte. Para ellos, para nosotros y para nuestros descendientes.

Y, también causa estupefacción comprobar la indiferencia de la ciudadanía con relación a este tema y los absurdos escrúpulos que se tiene para identificar y enfocar derechamente lo que hay que hacer para defendernos de esta amenaza.

El contagio del Sida ha sido establecido por contagio de hombre a hombre, de hombre a mujer, de mujer a mujer y de mujer a hombre, además que puede traspasarse de una embarazada a su hijo, lo que nos deja absolutamente inermes respecto a la factibilidad de adquirirlo aunque creamos tener relaciones seguras. Nadie puede asegurarnos que nuestra pareja del momento no sea portadora.

Si tenemos en cuenta que gran parte de los homosexuales tienen relaciones con hombres y mujeres, podremos entender que no haya quedado ningún eslabón de la sociedad humana a salvo si este homosexual lleva consigo la enfermedad. Basta con hacer cálculos matemáticos a partir de las cifras existentes para pronosticar que la gente infectada por el Sida sigue creciendo y multiplicándose y que de no mediar una vacuna salvadora u otro tipo de medidas contenciosas la humanidad irá mermándose a un ritmo dramático hasta llegar posiblemente a su extinción.

Que decir de los cortos alcances y escasa efectividad de las medidas abordadas por las autoridades pertinentes, sean los políticos y sus gobiernos o los organismos de salud.

En una simple lectura, pareciera ser que los primeros solo están interesados en conseguir que no haya discriminación contra estos infectados, que tengan trabajo y puedan estudiar y desde luego que se sientan ciudadanos libres y puedan votar. Por supuesto por los partidos y movimientos que dicen defenderlos.

Y los segundos, subdivididos a su vez en dos bloques irreconciliables donde se aglutinan aquellos médicos y científicos de la alternativa mayoritaria que dicen tener la verdad sobre el sida y que por lo tanto disponen de todos los dineros de los gobiernos y fundaciones para investigación y tratamiento.

Y al final de todo este paradigmático enredo, están los científicos disidentes y minoritarios que alegan que los tratamientos de los primeros son lo que producen justamente el sida y que por consecuencia, como suele ocurrir, alegan que no tocaron ningún trozo de la torta. No administran los recursos, no son invitados a los simposios, no tienen cargos en estos institutos de investigación, no reciben sueldos ni sus teorías son tomadas en cuenta.

Y aquí se me viene a la mente aquella frase famosa del Chapulín Colorado, cuando como ciudadanía preguntamos ¿y a nosotros, quién podrá defendernos?

Porque la verdad es que la gente común del planeta está absolutamente abandonada a su suerte.

Todos sabemos y si no lo sabemos lo hemos escuchado. Y si no lo hemos escuchado ni lo sabemos es cuestión de reflexionar solamente a lo más durante un minuto, que los condones son efectivamente la única medida práctica existente para prevenir ser contagiados, porque estos plásticos o látex profilácticos utilizados en las relaciones sexuales de todo tipo, con monos, con perros, con ovejas, con gallinas, hombre con hombre vía anal,- que son y siguen siendo el pan de cada día de los pervertidos y anormales sexuales-, impiden bastante eficazmente la transmisión del intercambio de fluídos corporales, en este caso secreciones genitales, que junto a la sangre son probadamente las dos causales de transmisión de esta enfermedad.

No obstante muchas religiones rechazan el uso del condón y predican a sus seguidores que no deben usarlo. La consecuencia de ello es que habiendo tanto fiel apegado a estas creencias, fanáticos, dogmáticos y fundamentalistas que le hacen caso a estas barbaridades, la enfermedad sigue propagándose sin control de ninguna especie.

Por eso, para poner racionalidad en este tema, para sacarlo del falso e inútil espacio mentirosomoraléticoreligioso en que se discute, es que hace falta un héroe de nuestro tiempo, una leyenda viva cuyas enseñanzas valóricas trasciendan las sociedades y los credos, tal cual lo hizo y sigue haciéndolo en esta generación el Chapulín Colorado.

Sin duda él sí está capacitado para enfrentarse a esta amenaza del siglo y salvar a la humanidad.

Y lo más cierto es que, como es su costumbre, iría sin titubeos, ambiciones, infuencias, trastornos o desviaciones hormonales derechamente a la verdadera causa de la existencia y consecuente propagación de esta mortífera infección que azota al globo terráqueo, (no decimos universo porque no sabemos si hay extraterrestres afeminados en otras galaxias) como si se tratase del galope desenfrenado de los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Solo él podría llevarnos de la mano para señalarnos el verdadero camino a recorrer. Sendero escabroso es cierto, plagado de tentaciones, intereses y peligros es verdad, pero muy necesario, tremendamente apremiante y sobre todo, inaplazable.

Porque nuestro héroe, con esa clarividencia que le ilumina en los trances más complejos iría sin acertijos al meollo de la cuestión:

¿Quién, cómo, cuándo, dónde y con quién?

Bien Chapulíncito. Esa es de hombre. Sin querer queriendo nos condujiste al lugar preciso, al sitio de los tabúes, la estancia de los mil velos, al área misteriosa y vedada, la sin nombre.

La que siempre se evitó fuera conocida, ventilada y discutida por la gente común, la masa, el vulgo, los vecinos, la plebe, la turbamulta, los corderos...

Nos posicionaste en el paraje exacto donde se desvió nuestra atención para conducirnos de la mano,-de la jeta diría un amigo mío-, desde las tinieblas a la latitud cero donde fuimos abandonados maliciosamente.

P.- ¿Quién o quiénes son los causantes de esta pandemia atroz?

Aquí hay que tener cuidado, porque no faltan las teorías de quienes quieren disfrazar el problema. Que fueron unos monos africanos, que un piloto que viajaba mucho, que fue un virus degenerativo que fue mutando, que tal vez el café con leche, que muchos resfríados...que las jeringuillas de los drogadictos...

R.- Hay una sola respuesta correcta, indesmentible y vigente: el mundo homosexual, en particular su sector mayoritario, aquél abocado a la prostitución, sin que esto quiera decir que los otros maricuecas privados que operan de incógnito no cooperen. Lo hacen. Y muy efectivamente y con extraordinario entusiasmo.

P.- ¿Cómo?

R.- Pués con una larga data de actividades sexuales que viene de muchísimos años, quizás siglos, en que éstas prácticas anormales de hombres que se sienten mujeres y que mediante sus servicios sexuales quieren demostrar que lo son, han desafiado todas las normas naturales y sanitarias, permitiendo que las enfermedades e infecciones de transmisión sexual, al alojarse en otros sectores del cuerpo no predestinadas al efecto, mezclarse con virus y cepas animales, fueran en virtud de la promiscuidad modificando su habitat y produciendo el desarrollo de virus y bacterias que fueron transformándose, haciéndose fuertes a los medicamentos, mutando y creando invulnerabilidad a todo antibiótico conocido. No hay que olvidar, que el sexo anal, debido a la delicadeza de los tejidos del ano y la facilidad con que se llaga, se considera la actividad sexual de más riego de contagio y que, a pesar que el mundo científico no se pone de acuerdo, también el contagio ha sido establecido en el sexo oral de hombre a hombre.

Y quién realiza éstas prácticas. ¿Usted señor?. ¿Ustedes amigos lectores?. Pués si lo hacen déjenme decirle dos cosas, por si no se han dado cuenta.

a:- Que ello no es una práctica normal ni muy sana, como se ha llegado a establecer. y;

b:- Que a todos ustedes, aunque lo nieguen, se les quema el arroz, se les quebra la manito y también gustan con delirio de las patitas de chancho.

En relación al cuándo, dónde y con quién, solo diremos, para hacer el cuento corto, lo que sabe todo el mundo, siempre que pueden, en cualquier parte y con cualquiera, en especial incautos niños.

Con todos estos elementos, ya no se necesita que sea el mismísimo Chapulín quién nos guíe para acertar a la pregunta del millón de dólares.

Si la mayor propagación del virus VIH se realiza por intermedio de estos seres tan especiales, tal vez galácticos, que han creado un tercer sexo en la raza humana y que se ha diseminado alarmantemente por todo el mundo, haciendo que exista un virtual peligro de hacerla desaparecer de la faz de la tierra, ¿cómo es que, tal cuál ocurre cada vez que existe un peligro serio, y éste es de los más imprevisibles que ha afontado el hombre, no se han tomado medidas no solo para evitar la enfermedad sino para que haya menos maricas que sigan propagando el SIDA?

¿Y, cuáles son los mecanismos preventivos, necesariamente radicales en una emergencia como ésta, para erradicar el problema y evitar que se repita en el futuro?

¿No les suena ésto a ustedes como el asunto del tabaco y también lo que pasa con el alcohol?

El tabaco es una droga clásica que tiene el poder de matar a millones de seres al año en una proporción solamente superada por el Sida. La OMS dice que el tabaco produce cinco millones de muertes por enfermedades relacionadas con su consumo y que para la década del 2020 0 2030, el número de víctimas alcanzará los diez millones de muertes al año. Y qué unos 500 millones de personas que viven actualmente en el mundo morirán por causa del tabaco.

Después en esta estadística de mortalidad, está el alcohól.

Y frente a estas realidades que diezman a la población minuto a minuto, cuáles son las medidas que toman los organimos de salud mundiales.

Primero que nada como Pilatos, aclarar que la gente tiene derecho a tomar su opción y que estos vicios aceptados socialmente, están más o menos arraigados en la gente según su cultura. Y después de esta joyita axiomática, más parecida a una mala verónica de capa de torero chino, vienen las sesudas medidas que vienen a justificar los gastos de mantención de este ente internacional anodino y a los apitutados que allí se ganan sus salarios con el sudor de sus amplias frentes. A saber:

Ponerle etiquetitas con una calavera cruzada en las cajetillas y la leyenda el tabaco mata.

Prohibir la propaganda de la industria del tabaco y el patrocinio de las mismas en los eventos deportivos

Y, la última medida, conseguida después de años de profundas reflexiones y magnas reuniones del más alto nivel en los balnearios más famosos del mundo;

Disponer salas de fumadores en los bares.

Y punto. Y se sigue vendiendo tabaco y alcohol indiscriminadamente porque la única verdad al respecto es que estas sustancias han generado, generan y seguirán generando ganancias que los gobiernos, los grandes consorcios y la élite del dinero no quiere perder así no se muera media humanidad, sus hijos incluidos.

Y eso de que la OMS, otros Centros internacionales creados para protejer la salud de la población, que los gobiernos, que las iglesias y la sociedad científica están interesados y vívamente preocupados por lo que le pasa a la gente, no viene a ser sino el crisol de la mentira, comparable solo al mito inventado y alentado por los judíos de la visita anual a la tierra del viejito simpático de Santa Claus, Papá Noel o como se llame, trayendo presentes y regalos...

Y bueno, vamos a las conclusiones.

Si todo lo que decimos está más que establecido y comprobado;

Si entre homosexuales sidóticos, fanáticos del tabaquismo y entusiastas bebedores etílicos es muy difícil que la humanidad celebre otro milenio porque estaremos todos en la tumba fría por qué digo yo, me lo pregunto una y otra vez, sencillamente no se toman las medidas que todos sabemos que hay que tomar.

Matando la perra, se acaba la leva, decía mi abuelito.

En el caso del tabaco, sencillamente hay que retirarlo del mercado... Seguro que muchos viciosos se van a suicidar, pero serán menos que los que morirían en un mes en todo el mundo. Es probable que otros se hagan cigarrillos de cualquier cosa, de pastos, de telas, de bosta de caballo y que incluso prueben la marijuana. Pués bien, allá ellos. Ahí cabe aplicar el criterio de la OMS, que la gente haga lo que quiera, incluso envenenarse, porque al final, es una opción a la que tiene derecho.

En el caso del alcohol yo sería más tolerante. Que se elimine del mercado todo lo que sea producto de mala calidad, rasca, como el vino rugido de león, los chacolí, los pipeños y todos aquellos productos antojadizos, artesanales y de mezclas extrañas, dejando solo licores depurados, finamente destilados y de uso entre los tomadores cultos, sin olvidar el Whisky. Eso sí, a precios prohibitivos. Cinco veces más. No. diez veces más que lo que ahora cuestan. Estoy seguro que no se acabarían los curados, pero morirían a más largo plazo.

Creo conveniente explicitar a esta altura del comentario, para alejar de la mente de los mal pensados que nunca faltan, la sospecha de pensar que en mi personalidad o actitud pudiera existir solo un rasgo de homofobia. Aseguro que no es así pués no estoy proponiento que se busque la eliminación de todos los invertidos del planeta. Ni de la mitad o un tercio siquiera.

No porque la idea me sea antipática, sino porque mas bien pienso que una medida como esa traería gravísimos trastornos en la vida cívica, política y sobre todo económica de todos los países del orbe sin excepción.

Hay tanto maricón en el mundo, que nos quedaríamos prácticamente sin sacerdotes, peluqueros, diseñadores, artistas de cine, cantantes populares, parlamentarios, médicos, estadistas, boxeadores, futbolistas, magistrados, gran parte de la juventud liberada de todos los países, especialmente de los anglosajones y un cuantuay de oficios y profesiones incluyendo las policiales y militares.

Y lo más terrible de todo, es que de seguro el ciclo empezaría de nuevo, porque jamás podríamos detectar si todos los que finalmente pasaron el examen de antimariconismo son realmente lo que dicen, machos recios de la raza humana.

Lo que estoy proponiendo es que se acabe con el escándalo de algunos gobiernos de mayoría parlamentaria y legislativa homosexual que están votando leyes de matrimonio y divorcio para el gremio.

Que no se tome más en cuenta a esos científicos homos de último cuño, que a contra corriente del conocimiento adquirido, procuran convencernos que los homosexuales nacen así por causa de un factor, creo que le llaman X, pero mejor habría sido M, queda más identificatorio. Y nó, que los homosexuales se hacen, se fabrican, como siglos de manoseos deshonestos, tocaciones indebidas, tentaciones y promesas de los degenerados que procuran torcer a temprana edad la sexualidad de los infantes han demostrado a través de toda la historia humana.

Que, haya una ley de punto final de nivel universal para dejar sin efecto de inmediato, las disposiciones que permiten el casamiento entre maricas, derechos de herencia de esos matrimonios, adopción de hijos, pensiones alimenticias y una numerosa y aterradora variedad de garantías y reconocimientos que gobiernos populistas e irresponsables han ido incorporando a sus leyes nacionales.

En especial el retiro de aquellas sanciones a quienes configuren discriminación hacia los homosexuales, que viene a implicar un explícito reconocimiento a su existencia, lo que constituye una auténtica aberración jurídica que no está basada en la declaración de los derechos humanos, que solo menciona a este respecto los derechos de los hombres, de las mujeres y de los niños, cualquiera sea su color, raza, condición social o religión. En ninguna parte aparecen los maricones como producto de otro sexo o género presente en la humanidad.

Que quede claro para todo el mundo que en el planeta tierra no existe ninguna especie que tenga tres sexos. Ocurrencia que se dá solo en los humanos, lo que en alguna manera desdice aquello de que estas especies son inferiores y carecen de inteligencia.

Que al respecto, el único símil son estos rumiantes vacunos tan serviciales conocidos como la vaca y el toro donde el buey no es otro sexo o un tercer sexo como los maricas parecen creer, sino el mismo toro al que le cortaron las bolas.

Por tanto, habiéndose demostrado con éste aserto que los bueyes pierden con esta extirpación el deseo sexual, yo propongo que a los maricones lisa y llanamente se los castre. Eso sí que con anestesia, porque no es cuestión ni hora de ensañarse, además que pareciera ser que estas damas embutidas en un cuerpo viril heredaron junto con una líbido femenina el defecto de la cobardía y la timidez, pero desafortunadamente no de la verguenza. Entonces, es necesaria la anestesia porque si no, no habría calle ni camino donde no nos topásemos con alguno de estos engendros huyendo desalados, chillando y suplicando clemencia con sus manotas peludas sobre el rostro y equilibrando sus flacuchentas canillas depiladas en los tacones de sus zapatos de ante azul.

Entiendo que ello no evitará que sigan siendo maricas y poco hombres, pero a lo menos ya no les gustará tanto ser objetos sexuales y quién no nos dice si incluso ya no tendremos que soportar el suplicio de esos grotescos espectáculos carnavalescos de los desfiles del orgullo gay, donde la miseria moral de estos sujetos anormales se demuestra en toda su desfachatez. El ejemplo de los bueyes, que no es sino un positivo experimento a gran escala, presente también últimamente en la raza canina, demuestra que estos animales capados no montan ni les gusta ser montados.

Pienso que esta medida , evitaría tanto el desarrollo del Sida como su propagación y de paso reduciría enormemente el falso halo romántico de que la homosexualidad es inofensiva, normal y un aporte a la raza humana.

Pero la verdad es que al fin del día, presiento que así como pasa con el tabaco, el alcohol y todas las drogas en general, me temo también que toda esta estrategia para salvaguardar la raza no será factible y la porfiada humanidad cumplirá su destino suicida. Aprecio con pena que acorde con las estadísticas, más de mil millones de personas de las generaciones que hoy están respirando oxígeno en el planeta, fallecerán irremediablemente a temprana edad de Sida, con cirrósis hepática o de algún cáncer terminal provocado por el tabaco. Y lo peor de todo, solo quedarán los maricas.

Por eso señores maricones, homosexuales del mundo con todas sus variantes de sodomitas, misógenos, sodomizados y pederastas empedernidos, dormid tranquilos.

Sois como el vino y el tabaco. Matáis, degeneráis la raza, constituis una de las más señeras verguenzas humanas pero como de alguna manera hacéis gozar a una gran mayoría de infelices, ingenuos curiosos y tarados, el mundo científico y la humanidad complaciente, donde éstos sujetos son mayoría, os perdona...

Por el momento........

1 comentario:

Vivianne dijo...

Pues que te dieron de comer? amigo....lo expuesto aquí estoy segura a sido inteligente y astuto, pero estoy en desacuerdo en varios tópicos acá enunciados, vivimos a diario con homosexuales, colegios hospitales, supermercados etc, no podemos abstraernos de su presencia, pero encuentro de barbarie insólita el que expongas que hay que caparlos como a los animales, si estoy de acuerdo que a los pedófilos se les sancione con una pena capital, la muerte es lo menos para ellos, pero vamos homb0res en la existencia humana han habido homosexuales que han sido un gran aporte a la humanidad y tu lo sabes....espero que no te enfades con mi posición... abrazos..